El libro conciso de la punción seca (Color). John Sharkey
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Название: El libro conciso de la punción seca (Color)

Автор: John Sharkey

Издательство: Bookwire

Жанр: Сделай Сам

Серия: Terapia Manual

isbn: 9788499109299

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СКАЧАТЬ e inferiores son segmentos óseos semirrígidos, no lineales y viscoelásticos. Estos segmentos están interconectados por conectores no lineales, viscoelásticos, que incluyen los cartílagos, las cápsulas articulares y los ligamentos, y que disponen de un sistema motor activo integrado no lineal, viscoelástico: los músculos, los tendones y las fascias (tejido conectivo).

      La biotensegridad se contrapone a la noción de que el esqueleto proporciona un marco para que se suspendan los tejidos blandos; en lugar de ello, las estructuras de biotensegridad son entramados miofasciales continuos integrados y pretensionados (autotensionados), con pilares de compresión discontinuos flotantes (el esqueleto) que están contenidos en estos entramados. Una columna cuyo centro de gravedad cambia de forma constante, mientras que su base se mueve con rapidez a nivel horizontal, exigiría fuerzas demasiado grandes. Si la columna integra varios cuerpos rígidos, que forman una bisagra con las articulaciones flexibles, virtualmente sin fricción, las fuerzas pasan a ser incalculables.

      Daniele-Claude Martin, pionero en el mundo de la tensegridad y miembro del Biotensegrity Interest Group (BIG), fue coautor con el doctor Levin de un capítulo del excelente libro Fascia: The Tensional Network of the Human Body (Schleip y cols., 2012). El título del capítulo era «Myofascia as the tensioner in the biotensegrity model» (Miofascia como elemento de tensión en el modelo de la biotensegridad). Levin y Martin expusieron los siguientes puntos importantes en cuanto a la tensión:

      “El aspecto central de este concepto es el conocimiento de que la fascia ejerce una tensión continua sobre el sistema. La fascia muestra la característica de no linealidad de todos los tejidos biológicos. En los tejidos no lineales, la relación de estrés/tensión nunca llega a cero (una característica de los materiales lineales) y en el sistema siempre hay una tensión inherente. Genera la «tensión continua», un componente esencial de la tensegridad, que ayuda a establecer el tono del organismo. Existen elementos contráctiles activos en la fascia (Schleip y cols., 2012), y el entramado fascial está íntimamente vinculado al músculo (Passerieux y cols., 2007). El músculo también posee un «tono» intrínseco y nunca está completamente relajado, y todo el entramado fascial está continuamente tensado tanto por la tensión intrínseca como por las contracciones activas que pueden sintonizarse.

      Este concepto de sintonizar la fascia coincide perfectamente con la respuesta fascial a las agujas tal como la describe la neuroendocrinóloga Helene Langevin. En su artículo de 2006, titulado «Connective tissue: A body-wide signaling network?» (Tejido conectivo: ¿un entramado de señalización de todo el cuerpo?), Langevin detectó una respuesta mecánica, con la que el tejido conectivo rodea la aguja y transmite una señal eléctrica resultante a las células del tejido conectivo circundante a través de la mecanotransducción. Dado que el tejido conectivo se arremolina alrededor de la aguja, creando una redistribución de la tensión y la compresión (biotensegridad), el cambio en la tensión tisular es evidente.

       Nivel celular

      Guimberteau y cols. (2010) hicieron observaciones a nivel celular, para lo que utilizaron imágenes fluoroscópicas. Obtuvieron evidencias visuales claras de que la fascia contiene un sistema vacuolar relleno de agua que es capaz de deslizarse independientemente de la frecuencia de contracción del músculo. Por su parte, es capaz de facilitar y soportar los capilares en la fascia. Sharkey (2015) proporcionó imágenes macroscópicas de cadáveres recién congelados y de la fascia profunda que reflejan esta estructura microvacuolar fractal. Además, dichas imágenes revelaron una composición icosaédrica (tensegridad), en la que los elementos fractales se interrelacionan creando un marco o entramado extendido a todo el cuerpo.

      Esta estructura es capaz de modificar o mantener el aspecto y la forma dentro de una base fluida, que permite tanto la deformación como el posterior retorno al estado original y mantiene el volumen. Esto crea un entorno estable, pero flexible, que es necesario para que la fascia actúe como medio para la transmisión de la fuerza (Huijing, 2009).

      En una muestra de cadáver recién congelada, la fuerza de estiramiento aplicada a los tejidos de la cara anterior del antebrazo evidencia la disposición fractal caótica de la fascia profunda (fotografía de J. Sharkey, 2010).

      Este nuevo modelo de estructuras biológicas basado en el concepto de biotensegridad identifica la fascia como el miembro tensional continuo. En un modelo de tensegridad, las fuerzas tensionales continuas (de los tejidos miofasciales) proporcionan un «océano» dentro del que flotan los pilares (en el cuerpo humano, estos «pilares» son los huesos que son continuos, ya que son fascia, aunque virtualmente están separados y no transmiten de manera directa las fuerzas de compresión entre sí). Según describió Fuller en 1961, los miembros tensionales son continuos y distribuyen directamente su carga tensional a todos los otros miembros tensionales.

      Interesante imagen que ilustra el entramado tensional omnidireccional que es la fascia. Incluso las fibras musculares constituyen una forma especializada de la fascia. La ausencia de un vector preciso posibilita la adaptación máxima de la estructura en una evolución continua del equilibrio a través de las fuerzas de tensión y compresión. Este es el caos fascial del que con tanta elocuencia habla mi colega Jean Claude Guimberteau (fotografía de J. Sharkey, 2010).

      Los océanos fasciales se convierten en mares, lagos, ríos, corrientes y arroyos; la piel y el hueso representan costas marinas opuestas. Las propiedades newtonianas, hookianas y mecánicas lineales constituyen la base para el edificio de todo lo no biológico (Levin, 1995). Esta descripción apoya la imagen recientemente más aceptada de un tejido continuo, ubicuitario en la naturaleza, que conecta la izquierda con la derecha y el arriba con el abajo, rodeando y permeando todo el cuerpo. Los tejidos conectivos derivados del mesénquima proporcionan un entramado de comunicación a todo el cuerpo (Schleip y Muller, 2013).

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      Esta potente imagen de la fascia superficial (retirada como una estructura continua) permite al terapeuta de los puntos gatillo miofasciales con punción seca hacerse una idea de la continuidad fascial y de la naturaleza ubicuitaria de este tejido que lo rodea todo (fotografía de J. Sharkey, 2010).

      La punción seca de los puntos gatillo miofasciales proporciona un mecanismo para restaurar el tono fascial, tan vital para la biotensegridad, y procura el regreso a la homeostasis, con lo que se normalizan los tejidos asociados y conectados con el punto gatillo miofascial. De hecho, la fibra muscular dentro de la que se aloja el punto gatillo miofascial es en sí una especialización de la fascia. Las fibras musculares forman parte de un continuo de la especialidad que incluye todos los tejidos de lo que Stephen Levin y Graham Scarr calificaron como el sistema mesocinético.

       Establecer el escenario

      Como anatomista clínico, no me canso de recalcar la necesidad de que el terapeuta disponga de un conocimiento fundamentado de la anatomía, que incluye la anatomía superficial, topográfica y macroscópica. Es vital que el terapeuta se tome su tiempo para acostumbrarse a las diferentes longitudes de las agujas y adquirir la capacidad de visualizar la aguja una vez que ha sido colocada en el tejido. Puedo afirmar que con un excelente conocimiento de la anatomía es prácticamente imposible ocasionar lesiones o daños al paciente. Por el contrario, si el terapeuta no dispone de un buen conocimiento de la anatomía, solo será cuestión de tiempo que cause daños o lesiones al paciente. Hay que conocer la anatomía.

      Como soy fisiólogo del ejercicio, he tenido dificultades en comulgar СКАЧАТЬ