Название: Una Luz En El Corazón De Las Tinieblas
Автор: Amy Blankenship
Издательство: Tektime S.r.l.s.
Жанр: Современная зарубежная литература
isbn: 9788873042754
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Secretamente deseó haberle podido decir a Kotaro a dónde iban, pero incluso ella no sabÃa qué responder a eso. Mordió su labio inferior dándose cuenta de que ya lo extrañaba, luego trató de empujar su sentimiento melancólico hacia un lado sabiendo que Suki lo detectarÃa.
Lo último que necesitaba esta noche era a su mejor amiga haciéndole un millón de preguntas que ella no querÃa responder.
*****
Shinbe pasó sus dedos por los reflejos azules que brillaban en su cabello oscuro mientras se apoyaba contra el marco de la puerta sonriendo. Se habÃa ido corriendo a donde Suki cuando recibió una llamada de ella diciendo que no iba a estar en casa esta tarde y que no viniera.
â Se está engañando si cree que se va a deshacer de mà tan fácilmente â. Shinbe levantó una ceja mientras esperaba.
Cuando ella abrió la puerta con su cabello envuelto en una toalla, las primeras palabras de Shinbe fueron: â Ohh⦠¿me perdà tu baño, Suki? â sonrió viendo la ceja de Suki crisparse. Tan pronto como habÃa conocido a Suki y a Kyoko, habÃa sentido la necesidad de quedarse cerca de ellas todo el tiempo. A menudo habÃa salido en citas dobles con Toya y las chicas.
Suki sabÃa que Shinbe se consideraba âsu novioâ solo porque era el único con el que tenÃa citas, pero Suki nunca habÃa accedido a la parte del grillete. Ella intentó esconder el rubor que amenazaba con elevarse y tomar posesión de su rostro mientras replicaba: â TomarÃa blanqueador y una bola de demolición para limpiar una mente sucia como la tuya.
Se inclinó más cerca de ella bloqueando todo lo demás mientras sus ojos amatista se oscurecÃan atractivamente. â Si me dejas⦠entrar⦠creo que podrÃamos encontrar una razón para que tomes otro baño.
Suki sintió el latido de su corazón acelerarse ante el sonido de su voz ronca, y dio un par de pasos hacia atrás mientras Shinbe daba varios pasos al frente cerrando la puerta detrás de él. Decidiendo no dejarlo tener ventaja, le dio su mejor mirada de advertencia y fue recompensada cuando él detuvo su persecución hacia ella. Si él alguna vez se enterara de cuánto dominio él ejercÃa sobre ella⦠a ella le caerÃa muy bien.
â Eh, Shinbe, mira, tengo que terminar de alistarme porque tengo planes esta noche con una amiga. Ya te habÃa dicho por teléfono, ¿te acuerdas? â Ella sabÃa que él vendrÃa de todas formas⦠por ninguna otra razón, sino para intentar averiguar a dónde iba.
Tomando la toalla de su cabeza, su largo cabello aún mojado, Suki fue al baño aun hablando suficientemente alto para que él pudiera escucharla. â Podemos hacer algo mañana a la noche, ¿okey?
Shinbe se apoyó contra el bar que separaba su cocina de la sala de estar. Estaba a punto de comenzar a expresar su opinión en voz alta, cuando su mirada cayó en un volante que descansaba sobre la encimera. Levantándolo, rápidamente escaneó la página. Ambas cejas se levantaron en señal de esclarecimiento.
EL MÃS GRANDE Y MÃS CALIENTE CLUB DE LA CIUDAD
CLUB MEDIANOCHE
ESPECIAL DE VIERNES POR LA NOCHE
NOCHE DE CHICAS
La palabra chicas estaba en un cÃrculo. Shinbe levantó una ceja mientras dejaba el papel de nuevo en la encimera y caminaba hacia el baño. Escondió su sonrisa en tanto entraba sin golpear y se deslizó detrás de Suki mientras tenÃa el cepillo preparado para deslizarlo a través de su cabello.
â Mañana entonces â, susurró Shinbe seductivamente en su oreja, después bajó sus labios para besar su hombro. Se volteó sin decir otra palabra, escondiendo su sonrisa sabionda.
Suki estuvo de pie sin moverse, mirando al espejo, sin gustarle la vibra que acababa de percibir. Era impropio de Shinbe no rogar y suplicarle. Sin querer verle el colmillo al caballo regalado, se apuró y terminó de arreglarse. Con miedo de que ahora Shinbe tuviera algo bajo la manga, Suki decidió que iba a aparecer donde Kyoko antes de lo planeado.
*****
A varios kilómetros, unos penetrantes ojos rojos miraban por la ventana de la suite desde un pent-house mirando la ciudad desde arriba. Largas ondas de cabello negro sedoso caÃan en cascada hacia abajo por una espalda desnuda en contraste con una piel tan pálida como la luna. Su rostro angélico era impresionante, con ángulos pronunciadamente definidos y su cuerpo era delgado y duro como el del dios mÃstico Adonis.
Su cuerpo desnudo relucÃa por la luz de la luna, los músculos bailaban con cada movimiento que hacÃa. Ãl era hermoso para cualquiera que lo mirara, sin embargo su alma oscura era maliciosa y maligna. Una sonrisa agració sus labios perfectos al tiempo que sus pensamientos volvÃan a los eventos ocurridos la noche anterior.
Dando la espalda a la ventana comenzó a prepararse para la noche. Su mirada solitaria fue a la silla de Queen Ann al lado del fuego y sentada sin vida sobre ella estaba la joven estudiante universitaria. Hyakuhei sonrió maliciosamente ante el pensamiento de la sangre fresca que habÃa cenado la noche anterior.
â Lástima, era una chica hermosa â, lamió sus labios recordando el placer de tomar a la chica y alimentarse de ella. No podrÃa nunca aburrirse de las mujeres jóvenes que atraÃa y tomaba para sÃ.
Esta noche estarÃa visitando un club nocturno popular para cazar su presa y necesitaba estar seguro de que sus âhijosâ estuviesen bien cuidados. La âNoche de chicasâ estaba siempre lista para la selección y era un bufé de carne interminable para los caminantes nocturnos.
Hyakuhei era un poderoso señor vampiro y nadie se atreverÃa a hacerlo enojar ni a cuestionar su fuerza. El placer ha sido su único deseo por más de cien años, pero ahora querÃa más. QuerÃa lo que era suyo por derecho. Un ceño fruncido arruinó su rostro mientras reflexionaba acerca de su misión, el objeto que se habÃa vuelto su obsesión en tanto que esperaba que renaciera en el mundo de nuevo. El legendario Corazón de Cristal del Guardián.
El Cristal sagrado era una joya del que se decÃa que era capaz de darle a un vampiro la habilidad de caminar más allá de la noche hacia la luz del dÃa. En la leyenda se dice que una chica con sangre inmaculada y el corazón de una niña, poseerÃa la joya dentro de su cuerpo. Ella serÃa una Sacerdotisa de la más alta clasificación y poder, la protectora y guardiana del Corazón de Cristal del Guardián.
Su oscura mirada volvió al cielo nocturno donde una luna rojo sangre se avecinaba en lo alto. â Te he perdido una vez, querida Sacerdotisa, pero no cometas errores: te encontraré de nuevo. â Sus ojos se entrecerraron mientras prometÃa a la noche. â Esta vez los poseeré a ambos, a ti y al Cristalâ¦
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Suki habÃa llevado СКАЧАТЬ