Una semilla para cada día. John Harold Caicedo
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Название: Una semilla para cada día

Автор: John Harold Caicedo

Издательство: Bookwire

Жанр: Документальная литература

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isbn: 9781953540300

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СКАЧАТЬ estás más cerca de ella.

      Oración:

      La seguridad de mi vida no es solamente que tengo un hogar terrenal, sino que al partir de este mundo también tendré un hogar celestial preparado directamente por mi Señor Jesucristo. Te doy gracias Señor por semejante privilegio. Saber que por la eternidad disfrutaré de tu presencia me llena de gozo desde ahora mismo porque sé que nunca me faltará el calor de hogar en la casa de mi Padre celestial. Amén.

      Nunca estás solo/a

      “Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo y si por los ríos no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti” (Isaías 43:2)

      Es posible que en ocasiones vengan a tu mente situaciones difíciles que has afrontado.

      Piensa por un momento lo peor que te llegó a suceder. En ese momento te lamentaste y lloraste, quizás gritaste y dijiste por qué a mí, por qué a mí.

      Parecía que no había esperanza y el silencio de Dios era demasiado duro para ti. Y tú decías, dónde está mi Dios, por qué no ha venido, por qué no me escucha, mira mi condición, no puedo estar peor.

      Pero Dios no se había ido, ni se había distraído. Él estaba ahí, aunque no te diste cuenta, Él te confortó, aunque no lo notaste, Él te susurró al oído palabras de consuelo, aunque no podías verlo, Él no se apartó de tu lado.

      En ese momento de gravedad en el hospital o en aquel momento en que tu familiar se fue para siempre y tú solo tenías lágrimas en tu rostro, en ese momento cuando te dijeron que ya no te necesitaban más en el trabajo, cuando tu hijo se fue de la casa, o cuando caminabas solo y pensabas que no eras importante para nadie, o cuando tu esposa te miró con desprecio y te dijo: me voy para siempre.

      Pero Él nunca te abandonó.

      Ese es el verdadero milagro de este mundo. Un Dios tan grande y majestuoso que colocó con sus manos las estrellas, los astros, los planetas y que tiene el poder sobre todas las cosas, es el mismo que camina de tu lado, te cuida, te protege y te libra de tu condición perdida y te lleva hacia el camino de salvación eterna.

      En medio de una generación maligna, perversa, fría, egoísta e individualista somos cuidados por las manos de nuestro Señor.

      El enemigo acecha pero no tiene nada que hacer con los hijos de Dios.

      Por eso en este día tú caminas con seguridad. Tus pasos son firmes, estás siempre protegido/a por la diestra del Señor.

      Por eso puedes reafirmar hoy con total certeza: yo sé que aunque pase por aguas profundas no voy a perecer, yo sé que aunque los tiempos sean malos, Él no me soltará de su mano, yo sé que aunque la tristeza me domine, Él enjugará toda lagrima de sus hijos, yo sé que aunque pase por el fuego, no me voy a quemar, porque Él lo dijo y eso me basta.

      Nunca estás solo/a, Dios está contigo todos los días hasta el fin.

      Oración:

      La seguridad de tu presencia me reconforta todos los días de mi vida. Hoy elevo mi mirada al cielo dándole la gloria a mi Dios por darme el regalo maravilloso de su compañía. Aunque el mundo entero me abandone, no hay manera alguna que El Señor lo haga porque Él lo ha prometido. Camino con seguridad porque tú me has repetido una y otra vez que no tema, que no estoy a la deriva en medio de este mundo, por el contrario, la verdad más grande de mi vida es que tú estás conmigo. Amén.

      Mirando hacia el futuro

      “¿hasta cuándo llorarás a Saúl, habiéndolo yo desechado para que no reine sobre Israel?”

      (1 Samuel 16:1)

      Ante la desobediencia del rey Saúl, la orden del Señor para Samuel fue: ponte de pie ahora porque vamos a buscar lo nuevo, lo presente y lo que es mejor para el futuro.

      ¿Por qué sigues aferrado al pasado? ¿Por qué siempre miras hacia atrás, en lugar de mirar hacia adelante a las cosas que Dios está haciendo nuevas? ¿Hasta cuándo seguirás atado a la unción que ya pasó? ¿Hasta cuándo seguirás amarrado a lo que ya no edifica, ni construye, ni bendice?

      Disfrutamos las cosas del pasado y dimos gracias a Dios por ellas, pero ahora hay algo nuevo para nosotros.

      Hay quienes aún se siguen lamentando por aquel negocio que no hicieron, o por aquella palabra que no dijeron, o por aquella decisión que no tomaron, y aunque ya ha pasado el tiempo y deberían estar viviendo el presente con toda la intensidad, aún siguen refugiados en el pasado.

      Vidas que no se superan y así como siguen viviendo en el pasado, no solo siguen sufriendo por las mismas cosas de ayer, sino que también afectan a quienes tienen al lado.

      La vida es una sola y no se detiene jamás. Lo de ayer ha marcado nuestra vida, pero ahora hay cosas por vivir, un presente para disfrutarlo al máximo, algo nuevo y fresco de Dios que se levanta para nosotros cada mañana.

      A lo mejor en tu vida solo ha habido desprecio. A lo mejor no te han tenido en cuenta y simplemente te tratan sin consideración o no te han valorado en lo que tú sabes y hay un potencial que aún está por ser mostrado en este mundo.

      Pero Dios tiene propósitos para ti. Y el que era despreciado va a recibir el aceite nuevo que se está preparando, y el que no era nada para el mundo se convierte en el ungido de Dios que ha sido llamado para cambiar a su familia, o a su comunidad, o a su ciudad, o a su estado, o a la nación entera.

      Lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios y lo que no es, para deshacer lo que es. (1 Corintios 1: 28)

      No te desalientes. No te desanimes. A lo mejor en este momento de tu vida no sabes ni qué será de ti el día de mañana, pero mira hacia adelante, ya no mires atrás, hay todo un mundo de bendición y de unción que va a ser derramado sobre ti y serás conocido en el reino de los cielos, y el favor de Dios estará contigo.

      Oración:

      Amado Dios, sé que me renuevas a través de Cristo Jesús. Si estoy en Cristo soy nuevo y tus misericordias me alcanzan cada mañana. El bien y la misericordia me siguen y soy parte de la ciudadanía del pueblo escogido, estoy bajo tus pactos, me pertenecen tus promesas y tengo esperanza y Dios en este mundo. Por lo tanto, hoy solo puedo reconocer la obra de tus manos, sabiendo que aunque mi pasado no haya sido el mejor, mi presente y mi futuro contigo son de plenitud y de armonía en tu presencia. Amén.

      Dios te está buscando

      “Recorred las calles de Jerusalén, y mirad ahora e informaos; buscad en sus plazas a ver si halláis hombre, si hay alguno que haga justicia, que busque verdad; y yo la perdonaré” (Jeremías 5:1)

      Dios siempre que va a hacer algo en la tierra, busca un hombre o una mujer. Dios no busca un ángel o un ejército celestial para llevar a cabo esa labor que Él desea realizar. Él busca un hombre o una mujer pero que sean diferentes, que sepan escuchar su voz y que obedezcan a su Palabra.

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