Modelando el emprendimiento social en México. Группа авторов
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СКАЧАТЬ realmente enfocados en valor social a largo plazo?

      Figura 1.3. Proceso de emprendimiento social

      Fuente: Lumpkin, Moss, Gras, Kato, Amezcua, 2013.

      Teniendo estas preguntas en mente, invitamos a los lectores a que estudien el caso que acompaña este capítulo, DOOPLA, una organización iniciada por cuatro estudiantes de Negocios que se preguntaron: “¿Pueden el crowdfunding y el préstamo entre particulares ser exitosos en México?”. Desde esta pregunta inicial, desarrollaron un modelo de negocios para lograr que el sector financiero fuera más accesible a la clase media mexicana. Después de leer este caso, regrese a las cuatro preguntas formuladas y decida si la organización y sus fundadores cumplen con los criterios aquí ofrecidos.

Doopla nacía legalmente en marzo de 2014 (las operaciones formales en febrero de 2015) con un modelo que atraía a muchos solicitantes de crédito, pues permitía obtener recursos que no los descapitalizaban y a miles de inversionistas, pues obtenían mejores rendimientos y, al mismo tiempo, ayudaban a personas responsables a alcanzar sus metas. Sin embargo, en 2016, su director, Juan Carlos, observaba que la tracción de la empresa no era —todavía— lo suficientemente fuerte para una firma basada en la tecnología y en la economía colaborativa. Esto lo hacía cuestionarse sobre el futuro de la compañía. ¿Cómo crear confianza en las personas para que se animaran a utilizar la plataforma? ¿De qué forma afectaría a su modelo la regulación de empresas fintech que estaba por salir el siguiente año? ¿Realmente el público mexicano tendría la capacidad de apreciar las bondades del modelo?
Motivación personalJuan Carlos Flores trabajó durante gran parte de su carrera profesional en INFONAVIT, instituto tripartito (formado por trabajadores, empresarios y el gobierno) que ostentaba ser el administrador y originador de créditos hipotecarios más grande de América Latina. Relata:Los años que laboré en el sistema financiero me hicieron constatar que los mexicanos no tenían opciones para acceder a créditos —al consumo— con tasas baratas. Por ejemplo, las instituciones tradicionales otorgaban créditos a través de tarjetas de crédito, principalmente, pero a tasas cercanas a 60%.
Las tasas de interés en el sistema financiero mexicano eran altas, principalmente por la combinación de tres factores: 1) grandes sumas de dinero destinadas a la atención de usuarios a través de la red de sucursales; 2) el cumplimiento de la regulación que obligaba a las entidades a contar con la generación de reservas crediticias pues estas instituciones prestan dinero a través de sus propios recursos, 3) la robusta estructura corporativa de las instituciones tradicionales. Al respecto, afirmaba Juan Carlos:Nos dimos cuenta de que estábamos en un momento ideal. La tecnología digital nos permitía bajar costos, porque no necesitábamos cientos de sucursales ni miles de ejecutivos. En otras palabras, la tecnología nos permitía alcanzar y servir a más gente con menos inversión si nos comparábamos con las instituciones tradicionales, por ejemplo.
Este hecho, aunado a que cada día más mexicanos estaban familiarizados con el uso de la tecnología y demás mecanismos, abría la posibilidad de mejorar las tasas de interés.Los fundadores de Doopla estaban convencidos de que podían ofrecer mejores tasas de interés que permitiría a más personas obtener préstamos con condiciones propicias para resolver sus necesidades de crédito y sin pagar excesivos intereses. Por otra parte, también podían ofrecer un mayor rendimiento a quienes prestaban su dinero directamente a los solicitantes de crédito, otorgándoles mejores tasas de interés, sobre todo comparándolas con las que ofrecían los productos tradicionales de ahorro e inversión. El equipo entendió que era la gran oportunidad para comenzar un cambio en el sistema financiero mexicano.
Crowd lending con visión socialEl modelo de financiamiento sobre el que Doopla se sustentaba había sido creado en 2005 por la iniciativa de emprendedores que dio origen a Zopa. El modelo crowd lending, también conocido como peer-to-peer lending, se basa en la premisa de que muchas personas invierten en otras y las ayudan a alcanzar sus metas financieras a través de créditos directos, sin la necesidad de terceros intermediarios. Zopa creció exponencialmente y, un año después del inicio de operaciones, conjugaba a 120,000 personas con movimientos diarios por 100,000 libras.
El modelo se replicó rápidamente. En Estados Unidos nació Lending Club, que alcanzó un valor de mercado de 2,000 millones de dólares en 2014. Otras empresas que desarrollaron un modelo similar fueron Prosper y SOFI, en Estados Unidos; Rate Setter y Comunitae, en Europa, y Cumplo, en Chile, convirtiéndose en la primera empresa latinoamericana en realizar este tipo de transferencias. En México la industria se encuentra en una etapa aún incipiente, en donde, además de Doopla, destaca la empresa Prestadero.
La mecánica del préstamo era muy simple. A través de una plataforma tecnológica, la empresa se convertía en un vinculador entre prestamistas y los solicitantes. Se ofrecían herramientas para ambos con la finalidad de brindar la información suficiente que permitiera cerrar el trato. Además, ayudaba a fijar las tasas de interés, ajustándolas por nivel de riesgo. Una vez logrado el acuerdo, el inversionista enviaba el dinero, generalmente a través de una cuenta concentradora que depositaba el monto en la cuenta del solicitante. La empresa obtenía una comisión de ambas partes. La cobranza de los créditos corría a cargo de la plataforma, en donde se cuenta con un modelo de cobranza integral similar al de las instituciones tradicionales.
Doopla y su modelo de apoyo socialDe acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el crowdfunding tenía la capacidad de reducir la desigualdad de los ingresos al cerrar la brecha entre la demanda de préstamos y la oferta de capital. La experiencia profesional de los socios constataba que en México la gente necesitaba créditos más accesibles.La brecha en el diferencial de las tasas de interés en México era impactante y mucho más grande que en Europa o Estados Unidos. Según datos de CONDUSEF y de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera, el diferencial de las tasas de interés en los créditos al consumo era de 60 puntos porcentuales. Ante esta realidad, Doopla se planteaba el reto de hacer un negocio que fuera rentable y que a su vez ayudara a las personas y a la economía de las familias.
Sin embargo, aunque el uso de internet ya había sido adoptado por un gran número de mexicanos, los usos y costumbres eran diferentes a los de Europa o Estados Unidos. Juan Carlos y sus socios se cuestionaron cómo podían tomar ventaja de los nuevos avances tecnológicos para ofrecer una experiencia de negocios con un valor agregado para los usuarios, tanto inversionistas como solicitantes. Sabían que el éxito de su modelo radicaba en aprovechar las ventajas de la tecnología para reducir costos y mostrarse como una mejor opción al consumidor final.
El inicio de una nueva opciónDoopla tenía la firme intención de ofrecer un servicio que permitiera reducir el diferencial de las tasas de interés para beneficio de la población. Por esa razón, se habían enfocado en los préstamos personales y no en los empresariales. “Queríamos cambiar un sistema que СКАЧАТЬ