Название: Explotación, colonialismo y lucha por la democracia en América Latina
Автор: Pablo González Casanova
Издательство: Bookwire
Жанр: Документальная литература
Серия: Inter Pares
isbn: 9788446049685
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En este periodo, su trabajo intelectual y político fue continuo. El reconocimiento de la sociedad mexicana se produjo en 1984, cuando el gobierno de la república le otorgó el Premio Nacional de Ciencias y Artes en Historia, Ciencias Sociales y Filosofía. Entre las obras de aquellos años se destacan Imperialismo y liberación: una introducción a la historia contemporánea de América latina (1979), El Estado y los partidos políticos en México (1981), La nueva metafísica y el socialismo (1982), La hegemonía del pueblo y la lucha centroamericana (1984), Los militares y la política en América latina (1988).
Los cambios tras la caída del Muro de Berlín afectan a la comunidad científica y ponen en jaque los paradigmas y las formas de interpretar la realidad social. El envite es fuerte. Pablo González Casanova acepta el reto. Esta cuarta etapa de su pensamiento se extiende desde 1989 hasta la actualidad, 2016, con dos puntos de inflexión: la insurrección zapatista del 1 de enero de 1994 y la caída de las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001, en Nueva York. Así, para González Casanova la reconversión del orden mundial, la hegemonía del imperialismo, el aumento de la deuda externa y la dependencia de las políticas diseñadas por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, unidos a la restauración del capitalismo en los países del antiguo socialismo, afectan los proyectos de liberación nacional en los países del Sur. Esta circunstancia, dirá, provoca el nacimiento de un capitalismo totalitario y de una explotación a nivel planetario, que transforma el orden mundial en un colonialismo global, cuyo efecto más relevante es la crisis de una democracia excluyente. Su propuesta conduce a replantearse la propia definición de democracia; sus parámetros se mueven desplegando categorías. Surgen entonces los conceptos colonialismo global, explotación global y proyecto de democracia universal. En esta lógica, la insurrección del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) tuvo una influencia destacada en su pensamiento. “La teoría de la selva contra el neoliberalismo y por la humanidad” (1997) y “Los indios de México hacia el nuevo milenio” (1998), son dos buenos ejemplos. Así mismo incursiona en las nuevas formas del pensamiento, al asumir el problema del conocimiento, las ciencias de la complejidad y las tecnociencias como una parte de la lucha política y teórica. El resultado es la publicación de uno de los textos más relevantes para las ciencias sociales: Las nuevas ciencias y las humanidades: de la academia a la política (2004).
Su preocupación por un mundo donde quepan todos los mundos marca su horizonte teórico y político; por ello la búsqueda de una alternativa democrática, socialista y liberadora al neoliberalismo imperialista está en su mente a la hora de elaborar sus escritos. Su compromiso se establece en esta etapa más claramente bajo la forma de luchas por la democracia universal, la justicia, la paz y la dignidad. Por este motivo sus conceptos se desarrollan y se tensan al máximo. Así, desde la insurrección del 1 de enero de 1994, el EZLN es concebido por Pablo González Casanova como la primera revolución del siglo XXI. A partir de entonces no ha dejado de manifestar su apoyo, su capacidad de asombro y su aprendizaje. En sus textos destaca el tipo de discurso del EZLN, que no está dirigido sólo a ellos, ni a la sociedad mexicana, sino que se abre a un interlocutor múltiple —convertido en actor potencial—, al uso diferente de la palabra, la comunicación, la estética de dominar la forma y la capacidad persuasiva de quienes la usan. Señala la belleza del lenguaje, razonando que viaja del cuento a la fábula, a la poesía, a la prosa y al discurso científico. Para González Casanova el EZLN ha sabido combinar el sentido común y la capacidad de juicio crítico y destaca su concepto de mandar obedeciendo, la responsabilidad ética, su dignidad. Igualmente, subraya el aporte realizado desde la organización. Los zapatistas son plurales, dice, no se ciñen a un solo camino, buscan diferentes vías y, sin renunciar a ninguna, eligen la más acertada; es el verdadero proyecto de democracia incluyente y universal.
La contribución del EZLN quiere ser muy modesta y es también muy ambiciosa: defender por las armas, en la selva Lacandona y en los montes Azules, la tierra, la libertad y la dignidad que los alzados no pudieron defender de otra manera, e iniciar un cambio en la conciencia del pueblo de Chiapas y de México para que con la democracia y la paz se logren los objetivos de libertad y justicia no sólo en las nubes ni sólo en la selva, ni sólo en Chiapas, sino en el país. El EZLN recuerda la bella imagen de la mariposa que desata la tormenta, y la más exacta de los grandes movimientos que parecen empezar desde cero y se vuelven universales. Implica una negociación que no se “transa”, y una revolución que ponga un alto a la violencia contra los pueblos indios, para abrir el paso a una democracia con libertad y justicia, con dignidad y autonomía.[11]
Durante todos estos años ha seguido al lado del EZLN y no ha dejado de manifestar su apoyo y compromiso político y ético, tanto en su participación en los Acuerdos de San Andrés, como en el seguimiento de la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa), la denuncia de la represión y en toda convocatoria destinada a la lucha por la dignidad y la democracia de los pueblos indígenas desarrollada por el EZLN; no menos que en su eterna solidaridad con el pueblo cubano y la Revolución —otro eje fundamental de su accionar político, presente en toda su vida intelectual y militante.
Los procesos de liberación nacional, la lucha por el socialismo y la democracia los estudia a escala planetaria: Asia, África y Europa se incorporan a su reflexión (si en algún momento no estuvieron presentes). Es la hora de los seminarios internacionales y de las publicaciones, donde destacan obras de más largo aliento. Así, en colaboración con Samir Amin publica La nueva organización capitalista mundial vista desde el Sur (1995); con John Saxe-Fernández coordinó El mundo actual: situación y alternativas (1996), y en Madrid desarrolló dos seminarios internaciones: “La Democracia: Actualidad y Perspectivas” (1991) y “Democracia y Estado Multiétnico” (1993), ambos culminarían con sendas publicaciones en México, editadas por la UNAM y La Jornada Ediciones.
En este periodo, Pablo González Casanova trabajo en la búsqueda de un paradigma distinto, articulado en las nuevas formas de pensar y actuar: se trata de un camino para ver cómo se restaura el pensamiento desde las ciencias de la complejidad, la revolución científica y las tecnociencias; un pensamiento fuerte que busca superar la crisis teórica de los paradigmas. El objetivo: reconstruir conceptos y saberes para enfrentar la alternativa en todos los ámbitos del conocimiento. Así, busca explicar los nuevos descubrimientos a la luz de los viejos conceptos y sus cambios, siempre con el rigor del método (algo que ha defendido a lo largo de su trayectoria intelectual):
En todo caso, si los nuevos descubrimientos y técnicas deben ser atendidos, su presencia no acaba con todos los conocimientos antiguos. Nuevos y antiguos conceptos merecen nuestra atención y de ser cernidos, descubiertos en sus interfaces, articulados al conocimiento por objetivos. En realidad, todo proceso de formación científica retiene y redefine los conceptos anteriores, los reestructura y acota. Si en los nuevos conceptos o realidades busca las formaciones que ayuden a comprenderlos, con los nuevos conceptos también reestructura y redefine sus predecesores y busca controlar el rango de validez y alcance. Acometer tales tareas, con la mayor consecuencia y precisión, es tanto más importante cuanto vivimos la tan traída y llevada crisis de paradigmas.[12]
Su obra se amplía y sus reflexiones aumentan su aporte al acervo del conocimiento de las ciencias sociales a escala mundial. En estos años, los doctorados honoris causa le son otorgados con sobrados méritos, entre otras instituciones, por la Universidad Complutense de Madrid, donde estudiaron sus maestros; por la Universidad de La Habana, la de Río de Janeiro y por la de su propio país. Premios internacionales, menciones honoríficas forman parte de su memoria viva. No obstante, en 2003 recibió la Orden José Martí, máxima condecoración concedida por la República de Cuba, y el premio en metálico —otorgado por la Unesco— lo dona al pueblo cubano. El galardón lo recibió de manos del presidente del Parlamento cubano, Ricardo Alarcón. Pero sobre todo, destaca en él su perseverancia. Un luchador por la democracia y las libertades, un humanista del cual СКАЧАТЬ