A la salud de la serpiente. Tomo II. Gustavo Sainz
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Название: A la salud de la serpiente. Tomo II

Автор: Gustavo Sainz

Издательство: Bookwire

Жанр: Языкознание

Серия: Biblioteca Gustavo Sainz

isbn: 9786078312054

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СКАЧАТЬ un tocadiscos prestado y nos ponemos a contarnos chistes, a oír a juliette gréco o a platicar de todo, padrísimo, no saben, bueno, lo del currículum quién sabe qué me da porque no sé exactamente qué debo poner, esta nevando, te pongo todo y quitas aquello que te haga carcajearte, así como que puse y dirigí dos obras de teatro mías en la universidad, ¿eso se debe poner?, ¿o que gané una rosa de oro que luego se la regalé a una muchacha?, ¿ves cómo no sé lo que se debe poner en un currículum de esos?, lo de mis obras lo puse para esta beca, pero creo que lo único que produce es risa pensando que yo me creo muy salsa al decir que he dirigido dos obras mías, en fin, se los mando adjunto y ustedes elegirán, no es mucho, creo que de veras tendrán que agregarle algunas cosas, no sé, bueno, me despido, los dejo en paz, repito, no se olviden de que existo y recuerden que los quiero un chorral, los quiero con tubo, carajo, a pesar de que estoy flaco y jodido, a pesar de la tranquilidad, y sin mi luenga barba,

      athanasio

      O:

      Periódico Tele/Express

      Barcelona, España

      Noviembre 20, 1968

      el juzgado de orden público

      ordenó la destrucción del libro

      “los escritos del che”

      Ayer, inspectores del Cuerpo General de Policía procedieron a la destrucción de los tres mil ejemplares, totalidad de la edición de la obra Los escritos del Che, de Editorial Lumen. Dichos ejemplares habían sido secuestrados semanas atrás y se encontraban a disposición del juez de Orden Público de Madrid. Los escritos del Che recogían una serie de originales de Ernesto “Che” Guevara. La obra no había llegado a ser difundida en nuestro país.

      Y:

      Querido amigo: Éste es pues el segundo episodio del “caso”. Guillotinaron los libros en la misma imprenta donde se encontraban sellados desde el secuestro. Los cortaron meticulosamente en cuatro partes simétricas, de 10 en 10, y a medida que los papeles iban cayendo al suelo, otros los recogían, los metían en sacos muy limpios, los cargaban en un camión y se los llevaban. El hecho es más que una pura formalidad, es un acto simbólico para nosotros, el impresor y todos los demás editores e impresores del país.

      Todo eso se realizó por orden del Juzgado de Orden Público cuando todavía ningún juez había declarado que en la obra había “materia delictiva” y, por supuesto, cuando no había habido ni proceso ni sentencia. Un espléndido golpe de cojones, y perdone la palabra pero es la única adecuada.

      Lo esencial ahora es no manifestar tristeza ni desmoralización. Seguir adelante con las quejas a través de las escasas vías legales que aún nos quedan. Pronto ya no las habrá y todo será más sencillo. La cosa va de mal en peor.

      Le ruego divulgue al máximo la noticia entre sus amigos y en la prensa si es posible. Es un gran favor que le pido.

      Cordialmente,

      Beatriz de Moura

      O:

      Querido Gustavo: Un poco atrasado (la primavera) pero te respondo:

      1. Gazapo irá a la imprenta en 15 días. Espero tengamos éxito.

      2. Discos: contéstame haciéndome saber cuántos dólares te envío para cubrir la compra de los siguientes discos:

      a) El banquete de los Rolling Stones (último)

      b) El nuevo de los Beatles (doble, todo blanco y con los pósters chiquitos de ellos)

      c) Uno plateado doble que han publicado los Cream.

      d) Experiencias de Jimmy Hendrix, también doble y último.

      e) Wilson Picket, long play que contiene Hey Jude, o en su defecto el simple.

      3. ¿Será posible tener en Buenos Aires algunos de esos títulos porno o eróticos de que hablas?

      4. Haz las crónicas de México todo lo agresivas que quieras y envíamelas. ¿Cuánto tardarás?

      5. ¿Por qué no me hablas más de tu libro en proceso, de tus cuentos (cantidad de páginas, títulos, título), y de tu libro de ensayos (temas, longitud, ya sabes).

      6. En la aduana postal que yo sepa no tendré problemas con tus envíos.

      7. ¿No quieres que te envíe los libros a Iowa en vez de a México?

      Espero tus noticias pronto. Un abrazo de Jorge Álvarez

      Periódico El Mexicano

      Mexicali, Baja California

      Jueves 28 de noviembre de 1968

      Página seis

      Cartas de nuestros lectores:

      Se nos pide publicar lo siguiente:

      Señor licenciado don Rafael Martínez Retes

      Ciudad

      Muy estimado señor licenciado y fino amigo:

      Desde las páginas de este periódico le envío un afectuoso saludo, necesario, porque hace muchísimo tiempo que no han coincidido nuestros caminos. Tengo el deseo, también, de hablarle acerca de un artículo suyo que apareció recientemente en un semanario local, y en el cual le carga a nuestro común amigo, don Cristóbal Garcilazo, algún milagrito que en mi concepto no ha realizado. En realidad, don Cristóbal se limitó a cumplir como un caballero de la pluma, con algo que consideró un deber a pesar de sentirse tal vez un poco oficioso. ¿La razón? La Familia y la Patria, señor licenciado, son algo demasiado sagrado para ser realmente oficioso cuando se tocan.

      Sin embargo, algo sucedió, y tal vez me sea posible decírselo de este modo: aunque desde luego tengo la certeza de que no constituye su lectura habitual, por distracción habrá leído usted alguna vez esos cuentos de vaqueros hechos para niños y usados por adultos en ocasiones para conciliar el sueño.

      Pues bien, un personaje muy usado y necesario en estos cuentecillos, lo constituye el “villano”, hombre más o menos listo, a cuya destreza añade el ser extremadamete ambicioso, soberbio y nulo en escrúpulos. Generalmente vive en algún pueblito del Oeste, casi siempre con pocas comunicaciones; los mejores negocios del pueblo son suyos, entre los cuales nunca falta el “saloon” en donde se reúne toda clase de gente.

      Se rodea de pistoleros, asesinos a sueldo, abusivos y sin honor, dispuestos a causar, cuando menos, molestias a los vecinos del pueblo, como para que estos no olviden quién es el que manda allí. A quien le cae mal, le manda quitar su empleo o le molesta en sus propiedades. Si alguien muere y deja fortuna, no le falta manera de hacer que la venda, y si hay algún huérfano indefenso, en alguna forma termina por ser víctima. (Esto último es la especialidad de los “villanos”.)

      Llega un momento en que, cuando dispara un salivazo sobre la escupidera, ésta se tambalea, y si no se voltea es porque él la sostiene con la fiereza de su mirada, pero el ruido producido hace salir a la carrera y con el rabo entre las patas a todos los perros del pueblo.

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