Lo que nunca fuimos. Mike Lightwood
Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу Lo que nunca fuimos - Mike Lightwood страница 7

Название: Lo que nunca fuimos

Автор: Mike Lightwood

Издательство: Bookwire

Жанр: Языкознание

Серия: eLit LGTBI

isbn: 9788413753041

isbn:

СКАЧАТЬ

      El del cole??? Tu Rubén???

      Yo:

      Sí, tía

      Adivina quién es el profe de mis niños

      Natalia:

      No jodas!!!!

      Es coña, no?

      Yo:

      Qué va

      Me he quedado flipando

      Natalia:

      Y qué tal??

      Qué te ha dicho?

      Yo:

      Pues nada, la verdad

      No me ha reconocido, tía xd

      Natalia:

      No jodas

      Estás seguro?

      En realidad, no lo estoy. O, al menos, no del todo. Recuerdo esa expresión que me pareció ver en su rostro cuando le dije mi nombre. ¿De verdad fue solo mi imaginación, o realmente le cambió la cara al oír mi nombre? Y recuerdo también la pausa que hizo antes de pronunciar mi nombre en voz alta. ¿De verdad no me había reconocido? Sí, ya han pasado casi quince años, pero los amigos del instituto no se olvidan. Porque eso es todo lo que fuimos después de todo, ¿no? Amigos. Aunque yo habría querido ser más que eso. Mucho más que eso.

      Yo:

      No lo sé

      No me dijo nada

      Natalia:

      Y tú tampoco??

      Yo:

      No, la verdad es que no

      Me quedé muy bloqueado

      Natalia:

      Y no crees que a él le pudo pasar lo mismo??

      Erais muy buenos amigos, seguro que se acuerda

      Tampoco me resulta una opción descabellada. Después de todo, si a mí me chocó verlo, ¿por qué no iba a pasarle lo mismo a él? Uno no ve todos los días a su mejor amigo de hace quince años, aunque la cosa durara poco. Igual no estaba seguro de que fuera yo, o igual pensaba que era yo quien no se acordaba de él. Natalia tiene razón: éramos muy buenos amigos por mucho que después nos distanciáramos, así que es imposible que se haya olvidado de mí.

      ¿Verdad?

      Antes

      Lunes, 10 de enero de 2005

      Necesitaba ayuda.

      Y el único que podía ayudarme en aquella situación era mi hermano.

      —Luis —resollé sin aliento en cuanto llegué a casa, irrumpiendo en su habitación—. Te necesito.

      —¿Qué quieres, pesado?

      Estaba tirado en la cama, en calzoncillos, leyendo un cómic mientras se rascaba el paquete con aire distraído. Un espectáculo que hubiera preferido ahorrarme, pero tendría que aguantar si quería conseguir mi objetivo. Por lo general, solía evitar su habitación siempre que podía. Estuviera él dentro o no, siempre había tres constantes en ella: mal olor, calzoncillos por el suelo y pósteres. Muchos pósteres. Y la mitad eran de Star Wars, lo cual significaba que era la persona perfecta para sacarme de mi ignorancia.

      —¿Vemos Star Wars?

      Se quedó tan sorprendido que se le cayó el cómic de entre las manos. Me miró durante unos instantes, boquiabierto, antes de ser capaz de contestar.

      —Estás de coña, ¿no?

      Llevaba como mínimo diez de mis quince años recién cumplidos tratando de convencerme para que viera las películas con él, pero jamás lo había conseguido. Lo más cerca que estuvo fue una vez, cuando yo tenía seis o siete años, en la que me senté con él en el sofá mientras veía una de las películas. Todo iba bien hasta que, de repente, apareció una especie de babosa gorda y gigantesca que me hizo salir corriendo de allí, aterrorizado. Siempre pensé que esa escena me había creado un trauma y por eso jamás había vuelto a ver ninguna de las películas, porque desde ese momento me había negado en rotundo cada vez que me había propuesto ver alguna.

      —Tenemos que hacer un trabajo de Inglés sobre alguna película y mi compañero ha escogido Star Wars, así que… tengo que verlas.

      Podía ver un brillo de puro entusiasmo en sus ojos grises, los mismos que habíamos heredado los dos de nuestro padre.

      —Vale. Esta tarde empezamos el maratón —decidió—. ¿Prefieres el orden cronológico o el de estreno?

      —Eh. No sé. ¿Qué quieres decir?

      —A ver, ¿prefieres empezar por las originales o por las precuelas?

      Ya estaba hablando igual que Rubén, y a él tampoco lo entendía. Por suerte, Luis era mi hermano y no quedaría mal si se lo preguntaba.

      —Tío, que no sé de qué me estás hablando. Explícamelo.

      —En serio, ¿qué os enseñan en el instituto? —Soltó un suspiro de resignación—. A ver, primero se estrenó La Guerra de las Galaxias, que después se llamó Una nueva esperanza. Ese es el Episodio IV, que es de los setenta. Y después llegaron El imperio contraataca y El retorno del Jedi, que son los Episodios V y VI.

      —¿Por qué empezaron por el cuarto? —pregunté, un tanto confuso—. No tiene sentido, ¿no?

      —Es muy largo de explicar, pero lo importante es que esos fueron los primeros que se estrenaron. ¿Me sigues por ahora? —Asentí con la cabeza y él tomó aire para continuar—: Vale, pues hace como seis años comenzó la trilogía de las precuelas, que serían los Episodios I, II y III. De momento se han estrenado La amenaza fantasma y El ataque de los clones, pero este verano ya sale la tercera, La venganza de los Sith. ¿Lo pillas?

      Asentí una vez más con la cabeza.

      —Entonces, empezamos por el Episodio I, ¿no? La de los fantasmas esos.

      —Personalmente, no te lo recomiendo —respondió, negando con la cabeza—. Piensa que todavía falta el Episodio III, así que tendrías que pasar del II al IV y sería un poco extraño. Yo creo que es mejor que vayamos por el orden de lanzamiento. Empezamos por el Episodio IV, y después de terminarnos la trilogía original ya nos vemos las precuelas. ¿Te parece bien?

      No sabía ni qué decir; tanta información de golpe me resultaba abrumadora. Menos mal que eran solo seis episodios y no nueve.

      —Sinceramente, tampoco te creas que me he enterado mucho —admití—. Pero confío en ti, así que lo que tú digas.

СКАЧАТЬ