Las disciplinas de un hombre piadoso. Kent Hughes
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Название: Las disciplinas de un hombre piadoso

Автор: Kent Hughes

Издательство: Bookwire

Жанр: Религия: прочее

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isbn: 9781646911127

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СКАЧАТЬ o la Iglesia se tornará cada vez más fuera de lugar e impotente, y nuestros hijos la abandonarán. La Iglesia no puede tener ningún tipo de poder si no es una iglesia pura.

      Eso exige que vivamos la afirmación de Pablo: “Ejercítate para la piedad.” Es decir, ¡debemos esforzarnos por la santidad!

      Responsabilidad moral ante los demás

      Nuestro entrenamiento comienza con algo tan importante como la disciplina de ser responsable moralmente ante los demás. Esto se hará con cualquiera que regularmente le pedirá a usted cuenta de su vida moral, haciéndole preguntas directas y francas. Si usted es casado, debe idealmente utilizar a su esposa para esto, pero también le sugiero que se busque a otro hombre, uno que no le dé cuartel en cuanto a asuntos sexuales. Usted necesita a alguien de su mismo sexo que comprenda su interioridad sexual, alguien con el cual usted pueda ser absolutamente sincero, a quien pueda confesarle lo que lo tienta y atrae. Usted necesita a alguien que lo ayude a vencer y a mantener su alma fiel a Dios. La responsabilidad moral recíproca es lo ideal. A este respecto pienso en cierto vendedor que mantiene regularmente responsabilidad moral a través del teléfono con otro vendedor cristiano, y aun busca la forma de hacer coincidir sus itinerarios para estar juntos en las ciudades a las que van al mismo tiempo.

      La oración

      Junto con esto, está la disciplina de la oración (hay más de esto en el capítulo 8). Ore diaria y concretamente por su pureza sexual personal. Me asombra que sean tan pocos los hombres que, teniendo interés por su vida, se ocupen de orar por esto. Pídales a su esposa y a sus amigos que oren por usted con respecto a esto y ore usted por los demás en este sentido. No espere que se lo pidan. Ore por la pureza sexual de sus amigos también. ¡Ellos lo necesitan, tanto como usted!

      La memorización

      Luego, llénese de la Palabra de Dios mediante la disciplina de la memorización. Nuestro Señor dio el ejemplo por excelencia al rechazar las tentaciones de Satanás, utilizando cuatro citas precisas de pasajes del Antiguo Testamento (Cf Mateo 4:1-11). El salmista, por su parte, dijo: “¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra” (Salmo 119:9). “En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti” (119:11). Se estaba refiriendo, naturalmente, a toda la Palabra de Dios, no sólo a los pasajes que tienen que ver con la sexualidad. No obstante, he visto que la memorización disciplinada de 1 Tesalonicenses 4:3-8 cambia la vida de un hombre. (Otros pasajes provechosos son Job 31:1; Proverbios 6:27; Marcos 9:42ss; Efesios 5:3-7; 2 Timoteo 2:22; algunos de los cuales comentaré más tarde.)

      La mente

      La disciplina de la mente es, por supuesto, uno de los retos más formidables (tema que analizaremos más detalladamente en el capítulo 6). Las Escrituras presentan, por lo general, a la disciplina de la mente como la disciplina de los ojos. Es imposible que usted mantenga una mente pura si todo el tiempo no discrimina lo que ve en televisión. En una semana usted verá más asesinatos, adulterios y perversiones que todo lo leído por nuestros abuelos a largo de toda su existencia.

      Aquí es donde se hace necesaria la acción más radical. Jesús dijo: “Y si tu ojo te fuere ocasión de caer, sácalo; mejor te es entrar en el reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno” (Marcos 9:47). ¡Ningún hombre que permita que la podredumbre de ciertos canales de televisión, de videos para adultos y de las diversas revistas de pornografía inunde su hogar y su mente, escapará de la concupiscencia!

      Job nos ha dejado orientación para los días que vivimos: “Este compromiso establecí con mis ojos: No mirar lujuriosamente a ninguna mujer” (Job 31:1, La Biblia al Día). ¿Cómo cree usted que viviría Job en nuestra cultura actual? Él entendió la sabiduría de Proverbios 6:27: “¿Tomará el hombre fuego en su seno sin que sus vestidos ardan?” El compromiso de Job prohibía una segunda mirada. Eso significa tratar a las mujeres con dignidad, mirándolas con respeto. Si la forma de vestir o el comportamiento de una mujer es perturbador, mírela a los ojos, no en ningún otro lugar; ¡y aléjese lo más rápidamente que pueda!

      La mente abarca también la lengua (véase el capítulo 11 de este libro) porque, como Jesús dijo, “de la abundancia del corazón habla la boca” (Mateo 12:34). Pablo es más específico: “Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos; ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias” (Efesios 5:3,4). Significa que no debe haber humor sexual, ni chistes de mal gusto, ni vulgaridades, a los cuales están tan propensos muchos cristianos para probar que no están “fuera de onda”.

      Los límites9

      Ponga límite alrededor de su vida, sobre todo si trabaja con mujeres. Evite la intimidad verbal con las mujeres, a no ser con su esposa. No le revele intimidades a otra mujer, ni la inunde con sus problemas personales. La intimidad es una gran necesidad en la vida de la mayoría de las personas, y hablar de asuntos personales, especialmente de los problemas propios, puede llenar la necesidad de intimidad que tiene la otra persona, despertando su deseo de más intimidad. Muchas relaciones extramaritales comenzaron de esa manera.

      Hablando ahora a nivel práctico, no toque a las mujeres. No las trate con el afecto informal con que trata a las mujeres de su familia. Son muchos los desastres que comenzaron con un toque fraternal o paternal, que se convirtió después en un hombro comprensivo. Usted puede aun tener que correr el riesgo de ser erróneamente considerado como “distante” o “frío” por algunas mujeres.

      Siempre que usted coma o viaje con alguna mujer, hágase acompañar por una tercera persona. Esto puede ser incómodo, pero brindará la oportunidad de explicar sus razones, lo cual, en la mayoría de los casos le ganará respeto en vez de censura. Muchas de sus colegas de trabajo se sentirán así más cómodas en su trato profesional con usted.

      Nunca coquetee, ni siquiera en broma. El flirteo es intrínsecamente halagador. Usted puede pensar que resulta simpático, pero eso a menudo despierta en la mujer deseos no correspondidos.

      La realidad

      Sea realista en cuanto a su sexualidad. ¡No sucumba a la vana prédica gnóstica de que usted es un cristiano lleno del Espíritu Santo que “nunca haría cosa semejante”. Recuerdo muy bien a un hombre que con suma indignación tronaba que él estaba a salvo del pecado sexual. ¡Pero cayó pocos meses después! Enfrente la verdad. ¡Así como cayó el rey David usted también puede caer!

      El temor a Dios

      Por último, está la disciplina del temor a Dios. Esto fue lo que ayudó a José a rechazar las tentaciones de la esposa de Potifar. “¿Cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?” (Génesis 39:9). También le ayudó a huir. “Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor” (2 Timoteo 2:22).

      La presión de nuestra cultura nos oprime con sus obsesiones y sus racionalizaciones sexuales, y muchos en la iglesia de Cristo han cedido bajo su peso, tal y como lo demuestran las estadísticas. Para no ser parte de esas estadísticas hay que esforzarse disciplinadamente. ¿Somos hombres de verdad? ¿Somos hombres de Dios? ¡Quiera Dios que así sea!

      Alimento para pensar

      “A la Iglesia evangélica contemporánea, se le considerada ampliamente, ‘Corintia’ hasta la médula. Está guisándose en los jugos derretidos de su propia sensualidad.” ¿Está de acuerdo o no? ¿Qué con respecto a su propia iglesia? ¿Qué con respecto a su propia vida personal?

      “En este tiempo [de la lujuria] Dios.. .Pierde toda realidad.... Satanás no nos СКАЧАТЬ