Название: Una Carga De Valor
Автор: Морган Райс
Издательство: Lukeman Literary Management Ltd
Жанр: Героическая фантастика
Серия: El Anillo del Hechicero
isbn: 9781632911711
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"¡Krohn, ayúdame!", gritó Thor. "¡AHORA!".
Krohn entró en acción con un gruñido, volando por el aire, aterrizando sobre sus colmillos en el cuello del soldado del Imperio, que sostenía la muñeca de Thor. Thor se liberó y Krohn saltó de un soldado a otro, mordiendo y arañándolos hasta que Thor pudo liberarse y agarrar su espada. Después, Thor se dio vuelta y de un solo golpe, cortó tres de las cabezas.
Thor corrió hacia Reece, que estaba más cerca de él y apuñaló a su captor en el corazón, liberándolo y permitiéndole sacar su espada y unirse a la lucha. Los dos se apresuraron hacia sus hermanos de La Legión, atacando a sus captores y liberando a Elden, a O'Connor, a Conval y a Conven.
Los otros soldados estaban distraídos sujetando a Drake, Durs y Dross, y cuando se dieron vuelta para ver qué es lo que estaba pasando, ya era demasiado tarde. Thor, Reece, O'Connor, Elden, Conval y Conven eran libres, todos con armas en la mano. Todavía los superaban en número por mucho, y Thor sabía que la lucha no sería fácil. Pero al menos tenían una oportunidad de pelear. Sin inmutarse, fueron hacia el enemigo, con desenfreno.
Los cien soldados del Imperio atacaron y Thor oyó un chillido a lo alto y vio a Estopheles. Su halcón bajó en picado y arañó los ojos del líder de los soldados del Imperio, quien cayó al suelo, agitándose. Estopheles entonces arañó a varios otros, derribándolos uno por uno.
Cuando iban a atacar, Thor colocó una piedra en su honda y la lanzó, golpeando a uno de los soldados en la sien y derribándolo antes de que él pudiera alcanzarlos; O'Connor logró disparar dos flechas, ambas aterrizaron con mortal precisión y Elden arrojó una lanza, empalando a dos soldados, cayendo a sus pies. Fue un buen comienzo— pero quedaban otros cien soldados para matar.
Se reunieron en el centro con un gran grito de guerra. Como le habían enseñado, Thor se centró en un soldado en particular, eligiendo al más grande y más malo que pudo encontrar, y levantando su espada por lo alto. Hubo un gran sonido de metal, mientras la espada de Thor bloqueaba el escudo del hombre, y el hombre inmediatamente bajó un martillo hacia la cabeza de Thor.
Thor se hizo a un lado, y mientras el martillo caía en la tierra, Thor sacó la daga de su cinturón y lo apuñaló; se desplomó, muerto.
Thor levantó su escudo a tiempo para bloquear los golpes de espada de dos atacantes, y luego los detuvo con el suyo, matando a uno de ellos. Estaba a punto de golpear al otro, cuando alcanzó a vislumbrar una espada yendo hacia él, desde atrás; tuvo que girar y bloquearlo con su escudo.
Thor estaba siendo atacado por todos lados, era superado en número por mucho, y era lo único que podía hacer para evitar que le llovieran golpes de todos lados. No tenía tiempo ni energía para atacar – sólo para defenderse. Y más y más soldados seguían yendo hacia él.
Thor vio a sus hermanos de La Legión en la misma situación: cada uno de ellos lograba matar a uno o dos soldados – pero eran muchísimos; pagaban un precio, recibiendo heridas leves por todos lados. Thor podría decir que ellos estaban perdiendo terreno – incluso con Krohn saltando y atacando, e incluso con Indra ayudando, recogiendo piedras y lanzándolas al grupo de soldados. Sólo sería cuestión de tiempo hasta que fueran rodeados y acabados.
"¡Libérennos!", dijo una voz.
Thor se volvió y vio a Drake, atado con sogas con sus hermanos, a pocos metros de distancia.
"¡Libéranos!", repitió Drake, "¡y les ayudaremos a luchar contra ellos! ¡Luchamos por la misma causa!".
Mientras Thor levantaba un escudo para bloquear otro gran golpe, esta vez de un hacha de combate, se dio cuenta de que tener tres manos más ayudaría enormemente. Sin ellos, era obvio que no tenían ninguna posibilidad de derrotar a todos estos soldados. Thor sentía que ya no podía confiar en los tres hermanos, pero en este momento sintió que no tenía nada que perder por intentarlo. Después de todo, los tres hermanos tenían motivos para luchar también.
Thor bloqueó todavía otro golpe de espada, luego cayó de rodillas y rodó, a través de la multitud, varios centímetros, hasta que llegó a los tres hermanos. Se levantó de un salto y cortó sus sogas una a la vez, protegiéndolos de los golpes, mientras cada uno sacaba sus espadas y saltaba al combate.
Drake, Dross y Durs fueron a la carga hacia la densa multitud de soldados del Imperio y atacaron, acuchillando, empujando, golpeando. Cada uno de ellos era grande y hábil, y atraparon a los soldados del Imperio desprevenidos, matando a varios de ellos inmediatamente, ayudando a las probabilidades. Thor tenía sentimientos encontrados acerca de liberarlos, después de lo que habían hecho – pero dadas las circunstancias, parecía ser la opción más inteligente. Es mejor que la muerte.
Ahora eran nueve contra los restantes ochenta y tantos soldados. Las probabilidades seguían siendo todavía terribles, pero al menos eran mejor que antes.
Los hermanos de la Legión siguieron sus habilidades del entrenamiento, sus ejercicios aprendidos durante Los Cien, las incontables veces que habían sido entrenados para luchar, mientras eran cercados y superados en número; hicieron lo que Kolk y Brom les habían enseñado a hacer: se replegaron y formaron un círculo apretado, de espaldas unos con otros, y lucharon contra la invasión de los soldados del Imperio como una sola unidad. Ellos se sintieron envalentonados por la llegada de los tres combatientes adicionales, y cada uno tomó un segundo aire y se defendió más vigorosamente que antes.
Conval extrajo su mayal y le dio vueltas y golpeó al enemigo una y otra vez, logrando sacar tres soldados del Imperio antes de que la cadena se alejara de él. Su hermano Conven utilizó un mazo normal, apuntó hacia abajo y cortó las piernas de los soldados con la bola de metal. O'Connor no podía usar su arco a tan corta distancia, pero logró extraer dos dagas de su cintura y las arrojó a la multitud, matando a dos soldados. Elden esgrimió su martillo de guerra a dos manos ferozmente, lanzando grandes golpes a su alrededor. Thor y Reece los bloquean y detuvieron con sus espadas de manera experta. Por un momento, Thor se sentía optimista.
Entonces, por el rabillo del ojo de Thor, vio algo que le inquietó. Vio a uno de los tres hermanos girando y yendo a la carga hacia el círculo de la Legión; Thor se volvió y vio a Durs. Él estaba yendo al ataque, no hacia un soldado del Imperio, sino hacia él. Hacia Thor. Por la espalda.
Todo pasó demasiado rápido, y Thor, luchando contra dos soldados del Imperio ante él, no pudo voltear a tiempo.
Thor sabía que iba a morir. A punto de ser apuñalado por la espalda, por un muchacho que una vez había pensado que era su hermano, un muchacho en quien, ingenuamente, había confiado dos veces.
Conval apareció de repente frente a Thor, para protegerlo.
Y cuando Durs bajó su espada hacia la espalda de Thor, encontró en cambio el pecho de Conval.
Thor se volvió y gritó: "¡CONVAL!".
Conval se quedó allí, congelado, con los ojos con una mirada de muerte, mientras veía la espada sumirse en su corazón, la sangre chorreaba por su torso.
Durs se quedó allí parado, mirando hacia atrás, igualmente sorprendido.
Conval cayó de rodillas, brotaba sangre de su pecho. Thor observó, en cámara lenta, cómo Conval, un hermano cercano de La Legión, un muchacho que había amado como a un hermano, caía de bruces al suelo, muerto. Todo para salvar la vida de Thor.
Durs se quedó parado encima de él, mirando hacia abajo, pareciendo conmocionado por lo que había hecho.
Thor se lanzó СКАЧАТЬ