Название: Cuenta atrás desesperada
Автор: Jesús Mallol
Издательство: Автор
Жанр: Контркультура
isbn: 9788490725313
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CERCA DE FONTAINEBLEAU. FRANCIA
Después de sobrepasar la desviación de Melun, Iñaki divisó un poste indicativo que anunciaba un nudo de comunicaciones, y allí mismo tomó la determinación. Podía elegir varios itinerarios para continuar su acercamiento a la frontera, pero entre ellos optó por dirigirse hacia Fontainebleau y continuar hacia Orléans por la carretera nacional 152, la ruta más corta.
En las afueras de Fontainebleu se detuvo en un área de servicio para tomar un café y permitir que los neumáticos se enfriasen. Mientras, con el mapa de carreteras que había comprado en Meaux aquella misma mañana desplegado por el sector donde se encontraba, estudiaba la ruta que había elegido confirmando lo adecuado de su elección.
Aquel día debía llegar hasta Limoges. En condiciones normales, con el coche que llevaba, habría sido una etapa muy cómoda, pero en las condiciones actuales, debiendo mantener una velocidad muy moderada y parando frecuentemente, el trayecto podía ser agotador; además, el estado de tensión aumentaría la fatiga. Cuando terminó su café, plegó cuidadosamente el mapa de carreteras, pagó la consumición y se dirigió al coche para continuar su viaje hacia Orléans.
El día estaba despejado, con un hermoso cielo azul limpio, y aunque el aire estaba fresco, el suelo estaba seco. En esas condiciones, pensaba Iñaki, los neumáticos podían calentarse más que la víspera, por lo que decidió mantener la velocidad sin rebasar los cien kilómetros por hora.
El paisaje era espléndido, y lo fue más aún cuando se adentró en el bosque de Orléans al aproximarse al valle del Loira. Sin embargo, Iñaki no iba disfrutando del campo que lo rodeaba, sino que se iba planteando hacer otro alto para enfriar las ruedas. Al divisar en un pequeño claro del bosque, junto al arcén, uno de esos autobares de bebidas, perritos calientes y patatas fritas que en Francia se pueden encontrar en las carreteras hasta en pleno invierno, decidió detenerse. Disminuyó la velocidad poco a poco para ahorrar frenazos que podrían calentar los neumáticos y se apartó hacia el claro del bosque.
El dueño del autobar había instalado unos veladores junto al lindero del bosque. Iñaki, después de tocar con la mano los neumáticos para comprobar la temperatura, saludó con la mano al dueño, de inconfundible origen magrebí, y se instaló en uno de los veladores. Pidió un perrito caliente con una ración extra de patatas fritas y un refresco. Mientras que el hombrecillo preparaba el pedido, Iñaki cerró los ojos y se abandonó a sus pensamientos, disfrutando de la sensación de sentirse acariciado por el mismo sol invernal que tanto le preocupaba cuando iba en el coche.
DIRECCIÓN GENERAL DE LA POLICÍA. MADRID
–¿Qué hay de nuevo? –se dirigió el director general de la Policía al comisario jefe de Información, que acababa de entrar en su despacho con una carpeta en la mano.
–Se trata de informes que acaban de llegarnos de París. Parece ser que un buen número de refugiados vascos residentes en el sur de Francia, que estaban bien controlados, han desaparecido en las últimas cuarenta y ocho horas. Hacía ya algunas semanas que se había detectado un aumento de la actividad, reuniones y cosas así, pero nada anormal que hiciera intervenir a la Gendarmería francesa. Sin embargo, algunos de los elementos más significados han desaparecido de la zona.
–¿Qué dicen los analistas?
–Creen que esto puede tener varias interpretaciones. Podría ser que hayan pasado a España para realizar alguna acción, o bien que hayan sido enviados a algún otro país para entrenarse o para participar en un operativo. Por último, y parece que es lo más probable, también podría ser que se hayan escondido para evitar ser detenidos en una redada como respuesta en caso de que se produzca alguna acción de una cierta envergadura. Podría incluso tratarse de un repliegue para evitar posibles repercusiones derivadas de la información que se pueda obtener de los dos activistas del comando Barcelona capturados esta misma mañana por la Policía Municipal de Barcelona.
Efectivamente, pocas horas antes una pareja de la Policía Municipal de Barcelona había interceptado un vehículo con signos de haber sido forzado para su identificación, pero al aproximarse al coche se entregaron los dos ocupantes identificándose como miembros de ETA; transportaban unos quince kilos de explosivo.
–Sí, lo de esta mañana ha sido como el premio gordo de la lotería. ¿De cuántos elementos se ha perdido el rastro, Comisario?
–Se ha perdido el rastro de cinco elementos con antecedentes, aunque actualmente sin orden de busca y captura.
–Gracias, comisario. Por favor, remita una copia del informe a los mismos puntos a los que se remitió el anterior sobre la posibilidad de una acción violenta.
CERCA DE LIMOGES. FRANCIA
Ya era tarde y llevaba mucho rato conduciendo de noche cerrada y oscura. Después de una mañana luminosa, la tarde se había vuelto gris y lluviosa, y ahora una neblina pegajosa dificultaba aún más la visibilidad. Sin embargo, lo peor era el destello de los faros de los coches que circulaban en sentido contrario al reflejarse sobre el asfalto mojado. Ahora comprendía Iñaki el por qué le había recomendado Ingude conducir de día, aunque el peligro de calentamiento de los neumáticos sería mayor. La otra razón que le había indicado Ingude para evitar conducir de noche era que de día circulan muchos más coches y es más fácil pasar desapercibido.
Iñaki se sentía literalmente agotado después de haber conducido bajo unas condiciones adversas y con la tensión que ya soportaba desde Péronne por la carga que transportaba. Se alegró de divisar a lo lejos el gran cartel indicador del hotel de la cadena Formule 1, donde tenía previsto descansar. Abandonó la autopista A 20 en la salida 29 y se encaminó hacia el cartel amarillo del hotel.
Los hoteles de la cadena Formule 1 son muy parecidos a los Prèmiere Classe. El funcionamiento es similar, realizándose el registro y el pago del servicio directamente en una terminal informatizada que funciona con la tarjeta de crédito, pero a diferencia de los anteriores, el acceso a las habitaciones se hace por corredores interiores, y las habitaciones no tienen cuarto de baño dentro, sino sólo un pequeño lavabo. El resto de los servicios, duchas y retretes, son compartidos y se encuentran en suficiente número en todos los corredores. El hotel de Limoges también tenía el aparcamiento cerrado, más seguro.
Iñaki entró en el edificio, casi vacío en aquella época del año, y se dirigió a la habitación que le había asignado el ordenador al registrarse. Dejó su equipaje y se asomó por la ventana de la habitación para inspeccionar el aparcamiento y orientarse; luego bajó al mismo y situó el coche en una zona más visible desde su habitación, lo cerró y, protegido de la lluvia por un paraguas plegable, se dirigió caminando al vecino restaurante Courtepaille.
Mientras que esperaba la cena, muerto de hambre y de cansancio, pensó en el viaje que estaba realizando. La víspera había estado a sólo 15 kilómetros de Eurodisney, y ese mismo día había visto las indicaciones de tráfico informando de la ruta hacia Poitiers donde anunciaban Futuroscope, un parque temático dedicado a la imagen tridimensional y virtual. Iñaki conocía estos parques por algunos folletos de propaganda y unos reportajes que había visto en la televisión francesa, y desde entonces había tenido unas ganas locas de visitarlos y de llevar a sus sobrinos, pero nunca había podido realizar ese pequeño sueño. El día anterior había pasado muy cerca de Eurodisney, y hoy mismo estuvo cerca de Futuroscope, y había СКАЧАТЬ