Tras los pasos de Jesús. Ricardo E. Facci
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Название: Tras los pasos de Jesús

Автор: Ricardo E. Facci

Издательство: Bookwire

Жанр: Документальная литература

Серия: Carisma

isbn: 9789878438023

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СКАЧАТЬ Vaticano II, Gratisiman Sane 19).

      La familia es sujeto creativo, precisamente la familia es la que da, la que aporta la vida a la sociedad. La familia debe “salvaguardar y conservar al hombre” (L’Osservatore Romano, 5 de Octubre de 1980 p.1). Si se abraza a Cristo Vivo y se le enseña esto a los hijos, se estará aportando a la sociedad hombres y mujeres que reconocen a Dios como su creador, de este modo, se contribuirá a que intervenga Dios en el mundo.

      El Papa Juan Pablo II afirmó en Familiaris Consortio: “Familia, sé lo que eres” (FC 17), pero más tarde, necesitó reafirmar: “Familia, cree en lo que eres; cree en tu vocación a ser signo luminoso del amor de Dios”. Es necesario que nosotros re-afirmemos en qué consiste la vocación al matrimonio y la familia. (Mensaje con vivo complacimiento, al Cardenal Camilo Ruini, Presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, con ocasión del XX Aniversario de la Familiaris Consortio, 15 de Octubre de 2001).

      La Familia es el lugar donde un hijo vive la primera experiencia de comunión en la fe, en el amor y en el servicio a los demás. Cada uno hoy vivenciamos la fe, el amor y el servicio, de una manera consecuente con la primera experiencia que hemos recibido en la primera etapa de nuestra vida. Lo que hoy podemos dar en relación a la Fe, Amor y Servicio, está condicionado por la primera experiencia que recibimos en la infancia. Esto nos hace sentir muy necesario reafirmar las experiencias de comunión en la fe, en el amor y el servicio, que desarrollan nuestros hijos en la corta edad porque graba a fuego nuestra identidad cristiana. Cuando somos adultos tenemos distintas posibilidades de acrecentar la formación en esto, pero la primera experiencia condiciona lo que aprendemos a lo largo de la vida.

      El sacramento del matrimonio es signo del amor de Dios por la humanidad y de la entrega de Cristo por su esposa la Iglesia. Desde esta alianza de amor se despliegan la paternidad y la maternidad, la filiación y la fraternidad, el compromiso de los dos por una sociedad mejor (Documento de Aparecida 433).

      Todos quienes estamos aquí presentes creemos firmemente que “la familia es imagen de Dios y que, en su misterio más íntimo no es una soledad, sino que Dios es familia” (DP 582). En la comunión de las tres Personas divinas, nuestras familias tienen su origen, su modelo perfecto, su motivación más bella y su último destino (Documento de Aparecida 434).

      La familia es el valor más querido por nuestros pueblos, creemos que debe asumirse la preocupación por ella como uno de los ejes transversales de toda acción evangelizadora de la Iglesia. Hogares Nuevos necesita ser útil en la pastoral familiar diocesana, tener presencia en los distintos rincones de las diócesis es muy necesario, pero mucho más importante es trabajar eficazmente en dar vida a la pastoral familiar inserta en los planes pastorales diocesanos, de manera “intensa y vigorosa” (DI). Nuestros pastores necesitan que nuestro ser y hacer sea intenso y vigoroso para proclamar el evangelio de la familia, promover la cultura de la vida, trabajando para que los derechos de las familias sean reconocidos y respetados. Si nuestras familias se van tornando en discípulas y misioneras, Hogares Nuevos entonces será una respuesta efectiva (cfr. Documento de Aparecida 435).

      Nuestra Espiritualidad.

      Hogares Nuevos les anunció a cada uno de ustedes esposas y esposos, a vivir la verdad íntima del amor conyugal, porque están llamados, por su nombre, a encontrarse con la esposa, con el esposo en plenitud personal (cfr. FC 32).

      Nuestra Espiritualidad en Hogares Nuevos tiene como punto de partida aquel anuncio kerigmático que ustedes recibieron durante el encuentro en la mañana del domingo. El anuncio kerigmático que Cristo está en medio de ustedes dos por el sacramento del matrimonio. Cristo comparte su presencia viva y real en medio de los dos. Nosotros, los hijos, nos nutrimos del Cristo Conyugal, Cristo Vivo nos alimenta a través de los canales de Gracia y Santificación familiar. Las vivencias de la familia van nutriendo a los hijos, compartiendo con los padres, la presencia de Cristo en medio nuestro.

      Como esposos recibieron aquella mañana del encuentro la invitación a descubrir a Cristo Vivo y Resucitado que quiso correr la piedra del sepulcro de nuestra vida, del sepulcro en el que se había transformado nuestro corazón. Y como dice el evangelio de Jn 20,1-9: “María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro y comenzaba a amanecer vio la piedra corrida, quitada del sepulcro…” ¿Quién nos correrá la piedra de nuestro sepulcro? Cristo Vivo y resucitado comenzó a quitar la piedra y abrir nuestro sepulcro para resucitar Cristo en nuestro corazón. ¿Quién nos va a correr la piedra? Hogares Nuevos nos ayudó a mover la piedra del sepulcro que no permitía experimentar la presencia de Cristo en la vida personal, de los esposos y la familia. Hogares Nuevos les ayudó a descubrir y encontrar a Cristo Vivo y resucitado y hacerlo protagonista de la vida familiar, con la eficacia de su presencia en cada uno de ustedes que, cuando reciben el sacramento de la penitencia y la eucaristía, y cuando se entregan como esposos, uniéndose al mismo tiempo a Cristo, construyen una comunión de personas, la primera comunidad de personas.

      También, recibieron esa mañana el anuncio de que Cristo se quedó en medio de ustedes dos para llenar, colmar, las vasijas de ustedes, como lo hizo en las Bodas de Cana, con el mejor vino. Recuerden que cada vasija simbolizaba un regalo necesario para la felicidad de su matrimonio y familia. Recuerden que en el encuentro les dijeron que habían recibido, el día que se casaron, regalos especiales, como las vasijas de las bodas de Caná, que había que abrirlos porque estaban cerrados todavía y había que desempolvarlos.

      Entonces, las vasijas son:

      1-Completar, significa que el amor de Dios, toma el amor humano y lo completa, para poder amarse con el mismo amor de Él. Éste es el amor de caridad. Amar al esposo o esposa como Cristo lo haría en el lugar de cada uno.

      2-Perdonar, es decir: para poder cultivar cada día la frescura del matrimonio y ser misericordiosos como el Padre lo ha sido con nosotros. Y lo seguirá siendo cada vez que necesitemos su perdón. Esta es la medida con que tenemos que llenar esta vasija del perdón.

      3-Unir, porque cada día que amanece comienza el desafío de acercar los corazones y desterrar el individualismo de los dos y así construir la unidad que plenifica. Esa plantita que debemos regar cada día y que se llama Unidad.

      4-Ser fecundos, la fecundidad es el fruto y el signo del amor entre los esposos, el testimonio vivo de la entrega plena y reciproca entre los dos (Cfr. FC28).

      5-Elevar, aquella hermosa misión que como esposos tienen el uno para con el otro de tener el mejor del mundo y transformarlo en el mejor del cielo, para que un día como fruto de un proceso que les llevo toda la vida, puedan llegar al momento en que uno tenga que despedir al otro y decirle de corazón: ahora puedes ir en paz.

      6-Iluminar, esta es una invitación muy fuerte que apunta a que deben ser el testimonio vivo de que la familia se transforma con Cristo en medio “como en una Sagrada Familia”: papá, mamá, los hijos y Jesús: en una Sagrada Familia actual que hoy debe iluminar la oscuridad del mundo que vive en tinieblas… humildemente nuestras familias deben ser modelo para las otras familias.

      Estos seis regalos, seis vasijas durante tantos años los proveen a los matrimonios del buen vino. Si se encuentran un día que se les acaba el vino del amor esponsal acudan a María, a María Reina de las Familias, ella intervino para que su Hijo llenara las vasijas del mejor vino en aquellas bodas de Cana. Cristo está interesado de una manera primordial en acudir en ayuda a los esposos cristianos.

      La vocación a la que todo matrimonio, pero sobre manera, un matrimonio con responsabilidades pastorales, debe vivir y anunciar “la verdad interior del amor conyugal, ustedes están llamados a entregarse en plenitud personal” (cfr. FC 32). Esta entrega en plenitud personal de ustedes dos beneficiará la familia, a Hogares Nuevos, a la vida de la Iglesia.

      En la sociedad hay tantísimas parejas que no construyen sobre СКАЧАТЬ