España Verde. País Vasco, Cantabria, Asturias y Galicia. Dominique Sellier
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СКАЧАТЬ en tres tramos: el macizo asturiano, que es una prolongación del macizo Galaico, donde se encuentran los Picos de Europa; las montañas de Cantabria, que muestran un relieve típicamente alpino, y los montes vascos, formados por un conjunto de sierras entre los 1400 y 1500, como Gorbea o Aizkorri.

      A caballo entre Asturias y Cantabria, a pocos kilómetros de la costa, los Picos de Europa son el macizo más alto de esta cadena, que se elevan hasta los 2648 metros en el pico Torre de Cerredo, en el límite septentrional de Castilla y León. Este macizo debe su nombre al hecho de que era la primera tierra visible para los marineros que cruzaban el Atlántico desde el oeste. Las gargantas talladas por los torrentes estructuran el conjunto montañoso en diversas sierras y dan lugar a impresionantes desfiladeros, como el de la Hermida, que separa Asturias de Cantabria.

      Clima

      A diferencia del resto de España, estas cuatro comunidades disfrutan de un clima oceánico húmedo, con inviernos suaves y veranos mucho más frescos que en otros sectores de la Península. Pero esta visión general estaría repleta de matices, no solo entre cada comunidad sino también dentro de ellas, debido esencialmente al volumen de precipitaciones que se registran y a la presencia o ausencia de montañas.

      Así, en Galicia podemos distinguir tres áreas climáticas: las Rías Baixas, en el oeste, que gozan de un clima muy suave, pero donde los vientos del suroeste provocan importantes precipitaciones; las Rías Altas, al norte, que experimentan poca oscilación climática anual y gozan de más de dos mil horas de sol al año; y, por último, el interior. Esta última zona se caracteriza por los amplios contrastes de temperatura, especialmente en la zona montañosa de Manzaneda, con heladas invernales en Lugo y Ourense.

      En Asturias, el clima es más oceánico, regularmente húmedo pero con inviernos muy suaves. Este también es el caso de la costa de Cantabria y del País Vasco. Las alturas de los Picos de Europa registran nevadas de octubre a marzo.

      Hay diferencias muy significativas en las temperaturas entre Asturias y el interior de Galicia: la temperatura puede bajar hasta cinco grados el mismo día cuando se viaja de Oviedo a Santiago de Compostela. En esta ciudad, bastante ventosa, por la noche es siempre indispensable un jersey.

      El resultado de todo este carácter climático es una región particularmente verde, con paisajes muy variados y una flora diversa y múltiple: la España Verde.

      Medioambiente – ecología

      Conscientes de la importancia de sus valores naturales, las cuatro comunidades que conforman la España Verde están muy sensibilizadas con el respeto al medio ambiente. Una fecha clave en esta toma de conciencia fue el desastre del Prestige, en noviembre de 2002. Encallado frente a las costas de la provincia de A Coruña, el petrolero vertió diez mil toneladas de fuel que fueron extendiéndose hacia la costa, por el Cantábrico y hasta la costa francesa. Fue el mayor desastre ecológico en la historia de España. El pleito contra las aseguradoras del Prestige comenzó finalmente en mayo de 2013, once años después del accidente. España reclamaba 2152 millones de euros de indemnización por daños y perjuicios.

      La única consecuencia positiva de aquella tragedia es que el desastre contribuyó a la rápida concienciación de muchos habitantes de la región y, en un tiempo récord, dejó de verse ni una sola botella de plástico en las playas. Uno de los lugares más afectados, el Parque Nacional de las Islas Atlánticas, recibió una atención especial por parte del departamento de medio ambiente del gobierno de la Xunta. Un departamento considerado durante mucho tiempo como secundario y que resultó ser de máxima importancia tras dos derrames de petróleo consecutivos en la zona.

      La mayor atención que se presta actualmente al medio ambiente también ha contribuido al desarrollo del transporte alternativo, como lo demuestran los sistemas públicos de préstamo de bicicletas establecidos en ciudades como Gijón, Santander o, sobre todo, Vitoria. La capital vasca es el municipio europeo con una mayor superficie de espacios verdes: 42 m² por habitante. Gracias a su «Anillo Verde», la ONU la seleccionó como uno de los cien proyectos globales más efectivos en el Concurso Internacional de Buenas Prácticas, y la Unión Europea la nombró capital verde de Europa en 2012.

      Pero no todo es tan positivo en la España Verde, que suele verse azotada por la plaga de los incendios en cuanto llegan los primeros rayos de sol. En 2019, en la España Verde se quemaron más de 30000 hectáreas de bosque, el 46% del total de los incendios que se produjeron en España. Los motivos son dispares y no todos se deben al cambio climático, pues la mano del hombre suele estar detrás de la mayoría de ellos: escasa limpieza de montes, urbanismo desaforado... Se corre el riego de que deje de llamarse Verde...

      Espacios naturales protegidos

      De los quince parques nacionales con que cuenta hoy España, solo dos se encuentran en esta región septentrional de la Península que hemos definido como la España Verde. Esto no significa, sin embargo, que no haya otros muchos espacios naturales de gran valor ecológico y paisajístico, conservados mediante diversas figuras de protección.

       Parques nacionales

      Los dos parque nacionales situados en la región que nos ocupa son el Parque Nacional de los Picos de Europa, a caballo entre Asturias y Cantabria, y el Parque Nacional de las Islas Atlánticas, en Galicia.

      Situado en el corazón de la cordillera Cantábrica, el Parque Nacional de los Picos de Europa es el primero que se creó en España, en 1918, y uno de los más visitados. Abarca esencialmente una área montañosa (algunos picos superan los 2400 metros), con algunos valles y las zonas lacustres de los lagos de Enol y La Ercina, de gran riqueza biológica. En conjunto, constituye un exponente excepcional de los ecosistemas ligados al bosque atlántico, y está poblado por rebecos, corzos, lobos, buitres leonados, águilas reales y, dependiendo de la época, por osos pardos.

      El Parque Nacional de las Islas Atlánticas, que incluye los archipiélagos de loas islas Ons, Salvora, Cortegada y Cíes, abarca 7285 hectáreas de mar y 1195 hectáreas de tierra, situadas entre las rías de Arousa y de Vigo. Es el reino del cormorán, los crustáceos y las algas (doscientas especies catalogadas).

      Otros espacios protegidos Aparte de estos dos parques nacionales, en cada comunidad autónoma hay numerosos y valiosísimos espacios protegidos de gestión autonómica, con diversas figuras de protección: monumentos naturales, parques regionales, parques naturales, reservas naturales... Esta es una relación de los parques naturales, los de mayor importancia en el rango de protección tras los parques nacionales:

      Aparte de la muy conocida Reserva de la Biosfera de Urdaibai, en el litoral, el País Vasco cuenta con nueve parques naturales, todos ellos en las zonas rurales y montañosas del interior:

       El Parque Natural Aiako Harria se halla en las estribaciones de los Pirineos y está repleto de pozos y excavaciones mineras, algunas de las cuales se remontan a la época de los romanos.

       En el Parque Natural de Aizkorri-Aratz, entre las provincias de Álava y Gipuzkoa, se encuentra la cima más alta del País Vasco, el Aitxurri (1551 m), y también la singularísima formación del Túnel de San Adrián. El acceso principal al parque está situado junto al santuario de Arantzazu.

       El Parque Natural de Aralar ocupa una de las áreas montañosas más extensas del País Vasco, con algunos de los paisajes humanizados más significativos de la región. Recuerde que aquí se elabora el famoso queso Idiazabal.

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