Название: Lunes por la tarde 20
Автор: José Kentenich
Издательство: Bookwire
Жанр: Сделай Сам
Серия: Lunes por la tarde...
isbn: 9789567598595
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La fe del centurión
El segundo milagro que leíamos ayer apunta en la misma dirección. Para comprenderlo mejor tenernos que ponernos en la situación que se vivía en aquellos tiempos. Se nos habla de Cafarnaúm. Esta ciudad tenía una población integrada por judíos y paganos. Hoy diríamos, al menos en lengua alemana, que era un " pueblo de cuartel" , en la cual vivían soldados rasos, oficiales y gente por el estilo. Entre ellos se contaba un centurión, un capitán que estaba al mando de cien soldados.
Por vivir entre judíos este centurión había llegado a familiarizarse con la fe de Moisés. Había hecho mucho bien a los hijos de Israel. Entre otras cosas, les había construido una sinagoga. Seguramente era una persona de una gran bondad. Pues bien, el centurión de Cafarnaúm tenía un criado que había caído enfermo.
Ahora yo me pregunto, ¿dónde se ha visto que un superior se preocupe por un servidor enfermo? A lo sumo dará un poco de dinero para que otros se ocupen de él.
Pero en la escena que meditamos sucedió algo muy distinto. El centurión escuchó que Jesús pasaba y creyó en su fuero más íntimo en la omnipotencia del Señor. Por eso se vuelve a él y le pide que haga el milagro, que cure al servidor enfermo. Le dice que está sufriendo grandes dolores. Y curiosamente Jesús le concede enseguida el don que le pide. El centurión le implora que cure a su criado y el Señor le replica que sí, que irá y lo curará.
No podemos dejar de admirar esta tremenda fe de este pagano, que pronuncia entonces las palabras que solemos repetir en cada eucaristía, antes de la comunión: " Señor, no soy digno de que entres en mi casa... quédate aquí donde estas; no quiero importunarte ni molestarte. Creo en tu omnipotencia, tú sólo necesitas pronunciar aquí una palabra y mi criado sanará..."
¡Una fe maravillosamente grande! ¿No les parece? Una fe que me llena de hondo respeto. Y exactamente eso fue lo que le pasó a Jesús. ¿Qué le contestó el Señor? " Os aseguro que en Israel no he encontrado en nadie una fe tan grande. " Y comienza a profetizar -recordemos que quien había realizado ese acto de fe era pagano-, y contempla miles y millones de paganos que entrarán en su seguimiento. Vendrán desde oriente y occidente y o seguirán. Pero, ¡ay! el pueblo elegido permanecerá en tinieblas...
Creemos en la intervención divina en el acontecer mundial
Mediten sobre la grandeza de una fe de tales características. Imaginen que el bolchevismo acabase por triunfar en todo el mundo; que como consecuencia de ello enfrentásemos terribles sufrimientos; que se nos presiona con el fin de que los sigamos a ellos. ¿Qué haríamos en tal situación? ¿Mantendríamos nuestra fe en que Dios es quien gobierna el mundo, de que él es Señor de las leyes de la naturaleza, y que también es Rey y Señor de la historia de los pueblos y del mundo?
En el evangelio escuchábamos que el centurión volvió a su casa y se enteró de que su siervo se había curado en la misma hora en que Jesús le dijo que sanaría.
Repasen las palabras que le dijo a Jesús, de tono francamente familiar: " Yo soy centurión y tengo subalternos. Cuando a unos y otros les doy tales y cuales órdenes, todas se cumplen. De modo similar tú eres el Señor de las leyes de la naturaleza y puedes suspenderlas. Sólo tienes que decir que sane mi siervo y él sanará, ya que tú eres Señor sobre las enfermedades" 8.
Reafirmémonos sobre el fundamento de la fe en la Divina Providencia. Que esta consigna sea corolario de todo lo expuesto. Alegrémonos de las leyes naturales, alegrémonos de los éxitos y progresos de la técnica y de la medicina. Pero no olvidemos que las leyes de la naturaleza no son la norma última y definitiva de nuestro pensamiento, obra y vida.
Les repito la invitación: reafirmémonos, con ambos pies, sobre el fundamento de la fe.
Modelos de fe
María Santísima " Bienaventurada porque has creído"
Pensemos en aquellas hermosas palabras que se dicen de María Santísima; " Beata quia credidisti" , bienaventurada porque has creído9. Cultivó una fe tan honda que incluso superó las leyes naturales, llegando a ser madre sin mancilla de su virginidad. ¡Con que fuerza fueron suspendidas en su caso las leyes de la naturaleza! Dios es el Señor de las leyes de la naturaleza y es también el Señor de la historia de las naciones y del mundo entero.
Santo Tomás Dídimo " Señor mío y Dios mío"
Meditemos sobre el apóstol Tomás, que no quería creer que Jesús había resucitado. ¿Qué hizo entonces el Señor? Se adapta a su debilidad humana y permite que las manos del discípulo palpen la herida de su costado. Y Tomás se arroja a los pies de Jesús exclamando; " Señor mío y Dios mío" 10.
Me parece que con estas reflexiones les he expresado lo esencial del mensaje que tiene para nosotros el acontecimiento de la semana pasada. Asumámoslo con seriedad, que sea una motivación más para orar por el crecimiento en la fe. Sí, muchas veces habremos de decirle de Dios: " Señor, yo creo, ayuda a mi poca fe" 11. Precisamente porque nuestra fe no tiene la suficiente profundidad ni la suficiente fortaleza. Tratemos de aplicar aquí y ahora, en nuestra vida cotidiana, esta consigna de ser hombres de fe.
Reflexionemos sobre nuestra situación personal, sobre la cruz y el sufrimiento que afrontamos en nuestra propia familia. No son casuales, sino parte del plan del Buen Dios. El persigue con ellos un fin particular. Aunque no sepa cuál es ese fin, creeré en su poder y en su acción, tanto a nivel del acontecer mundial como de los pequeños hechos de mi vida personal.
Abraham
Deténganse en la figura de Abraham. En su senectud recibió el don de un hijo. Dios le prometió muchas cosas a Abraham como, por ejemplo, que sería padre de muchas naciones. Y sin embargo, ¿qué le pidió después? Que sacrificase a su hijo Isaac. ¿Se dan cuenta del contrasentido? Por una parte la promesa de que sería padre de muchos pueblos y, por otro, el mandato de colocar sobre el altar y sacrificar a su único descendiente. ¿Qué hizo Abraham? Obedeció ciegamente. Se declaro dispuesto a sacrificar a su hijo, y creyó contra toda fe en la gran descendencia prometida.12
Todos conocemos esta historia. Pero hay que aplicarla más a la vida diaria. Oremos sin cesar por nuestro crecimiento en la fe, para llegar a ser verdaderos ‘Providentia- kínder’13. La fe en la Divina Providencia le exige al entendimiento muchísimos saltos mortales. Y también al corazón y la voluntad. Pero sin esos saltos mortales no se puede crecer en la fe.
Bueno, me parece que no resta nada más que decir sobre el cambio de presidente desde el punto de vista religioso.
VIDA MATRIMONIAL, CAMINO DE SANTIDAD
Vuelvo a mi tema. Esta tarde me conformaré con repasar y profundizar algunos pensamientos. Mi objetivo sigue siendo siempre el de motivar un cambio en la actitud fundamental de ustedes.
¿Cristianos de segunda clase?
El futuro papa León XIII participaba una vez de una reunión donde se intercambiaban opiniones elogiosas sobre Federico Ozanam14. En cierto momento uno los asistentes hizo un comentario peculiar pero típico sobre el fundador de las Conferencias Vicentinas: " Ozanam fue sin duda un gran hombre, pero es una lástima que no haya podido esquivar la trampa del matrimonio" . ¡Realmente una observación curiosa! ¿Qué significa concretamente? Que los casados no pueden ser personalidades grandes y santas. Y cuando se da el caso, entonces ello ocurre —al menos esa es la sensación que se tiene- no porque СКАЧАТЬ