Название: Tres perspectivas sobre el milenio y el más allá
Автор: Darell L. Bock
Издательство: Bookwire
Жанр: Религия: прочее
isbn: 9781629462271
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Posmilenialismo en la Reforma
Después, como afirma Bloesch: «el posmilenialismo experimentó un crecimiento en la edad media» como lo demuestran los escritos de Joaquín de Fiore (1145-1202) y otros.12 Pero el posmilenialismo más completamente desarrollado aparece durante los siglos XVII-XIX, especialmente bajo influencia puritana y reformada en Inglaterra y Estados Unidos. Rodney Peterson escribe que «este punto de vista había sufrido cambios, especialmente desde el tiempo de Thomas Brightman (1562-1607)». Brightman es uno de los padres del presbiterianismo en Inglaterra.13 El libro “A Revelation of the Revelation” [Una revelación del Apocalipsis] publicado después de su muerte en 1609 explica en detalle su punto de vista posmilenialista y muy pronto llegó a ser una de las obras más traducidas en su tiempo. De hecho, algunos historiadores de la Iglesia consideran esta obra la «revisión más importante e influyente en inglés del concepto reformado y agustiniano del milenio»14. Fue por tanto Brightman el que sistematizó (no engendró) el posmilenialismo en el tiempo moderno.
Bloesch nombra otras figuras importantes de esta “época de oro” del posmilenialismo: Samuel Rutherford (1600-1661), John Owen (1616-1683), Philipp Spener (1635-1705), Daniel Whitby (1638-1726), Isaac Watts (1674-1748), los hermanos Wesley (en los 1700), y Jonathan Edwards (1703-1758).15 A esta lista podríamos añadir a Juan Calvino (1509-1564) como un posmilenialista incipiente.16 En el prefacio del discurso al Rey Francisco I de Francia, Calvino escribe:
Nuestra doctrina debe sobresalir invencible sobre toda la gloria y sobre todo el poder del mundo, porque no es de nosotros, sino del Dios viviente y de Cristo, a quien el Padre nombró Rey para «reinar de mar a mar, y desde los ríos hasta los confines de la tierra . . .» Y Él reinará de tal manera que quebrará la tierra entera con su fuerza de hierro y bronce, con su brillantez de oro y plata, haciéndola añicos con la vara de su boca como si fuera un vaso de barro, tal como los profetas profetizaron en cuanto a la magnificencia de su reino.17
Calvino es un precursor del posmilenialismo de los reformadores Martín Bucer (1491-1551) y Teodoro Beza (1519-1605). A continuación de estos, pero aún con más claridad, están los puritanos William Perkins (1558-1602), William Gouge (1575-1653), Richard Sibbes (1577-1635), John Cotton (15841652), Thomas Goodwin (1600-1679), George Gillespie (1613-1649), John Owen (1616-1683), Elnathan Parr (¿?-1632), Thomas Brooks (1608-1680), John Howe (¿?-1678), James Renwick (¿?-1688), Matthew Henry (1662-1714), y otros.
La forma puritana del posmilenialismo generalmente enseña, no solo la gloria futura de la Iglesia, sino también que el milenio en sí no comenzará hasta que los judíos se conviertan; y que progresará rápidamente después, prevaleciendo sobre la tierra literalmente durante mil años. Una Iglesia purificada y un gobierno justo regido por la Ley de Dios, se levantarán bajo esta efusión intensa del Espíritu. Todo esto culmina al fin, con el conjunto de eventos asociados con la segunda venida de Cristo. Muchos de los puritanos enseñaron también que los judíos volverían a su tierra durante este tiempo.18
Posmilenialismo moderno
Los posmilenialistas genéricos19 de los siglos XIX y XX generalmente no enseñaban que el pueblo judío volvería a su tierra en cumplimiento de la profecía —aunque Ian Murray y Erroll Hulse son excepciones notables y contemporáneas de esto—. Ellos también creen que el milenio abarca toda la fase de la historia de la Iglesia conocida como El Nuevo Pacto, desarrollándose gradualmente desde el tiempo de Cristo hasta su segunda venida.
Algunos posmilenialistas genéricos prominentes incluyen: Jonathan Edwards (1703-1758), William Carey (1761-1834), Robert Haldane (1764-1842), Archibald Alexander (1772-1851), Charles Hodge (1797-1878), Albert Barnes (1798-1870), David Brown (1803-1897), Patrick Fairbairn (1805-1874), Richard C. Trench (1807-1886), J. A. Alexander (1809-1860), J. H. Thornwell (1812-1862), Robert L. Dabney (1820-1898), William G. T. Shedd (1820-1894), A. A. Hodge (1823-1886), Augustus H. Strong (1836-1921), H. C. G. Moule (1841-1920), B. B. Warfield (1851-1921), O. T. Allis (1880-1973), J. Gresham Machen (1881-1937), John Murray (1891-1975), Loraine Boettner (1903-1989), y J. Marcellus Kik (1903-1965). Defensores contemporáneos incluyen Norman Shepherd, John Jefferson Davis, Erroll Hulse, Ian Murray, Donald Macleod, Douglas Kelly, John R. deWitt, J. Ligon Duncan, Henry Morris III, y Willard Ramsey.
Un desarrollo dentro de la tradición posmilenialista desde los años 1960 se llama Reconstruccionismo Cristiano, que involucra la ética teonómica (teonómia quiere decir Ley de Dios). El posmilenialismo teonómico (una característica del Reconstruccionismo Cristiano) combina la idea de un aumento gradual de justicia entre las dos venidas de Cristo con los intereses sociales de los puritanos. El posmilenialismo teonómico enseña un retorno lento a las normas bíblicas de justicia civil como una consecuencia del éxito de la predicación del evangelio por medio del evangelismo, misiones, y educación cristiana. La perspectiva político-judicial del Reconstruccionismo incluye la aplicación de los preceptos de justicia contenidos en las leyes del Antiguo Testamento, interpretados correctamente, adaptados a las circunstancias del nuevo pacto, y aplicados adecuadamente.20
A pesar de la incomprensión general del interés que muestra el Reconstruccionismo en los asuntos socio-políticos, el teólogo evangélico Ronald H. Nash afirma: «No son solamente los posmilenialistas los que pueden ver que su idea del papel central que juegan el evangelismo y la obediencia cristiana a la Palabra de Dios en la transformación de la sociedad está lejos de las repetidas distorsiones» que comúnmente hacen de ella ciertos oponentes.21 Como lo afirma Mark Noll: «La teonomía se parece mucho al liberacionismo populista, sin embargo, debido a que insiste en tener fundamentos teológicos cuidadosamente formulados para la acción política, también aboga por una reflexión política más responsable que lo que se acostumbra en la tradición evangélica».22
Los reconstruccionistas afirman fuertemente la separación entre la Iglesia y el estado.23 Por eso, rechazan la relación a veces tan cercana entre ellos, promovida por los puritanos de Inglaterra y Estados Unidos. Sin embargo, admiran el interés profundo de los puritanos en la aplicación de toda la Palabra de Dios a todos los asuntos de la vida, incluyendo la justicia civil. Un ejemplo de un puritano que anticipó el movimiento de Reconstrucción es el prominente teólogo de Escocia, George Gillespie, quien fue una de las estrellas más brillantes de la Asamblea de Westminster.24 Gillespie argumenta:
«El magistrado cristiano está igual de obligado a guardar la ley jurídica de Moisés como lo estaba el magistrado judío». También nota que las palabras de Cristo en Mateo 5:17-19 (un texto favorito de los reconstruccionistas) «se pueden aplicar a la ley jurídica, pues son parte de la Ley de Moisés».25 Debido a que muchos oponentes del Reconstruccionismo reconocen la semejanza entre este y el puritanismo, al Reconstruccionismo también se le conoce como «neo-puritanismo».26 Otra característica del posmilenialismo teonómico (aunque no es un tema esencial para él) es el trato preterista a un gran número de los pasajes del gran juicio en el Nuevo Testamento. El enfoque preterista (palabra que viene del latín y significa “pasado”) de ciertas profecías, enseña que la Gran Tribulación (Mateo 24:21) ocurrió en la generación que vivía cuando Cristo habló (Mateo 24:34); el libro de Apocalipsis espera que los eventos que relata acontecerán “pronto” (Apocalipsis 1:1, 22:7, 12), porque en el día de Juan, «el tiempo está cerca» (Apocalipsis 1:3; 22:10); y el Anticristo fue un fenómeno del primer siglo (1 Juan 2:18,22; 4:3; 2 Juan 7).27
El preterismo coloca las profecías de maldad intensa y oscuridad sombría en el primer siglo, concentrándose en los acontecimientos de la persecución de Nerón que duró cuarenta y dos meses (64-68 d.C., cf. Apocalipsis 13:5), la guerra de cuarenta y dos meses entre los judíos СКАЧАТЬ