Название: Las zonas oscuras de la democracia
Автор: Jorge Eduardo Simonetti
Издательство: Bookwire
Жанр: Зарубежная прикладная и научно-популярная литература
isbn: 9789878705477
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“Confucio, según la tradición, al pasar por el Monte Thai, encontró a una mujer que lloraba antes varias tumbas, aquejada de sucesivos dolores:
–Una vez, el padre de mi marido fue muerto aquí por un tigre –explicó-. Luego mi marido fue atacado y muerto por otro tigre y ahora mi hijo ha sido muerto del mismo modo.
–Entonces, ¿por qué no te alejas de este sitio?
–Porque acá no hay un gobierno opresor –respondió la doliente.
–Recordad esto –pidió el maestro a sus discípulos-: la dictadura es más terrible que los tigres”.5
Así como la democracia es el sistema más acreditado para el ejercicio del gobierno, la regulación social, los límites de los mandatarios, la rendición de cuentas, el ida y vuelta permanente que debería existir en la relación representante-representados, los vaivenes que la historia ha marcado en el devenir social, han determinado que el concepto de democracia no sea unívoco.
Cuando hablamos de democracia, podemos estar hablando de muchas cosas, hasta de aquellas que significan en la práctica su fáctica abrogación. Hay muchas clases de democracia, o muchas visiones sobre la misma, o muchas formas que los seres humanos adoptaron para practicarla, o muchos argumentos que utilizaron para desvirtuarla en su propio nombre.
Por ello, cuando la manda constitucional nos impone la democracia representativa como sistema de gobierno, no parece que el texto haya sido tantas veces tironeado por la fuerza de los acontecimientos, que sus resultados sean tan disímiles en el producto, que debería ser uno sólo. Es que, a decir verdad, no siempre las normas sirven para encauzar las conductas.
El secreto parece estar encerrado en aquellas inolvidables palabras de Emanuel Kant: “Me maravillan los cielos estrellados y la ley moral en mi interior”.
“La tensión entre las limitaciones internas y externas es el campo dónde se expresa el llamado estado de derecho”, ha dicho acertadamente García Hamilton6
La cultura de un pueblo se va formando ladrillo por ladrillo, y es muy difícil que lo sofisticado, que es la organización común, sea distinto a lo más básico y elemental, que es el relacionamiento entre pares.
Por eso, cuando tratamos el mito democrático como parte de la cultura política argentina, nos estamos refiriendo a las variantes que la vigencia del sistema ha tenido en estos últimos tiempos.
De allí la afirmación del título: “democracia, ¿qué democracia?
PREGUNTAS DE LA DEMOCRACIA
Para entender a la democracia en un tiempo y en un espacio determinados, las características particulares de cada sistema histórico y sus diferencias con los otros, para tener presente su evolución en función de parámetros de análisis, es necesario utilizar una metodología que nos conduzca a responder los interrogantes en relación con cada parámetro utilizado.
Resulta muy útil recurrir, con agregados de mi cosecha, a las preguntas que Robert Dhal7 se formula para definir las características de aquello que debe definirse como “gobierno del pueblo”.
Ellas son:
1. ¿Cuál es la matriz asociacional más adecuada? Para introducir un sistema democrático de gobierno, ¿cuál es la unidad o asociación adecuada? ¿Es un país, una ciudad, un pueblo?, o también ¿es una universidad, una sociedad, un partido político? Nos estamos refiriendo con ello, a la matriz asociacional conveniente, que garantice una efectiva posibilidad de operar eficientemente el sistema. Es una cuestión de proporciones. De la unidad que definamos, dependerán las características del sistema.-
2. ¿Quiénes integran el “demos”? En ese marco, ¿quiénes de todos deberían tener el derecho a participar? Establecer el “demos” o conjunto de individuos que constituyan la unidad política, es el elemento sustancial que definirá la cualidad democrática. Dicho de otro modo, ¿quiénes deben constituir el demos? ¿quiénes de los miembros de la asociación democrática deben gozar de membresía plena? ¿Todos o una parte de ellos? ¿Los niños, los ancianos, los no propietarios, los que no saben leer y escribir, deben constituir el demos? Si excluimos a los niños, ¿debemos incluir a todos los adultos? Desde la Grecia Antigua hasta la actualidad, la membresía nunca fue universal, siempre se estableció un subconjunto, una parte de la sociedad, para otorgarle la participación plena. En tal caso, constituyendo el demos una parte del todo, ¿cuáles serían las limitaciones que no frustrarían la concepción democrática? ¿Hasta dónde el subconjunto habilitado a participar no constituiría una aristocracia o una oligarquía? ¿Desde dónde y hasta dónde, sería una verdadera democracia?
3. ¿Qué instituciones necesita la democracia? La pregunta que sigue, determinados la asociación adecuada y el demos habilitado, está referida a las instituciones que necesitará el sistema para su funcionamiento. Un pueblo pequeño, un país extenso, seguramente necesitarán de instituciones que se adapten a sus características territoriales y poblacionales. Alcanzar los requerimientos éticos del sistema y la eficiencia en su funcionamiento nos conducen a averiguar cuáles serían los mecanismos y estructuras más apropiados para gobernar democráticamente una determinada asociación política.
4. ¿Cuál es la metodología para decidir? Cómo es de fácil deducción, frecuentemente las personas que integran el demos no estarán todas de acuerdo en torno a alguna cuestión. Entonces, ¿qué opiniones deberían prevalecer? ¿dependería de las circunstancias? ¿en todos los casos la opinión mayoritaria sería definitiva? ¿las minorías tendrían alguna facultad para bloquear o imponerse a la mayoría? De la forma cómo se conteste este interrogante, dependerá la consecución de una democracia consensual o una democracia mayoritaria. Allí nos estamos refiriendo al manejo de mayorías calificadas según temas y circunstancias.
5. ¿Cuál sería la mayoría adecuada? Si el principio general es la prevalencia de la mayoría, el interrogante está dirigido a determinar la propiedad de la definición de mayoría para que compatibilice con el sistema democrático. ¿Mayoría de ciudadanos, de votantes, de grupos?
6. ¿Qué condiciones favorecen y cuáles perjudican la vigencia de la democracia? Si la mayoría del demos y de quienes ejercen el liderazgo creyeran que existe un sistema mejor que la democracia, seguramente ésta no subsistiría durante mucho tiempo. Por ello, resulta muy válido preguntarse acerca de por qué persiste en muchos países a pesar de situaciones de crisis severas, y en otros ha colapsado en contextos similares. ¿Tiene ello que ver exclusivamente con situaciones objetivas, o juega también la cultura del demos? ¿Un gobierno democrático que no obtenga resultados satisfactorios para la vida ciudadana, justifica el colapso del sistema?
LA PRÁCTICA DEMOCRÁTICA EN LA HISTORIA
Desde Atenas a nuestros días
Que la democracia haya sido el primer sistema de convivencia en la historia, no parece casualidad. Surge casi como una consecuencia natural de la sociabilidad humana, una derivación lógica de la necesidad primaria de organizarse en la relación con los otros iguales.
El primer paso, reconocer al semejante, derivó СКАЧАТЬ