Название: Soltería. Noviazgo. Compromiso. Matrimonio
Автор: Ben Stuart
Издательство: Bookwire
Жанр: Религия: прочее
isbn: 9781646910939
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Para otros, el noviazgo es absolutamente su tema favorito de conversación. Cuando la palabra viene a la mente, ella piensa en el muchacho apuesto que sí le envió un texto. Sus pensamientos vuelven a ese momento cuando vio aparecer su nombre en la pantalla de su teléfono, enviando un mensaje donde preguntaba si sería posible ir a cenar juntos. Ella recuerda con cariño el momento que mostró el texto a sus amigas, y con un súbito aumento colectivo de adrenalina, los comentarios comenzaron a surgir: “¡te mandó un texto! ¡Te dije que le gustas! ¿Qué vas a decir? ¡Dile que sí! ¡Serán una pareja bonita! Tu nombre suena muy bien con su apellido”. O, usted es el muchacho que envió el texto y sintió que su corazón palpitaba fuertemente mientras esperaba la respuesta de ella. Después de sufrir unos segundos de agonía, usted sintió la satisfacción profunda del éxito al leer la respuesta de que a ella le encantaría pasar un tiempo con usted. Sonriendo para sus adentros, dejó caer el teléfono y susurra: “¡Atención mundo! ¡Un experto está en acción! ¡Digan mi nombre!” Para algunos el tema del noviazgo provoca un torrente de emociones positivas, porque usted sabe la emoción de estar interesado en alguien y descubrir que esa persona también siente el mismo interés por usted.
Sin embargo, para otros, cuando piensan acerca de las relaciones no evocan sentimientos de ansiedad o de anticipación, sino los de agonía. Unos años atrás en Breakaway, el ministerio que dirijo en la universidad de Texas A & M, tuvimos un servicio de adoración para miles de estudiantes en Kyle Field. Yo estaba hablando de la naturaleza tóxica de los secretos, cómo ellos pueden agotar nuestra energía y robar nuestra alegría. Aunque les desafié a hablar con un compañero de confianza o mentor acerca de las cosas que les producía mucha inquietud, les alenté, como un primer paso, a escribir algunos de sus secretos en un pedazo de papel y a colocarlos en recipientes que teníamos cerca de la pista. Miles de jóvenes pasaron adelante. Durante los próximos días, mi equipo y yo leímos sus escritos, orando por los estudiantes que querían liberarse de la carga de la culpa y la vergüenza que llevaban siendo aún tan jóvenes. Lo que he visto incluso a mí me sorprendió. Tal vez tres o cuatro de cada cinco de los escritos hablaban de la angustia profunda y la herida desesperante que provocaba una relación romántica que no había funcionado. Algunos expresaron sus lamentos acerca de una relación en la que se habían quedado por mucho tiempo. Otros lamentaron por entregar excesivamente de sí mismos en lo emocional o físico a quien no era digno de su afecto. Otros expresaron remordimiento por traicionar la confianza. La magnitud del dolor relacional expresado en este montículo de confesiones fue abrumadora. En mis años de ministerio entre los jóvenes, puedo decir, que nadie llora como los quebrantados de corazón. El impulso interior de tener una pareja es bueno, incluso poderoso. Pero, cuando no funciona, la separación puede ser intensamente dolorosa.
Por lo tanto, si tener una pareja es deseable y peligroso, ¿cómo lo hacemos correctamente? Antes de profundizar en algún consejo sobre qué hacer, necesitamos saber dónde estamos. Investigar las características del ambiente, nos ayudará en nuestro intento de navegar las complejidades de la vida y el amor en los tiempos modernos. Así que vamos a empezar con algunas cosas que sí sabemos.
Primero, la gran mayoría de los jóvenes quieren casarse. Los estudios más rigurosos y fiables disponibles hoy en día dan un porcentaje alto del 90 por ciento. Así que los rumores de la muerte del matrimonio han sido muy exagerados.1
Segundo, la gran mayoría de los jóvenes hoy en día se casarán. No sólo se casarán, sino que la mayoría de ellos lo harán durante la edad de sus veinte años. En el 2012, el 80 por ciento de los estadounidenses de más de veinticinco años era, o había estado, casado. O sea, cuatro casados de cada cinco2. Además, un 13 por ciento, aunque no estaban casados, se dice que vivían con una pareja a largo plazo. Si bien hay cambios importantes en nuestra cultura hoy en día con respecto a cuándo, y si, casarse, la realidad es que la mayoría de las personas en el planeta quieren casarse y se casarán3. Por lo tanto, si eres un estudiante universitario, leyendo esto, probablemente pasarás por las distintas fases de la vida de soltería, noviazgo, compromiso y matrimonio todo en una sola década.
En estas dos áreas, el deseo de casarse y la probabilidad de matrimonio en su futuro, no es muy diferente de las generaciones que han pasado antes de usted.
Sin embargo, hay una forma que los jóvenes de hoy día son diferentes a sus predecesores. Ellos esperan más tiempo para contraer matrimonio que cualquier otra generación en la historia. Hoy en día, la edad media para una mujer joven que se va a casar es veintisiete. Para los hombres jóvenes es veintinueve años de edad4. Para poner eso en perspectiva, en la década del 1990, el promedio de edad en la que una mujer se casaba era de veintitrés años. Los hombres se casaban alrededor de la edad de veintiséis5. Este es un cambio significativo en solo las dos últimas décadas, que plantea una pregunta importante. ¿Por qué, si la mayoría de los jóvenes quieren casarse, esperan tanto tiempo para hacerlo? Como sucede a menudo, no hay una respuesta simple. En cambio, hay una variedad de razones, algunas de las cuales pueden resonar con usted más que otras.
Primero es el miedo al divorcio. Mucha gente joven ha sufrido el divorcio de sus padres y todavía sienten el dolor que eso ha provocado6. En respuesta, han jurado de no precipitarse para el matrimonio y correr el riesgo de cometer el mismo error7.
¡Otros no temen a que fracasarán en el matrimonio, pero el matrimonio sí los destruirá! En el pasado, el matrimonio solía ser considerado como el primer paso hacia la edad adulta. Ahora es el último paso. Creyendo que una relación de compromiso puede interferir con sus metas de carrera, ellos eligen ahora el impacto profesional y aplazan la intimidad personal hasta más tarde8.
También la confusión que surge de las formas modernas de comunicación desempeña un papel en la demora para el matrimonio. El rápido aumento de la tecnología ha creado varios medios de conexión con otras personas. Por desgracia, esto ha complicado la manera de cómo iniciar la conversación romántica. En el pasado, si alguien quería invitar a otra persona para una cita, la llamaría. En la actualidad, muchos jóvenes piensan que eso es extraño. Algunos creen que es más cortés enviar un texto. Otros piensan que eso es muy informal. La falta de claridad de cómo hacer una invitación en realidad ha demorado el proceso del noviazgo.
Otros han quedado paralizados por las interminables opciones de citas que hoy en día hay a disposición. Un estudio realizado en Filadelfia reveló que un gran tercio de todas las parejas vivían dentro de un radio de cinco cuadras el uno del otro antes de que se casaran. Sólo el 17,8 por ciento eran de diferentes ciudades9. Hoy en día los jóvenes pueden entrar en línea y charlar con personas de todo el mundo. Las aplicaciones de citas han ampliado las posibilidades de conseguir parejas, las cuales han causado que los jóvenes calmen su deseo de comprometerse con un solo individuo. ¿Qué tan seguro estoy de que no viene alguien mejor, cuando veo miles de parejas potenciales en mi celular todos los días?
Combinado a esta tensión está la presión para encontrar un “alma gemela”. Con esto quiero decir el creciente impulso de buscar mucho más que una pareja para compartir la vida. Quiero alguien que pueda llenar cada vacío en mí, despertar dones latentes en mi interior y continuamente seducirme con un gozo emocional sublime. Esto pone una presión tremenda en otro ser humano10.
Para otros avanzar hacia el matrimonio está impedido por buscar la satisfacción de los deseos sexuales fuera de una relación comprometida. En el pasado, el deseo sexual servía como una fuerza para impulsar a las personas a casarse, porque el matrimonio era el lugar más seguro y más aceptable para tener relaciones sexuales. Ahora la sociedad ha eliminado en gran medida cualquier СКАЧАТЬ