Название: Asfixia
Автор: Álex Mírez
Издательство: Bookwire
Жанр: Языкознание
Серия: Inmunidad
isbn: 9788416942473
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Lo que escuché me despertó más dudas. Si había soportado el gas, entonces, ¿mi organismo era diferente?, ¿cómo había llegado a serlo? A su vez, una pregunta más sustanciosa sustituyó a las demás: si los otros seis sobrevivientes también habían podido vivir aun con el gas en el aire, ¿por qué habían muerto tan pronto?, ¿y por qué yo no? ¿ASFIXIA había terminado por matarlos?
—¿Y ya estás seguro de que ella es inmune tal y como lo dices? —intervino la mujer pelirroja con cierta duda y desconfianza.
—Ella lo asegura y el informe lo confirma —alegó Julian.
La pelirroja enarcó una ceja y se removió en la silla, vacilante.
—No confío en papeles. Deberíamos verlo con nuestros propios ojos, confirmarlo del todo. No sé si saben que cuando la encontraron tenía una máscara en el rostro. Si es inmune, ¿por qué la usaba? —expresó ella con un claro tono de impertinencia.
El hombre a su lado la miró, dubitativo.
—¿Propones que la expongamos al gas? —le preguntó Ligre, a lo que ella asintió con la cabeza, afirmando.
—No, no podemos hacer eso, al menos no por ahora —se adelantó a intervenir Julian, negando con la cabeza.
—¿Qué sugieres tú? —preguntó Levi, dirigiéndose al doctor.
Julian se quedó en silencio por unos segundos y luego habló:
—Que le demos la atención médica que necesita, le expliquemos en dónde se encuentra y le permitamos integrarse. Luego con su consentimiento haremos las pruebas. Sé que es valiosa, pero continúa siendo una persona y debe saber lo que significa para el planeta.
Levi soltó una gran exhalación.
—De acuerdo, pero nadie puede enterarse de esto —terminó por decir después de unos minutos de silencio—. Para cualquiera que lo pregunte, ella es un miembro más de La RAI. No podemos ni siquiera arriesgarnos a que El Imperio sepa quién es Drey.
La mujer pelirroja se colocó de pie y le dedicó una mirada de contrariedad al comandante.
—Entonces, ¿tenemos que esconderla? ¿Ahora le guardaremos secretos a nuestra población? —resopló mientras afincaba sus manos sobre la mesa.
Levi no tardó ni un segundo en enfrentarla.
—Podemos salir y decirles que Drey tiene la clave para volver a la superficie, y eso les creará una esperanza, pero, ¿qué pasará si la investigación demuestra que no es posible obtener de ella lo que necesitamos?, o peor aún, ¿qué pasará si las pruebas no arrojan ningún resultado? Tendremos que volver a salir para decirles que solo eran suposiciones y que viviremos enterrados por siempre —soltó él con un tono autocrático que podía intimidar a cualquiera. A diferencia de ella quien se mostró enojada, él se dejó ver tranquilo pero imponente—. No es lo que quiero para mi gente y no es así como lo haré. Mi deber es resguardar a la población. Eso implica resguardar las ganas de vivir que perdieron y que poco a poco recuperaron aquí.
Se tomó un segundo para levantarse y le dedicó una mirada tajante a cada presente en la habitación. En ese instante, la pelirroja abrió la boca para protestar, pero Levi se apresuró a continuar:
—Ahora Drey es parte de mi población y también voy a protegerla. Si alguien se opone o tiene una objeción, perderá su tiempo al decirlo porque yo doy la última palabra. Y esa es que Drey se queda aquí, y la verdad sobre quién es, se mantendrá en secreto hasta que ordene lo contrario.
Todos se quedaron en silencio. Levi sí que sabía de qué manera imponerse para hacer entender que él llevaba las riendas del grupo. Sin embargo, a pesar de su tono autoritario e intimidante, lo que dijo de mí me hizo comprender algo importante: que ni Julian ni él querían lastimarme, y que quizás tampoco deseaban hacerlo aquellos dos que se hallaban presentes en el salón.
Sorpresivamente, una voz nueva para mis oídos se escuchó en el interior de la sala:
—¿Van a experimentar con ella?
Me acerqué más a la abertura de la puerta y pude darme cuenta de que había una quinta persona dentro del lugar en quien no había reparado. La dicción era femenina, suave y pausada, pero colmada de un tono inquietante, muy capaz de causar escalofríos.
—No, no es así como lo haremos. Primero tenemos que explicarle quién es y lo que puede llegar a ser —aclaró Julian.
Por más que intenté colocarme en una posición que me permitiera observar todo el plano, no lo logré.
—Creo que ya lo sabe —informó la voz misteriosa.
Cada uno de ellos fijó su vista en la puerta que, para mi asombro, se deslizó unos cuantos centímetros. Quise correr cuando todos me observaron, pero mis piernas me fallaron dejándome postrada en el sitio.
A pesar de eso toda mi atención recayó sobre la silueta que desaparecía por una puerta contigua. No supe entonces quién había hablado, ni sabía qué pasaría por ser descubierta husmeando.
Levi dio algunos pasos hacia mí y yo di otros hacia atrás. Por un microsegundo su imagen semejó a la del especialista Carter, pero después de parpadear volvió a normalizarse.
Ese era Levi, sí, no me cabía duda. No tenía puesta la boina y su cabello estaba despeinado dándole aspecto más informal, pero era él. Era el chico del diario. Aunque ya no era precisamente un chico…
—¿Qué haces fuera de la habitación? Debes volver, Drey, no estás en condiciones de pasear —objetó el doctor con preocupación, avanzando también hacia mí.
—Estoy bien, estoy bien —respondí alzando una mano para indicarle que no se acercara demasiado.
Él lo entendió, porque no dio otro paso más. Quien no captó el mensaje fue Levi, ya que se apresuró a acortar lo más que pudo el espacio que nos separaba.
—Te acompañaré —soltó después de detenerse cerca de la entrada.
—No —negué velozmente— quiero hablar contigo a solas —me atreví a decir sin demasiada seguridad.
—Con «usted» —intervino la mujer pelirroja en tono de reproche, dando un paso hacia adelante para hacerse notar—. Estás hablando con el comandante, un superior.
Levi le dedicó una mirada no muy agradable, y eso bastó para hacerla callar. Ella tensó la mandíbula con impotencia.
—Claro que podemos hablar, Drey. Vayamos a tu habitación —terminó por decirme.
—¡No! —exclamé—. Aquí, que sea aquí.
—Entonces así será. СКАЧАТЬ