Condenando la Esperanza. Dr. Luis María Viale
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Название: Condenando la Esperanza

Автор: Dr. Luis María Viale

Издательство: Bookwire

Жанр: Документальная литература

Серия: Grito hoy al cielo

isbn: 9789877620641

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СКАЧАТЬ debe ser percibido como una solución posible al problema de la inseguridad sino, tal como lo sostiene el papa Francisco, como “un síntoma de una cultura que ha dejado de apostar por la vida; de una sociedad que poco a poco ha ido abandonando a sus hijos” (5). La existencia de centros de detención de jóvenes y niños tal como están concebidos debería generarnos una profunda tristeza y el fuerte deseo de encontrar nuevas soluciones a este problema.

      En los actuales centros de detención de menores, al joven infractor de la ley penal se lo somete a una serie de brutalidades típicas de la cárcel de adultos. Esto genera que cuando muchos jóvenes egresan se transforman de oprimidos en opresores y cometen delitos que nos dañan como sociedad, y los dañan como personas. La función rehabilitadora/socializadora de los centros de detención para adultos es prácticamente nula: son centros de castigo que se fundan en el “secuestro del tiempo”. Con los jóvenes sucede algo similar pero con el agravante de que, mal que les pese a muchos, según la legislación vigente, según la Convención de los Derechos del Niño estos jóvenes siguen siendo niños. Las cárceles, tanto de adultos como de jóvenes, tal como están concebidas hoy, salvo rarísimas excepciones, son espacios de deshumanización, escuelas del crimen y galería de perversiones. En la medida en que los centros de detención de menores sean cárceles, se fortalece la desesperanza en la sociedad y en los jóvenes. Por el contrario, en la medida en que los centros de detención se transformen en un verdadero centro socioeducativo será un centro de fabricación de la esperanza para la sociedad y para los jóvenes.

      Cuando encerramos a un joven, debemos ser conscientes de que quien encierra a un joven también se encierra a sí mismo: se encierra en sus ideas y en sus miedos, nos impide disfrutar y aprovechar de la inteligencia, la creatividad, el amor, y la honestidad de ese niño que pusimos tras las rejas de metal.

      2- Diálogo entre dos empleados del Complejo Esperanza una madrugada posterior a un motín en el que hubo menores y guardias heridos.

      3- Reguillo Cruz, 2004, p. 156.

      4- Miguel Hernández, Las Cárceles, El hombre acecha, 1937-1939.

      5- Papa Francisco en Juárez (México), 17 de febrero de 2016.

      La madre de todas las cárceles: el auri sacra fames

      La sagrada hambre del oro, “la adoración del antiguo becerro de oro”

      No se puede servir a Dios y al dinero

      (Lc 16, 24).

      “¿Cuál es la gloria de Dios?

      Que el hombre viva bien,

      con dignidad”

      (Obispo Gustavo Carrara).

      Cuando encerramos a un niño, ¿vemos nuestra devoción al becerro de oro?

      “En el último milenio construimos nuestras máquinas

      y en este nos convertiremos en ellas.

      No debemos temer, porque así como ocurre

      con cualquier artefacto tecnológico,

      las absorberemos en nuestros propios cuerpos”

      (Rodney Brooks).

      Cada avance tecnológico permite incrementar alguna capacidad cognitiva y/o motora preexistente; pero asimismo los adelantos tecnológicos conllevan una manera de pensar y actuar en el mundo.

      El desarrollo tecnológico debe contextualizarse dentro de un marco de necesidades, problemas y finalidades. En otras palabras, es imposible separarlo del contexto social (vg. político y económico) y cultural (vg. científico, educativo, etc.). Con cada avance tecnológico la humanidad resuelve grandes problemas, al tiempo que acentúa una posición ideológica y una manera de relacionarse con el mundo natural y social.

      Los productos de la ciencia no son neutros; encubren, a través de elecciones aparentemente instrumentales, un estilo de vida propuesto СКАЧАТЬ