Название: Derecho internacional: investigación, estudio y enseñanza
Автор: Enrique Prieto-Rios
Издательство: Bookwire
Жанр: Юриспруденция, право
Серия: Jurisprudencia
isbn: 9789587844214
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Anne Orford: Al principio dije que las universidades son instituciones políticas y son instituciones en las que implementamos modelos de poder. Así que las preguntas sobre la enseñanza son sobre la forma de hacer las cosas, sobre el diálogo, sobre la comunicación y sobre cómo entendemos nuestro papel como profesores.
Debo empezar por decir que no suscribo el modelo bancarizado de la educación que se criticaba en la Pedagogía del oprimido;11 no creo que los profesores tengan el conocimiento y que lo estén pasando a los estudiantes en un proceso autoritario de transmisión. Pienso y creo que nosotros reproducimos el mundo y lo reconstituimos en salas como esta. En cada enunciado que hacemos sobre el derecho, sobre nuestro poder y sobre nuestra posición, estamos redefiniendo la ley y somos responsables de ello. Déjenme tomar esto como punto de partida, porque que condensa muy bien sus preguntas.
¿Cómo se lidia con el deseo de creer [en el derecho]? A menudo, cuando estoy hablando sobre el trabajo crítico, imagino detrás de mí un afiche de los Expedientes X, igual al que había detrás del escritorio de Fox Mulder,12 donde decía “Yo quiero creer”. La posición difícil está en querer creer, y ello supone asumir la responsabilidad que de ello se deriva. En realidad, no estoy segura de saber en qué quieren creer ustedes cuando dicen que es difícil creer en el derecho internacional, pero déjenme decirles en lo que yo quería creer cuando era más joven.
Yo quería creer que era buena, que podía ser parte de algo bueno que cambiaría el mundo. Un momento muy importante para mí fue cuando leí y conocí a Beatrice Spivak. Fue muy emocionante cuando vino a Melbourne a participar en un evento del Australian Feminist Law Journal, del cual yo hacía parte del comité editorial. Alguien le preguntó exactamente esa misma pregunta y ella respondió: “Yo enseño en las instituciones educativas de la élite de Estados Unidos. Todos allí quieren pensar que pueden ser buenos; pero yo debo responderles que, pese a que lo siento mucho, por razones estructurales, no pueden serlo. Todo lo que pueden hacer es ejercer su poder de la manera más responsable que puedan pero no pueden ser buenos”. Es muy importante aprender esa lección como una persona blanca que vive en este mundo. Todo lo que podemos hacer es actuar responsablemente.
Tal vez puedo ahondar un poco más en esta cuestión. Un punto de inflexión para mí fue una conferencia que reunía a diferentes personas del sur en Australia. Diferente a la costumbre, la idea era que por cada profesor de derecho que participara en la conferencia, participara también un profesor indígena. Así, en la conferencia participaron personas de Australia, de Chile, del sur de Estados Unidos de América, de Nueva Zelanda, de Sudáfrica, entre otros países, y cada uno de nosotros tuvo un testigo indígena durante la presentación.
Lo interesante en esta historia es que en Australia se había instalado una comisión de la verdad para hablar de las generaciones robadas y las preguntas centrales eran acerca de qué significaba comisionar la verdad sobre el sufrimiento indígena, qué quería hacer el Estado con una comisión de la verdad y qué pasaba si los indígenas no querían hablar respecto a su sufrimiento, como ocurría en el caso de unas mujeres que no podían hablar frente a la comisión. Yo fui muy crítica con estas preguntas y después participó un colega que hablaba ingenuamente sobre los derechos humanos, siendo insuficiente e irresponsable en su exposición. Al final de su presentación, mi testigo nativo y otro profesor de derecho de Brisbane dijeron que había sido una gran presentación; pero que se preguntaban cómo podíamos tomar responsabilidad por vivir con honor dentro de la ley que nosotros profesamos. Entonces, si soy una profesora de derecho internacional en un país que solo es reconocido como tal porque la ley se lo permitió y que continúa diariamente justificando mi autoridad y mi estatus ¿cómo puedo vivir con honor y profesar esa misma ley? Esa simple pregunta lo cambia todo, y ahora no puedo pensar en que sea per se crítica y tampoco puedo decir que exista una ley que pueda acusar de ser mala sin ser responsable de ella o sin ser responsable de que no exista. Cada vez que nos reunimos en un espacio y hablamos sobre una ley, estamos asegurando una historia dentro de la que podemos participar y que podemos cambiar.
Sobre la pregunta de cómo podemos enseñar desde un punto de vista del Sur debo decir que, desde mi experiencia, estamos transmitiendo desde la perspectiva del estudiantado: esta es la ley y deben tomarla. Cada vez que enseñamos, supervisamos y estamos construyendo algo con ello, pero también hay límites. Debemos ser realmente críticos para asegurarnos que no estamos simplemente entregando algo y debemos ser responsables de que tengan sentido políticamente.
Realmente, estoy impactada, pues incluso algunos críticos dicen que se debe enseñar el derecho y luego se debe tomar posición; pero para mí en realidad no existe tal separación. No creo que a los académicos del derecho requieran que se les enseñe mucho. Los abogados estadounidenses buscan y encuentran nuevas interpretaciones para justificar el uso de la fuerza utilizando cualquier figura que se les atraviesa y no va a ser instantáneo. Los abogados juegan con todo el material que encuentran para interpretar un tratado y en ocasiones se incluyen pequeñas trampas para inducir una interpretación diferente.
Con relación a la cuestión sobre el lenguaje, entiendo que están interesadas en lo que tiene que ver con la interpretación y la traducción. Estos dos temas nos llevan a la pregunta sobre el significado y si el significado siempre es el mismo o cambia. Lo que nosotros hemos tratado de sugerir es que la interpretación jurídica tiene lugar en un contexto dialógico en el que el significado va cambiando y, por tanto, hay que ser bastante críticos y leídos para poder ser conscientes de los diferentes significados y dar cuenta de la naturaleza dinámica de los significados.
Por último, está el tema del presente. Hay una serie de preguntas serias sobre este particular a las que nos enfrentamos. La primera tiene que ver con pensar que los sociólogos de la crítica dicen que solo empezamos a articular un tema en la academia cuando se ha convertido en un problema en la práctica. Esa creo que es una pregunta muy seria. ¿Solo nos damos cuenta de algo porque alguien quiere que nos demos cuenta de ello? ¿Cómo pensamos esto con relación al presente? ¿Cómo es que este asunto se ha vuelto visible para nosotros? Creo que tratar de rastrear eso puede ser una buena forma de responder.
La segunda cuestión es la aceleración. Las redes sociales y otros medios de comunicación nos muestran que el presente se acelera. Hay incluso teorías apocalípticas sobre la aceleración que señalan que se trata de una estrategia. En tal sentido, creo que podríamos pensar en el gobierno de Estados Unidos como un aceleracionista. Debemos analizar antes de que haya nuevos desarrollos. Hay cosas que debemos reconocer y que debemos pensar en lo de los sociólogos de la crítica. En definitiva, es un tiempo difícil para tratar de entender el presente, pese a que tratemos de hacerlo todo el tiempo.
Por último, mi tercera preocupación es que no solo podemos asumir que cualquier crítica nos va a dar la respuesta. La ciencia crítica tradicional y algún libro en inglés dice que los hombres de buena fe piensan que si nos adherimos a estos textos, podremos trabajar con ellos; sin embargo, no podemos tratarlos como un dogma, pues pueden estar escritos para un periodo determinado y las condiciones haber cambiado hasta el punto que el texto ya no corresponda con la realidad. Por eso, creo que con las herramientas críticas deberíamos pensar todo el tiempo en cuál es el fundamento histórico y cuáles referencias traen consigo en el tiempo.
Creo que lo último que tengo para decir al respecto es que no lo hagamos solos. Hay un ensayo maravilloso que Hannah Arendt escribió sobre Heidegger, donde señala que él cometió el error de buscar por sí solo la verdad en lugar del significado, separándose del mundo real. Yo creo que en algunas ocasiones es bastante tentador aislarse del mundo. Para algunos de nosotros que tenemos numerosos compromisos editoriales podría ser una buena idea, pero la sugerencia es que emprendamos esta búsqueda en comunidad.
Antony Anghie: Todas estas son preguntas muy provocativas. СКАЧАТЬ