Название: Corazones Furiosos.
Автор: Amy Blankenship
Издательство: Tektime S.r.l.s.
Жанр: Современная зарубежная литература
isbn: 9788873042280
isbn:
Suki se acercó detrás de Kyoko, ajustando su arma sobre su hombro para un acceso más fácil en caso de batalla. "¿Me pregunto si es Hyakuhei lo que estás sintiendo?" Miró a Shinbe mientras él se acercaba a ellos, su abrigo y el largo pelo azul de medianoche soplando en el viento que ahora estaba recogiendo.
Los ojos de Toya se estrecharon y cambiaron a plata fundida. Percibiendo el peligro cerca de ellos, miró hacia la izquierda y bajó el brazo hacia abajo. La hoja metálica de una daga brilló en su palma. -¡Venga, bastardo, puedo olerte! Toya gruñó, pisando delante de Kyoko y los otros para protegerlos. La ladera y el valle abajo sostenÃan el pesado hedor del mal.
Una forma que llevaba una túnica negra ondulada materializada de la nada, justo delante de ellos con una inclinación malvada hacia sus labios. -Asà que has respondido a mi llamada.
Kyoko se estremeció cuando sus oscuros ojos se encontraron con los de ella. El recuerdo del sueño que habÃa tenido la noche anterior se estrelló contra ella, dándole escalofrÃos. Dio un paso atrás, escondiéndose detrás de Toya y espiando a su alrededor en Hyakuhei. TenÃa un mal presentimiento de que la única razón por la que estaba allà era ella y los talismanes que llevaba.
Toya notó que la atención de Hyakuhei estaba centrada en Kyoko y sintió un chasquido mental. Gruñó, agarrando el mango de su daga y arrojándose hacia delante para golpear al enemigo. La capa negra voló hacia el suelo como era de esperar. Ãl sabÃa que era sólo uno de los tÃteres de Hyakuhei de todos modos.
"¿Alguna vez tendrás las agallas para enfrentarme verdaderamente?" Toya se enfureció.
"Los poderes de la sacerdotisa serán mÃos, asà que... ven a mÃ..." La voz frÃa de Hyakuhei sopló lentamente en el viento.
Kyoko sintió escalofrÃos por su espina dorsal de las palabras que Hyakuhei habÃa hablado. -¿Ven a él? ¿Está loca? -susurró sintiendo al cobarde dentro de su cabeza asustada-.
Toya se acercó a ella. SabÃa que los guardianes estaban a cargo de mantener el cristal fuera de las manos del mal, pero no le gustaba el hecho de que puso a Kyoko en peligro. Hyakuhei habÃa matado a muchos inocentes por los talismanes. HabrÃa sido condenado antes de que Kyoko se convirtiera en una de las vÃctimas de esta guerra.
Ãl la protegerÃa. Su necesidad de proteger a Kyoko era tan fuerte, se habÃa convertido en su único propósito para la existencia y en este momento, tenÃa un sentimiento muy malo. PodÃa oÃr los latidos de Kyoko acelerando y podÃa oler el miedo que venÃa de ella en las olas. Toya observó con asombro cuando se volvió hacia él con una sonrisa helada.
-Bueno, ¿vamos a recoger otro talismán? Kyoko levantó la barbilla desafiando el miedo que sentÃa y enderezó sus hombros.
Toya miró detrás de ella y pudo ver que los otros también estaban listos. Los otros... la única gente en la que habÃa confiado.
*****
Hyakuhei miró al espejo que su subalterno Yuuhi le ofreció. El espejo de las almas que le permitÃa ver los movimientos de Kyoko. Esta chica era su enfoque por el momento. Ella sola tenÃa el poder de controlar al Guardián del Corazón de Cristal y necesitaba ese poder.
Pero... también necesitaba que ella lo ayudara a fusionar los talismanes juntos. Para hacer eso, tendrÃa que encontrar una manera de hacerla venir a él... de buena gana. La querÃa... no estaba muerta... en cambio, la querÃa a su lado.
Como si leyera la mente de su maestro, Yuuhi habló con la voz tranquila y sin emoción que pertenecÃa a un niño. -Quieres el poder que ejerce la chica, pero ella es pura y no vendrá a ti de buena gana. La forma fantasmal del blanco miró a Hyakuhei con ojos negros que contenÃan el conocimiento de miles de años.
"Capturarla es capturar un corazón puro, para lo cual tendrás que atraparla en una red de engaños". El extraño chico miró al espejo, mirando a Kyoko con los ojos del color de la muerte.
Hyakuhei sonrió con una sonrisa viciada. Su cuerpo y rostro impecables y perfectos ocultaron su malevolencia. Su cabello largo y oscuro cayó en cascada a su alrededor en ondas relucientes. Era muy sensual, con músculos esbeltos ondulando bajo su piel con cada movimiento. Esta sacerdotisa que los guardianes protegÃan tenÃa la semejanza de lo único que jamás habÃa amado.
SabÃa que Kyoko era una reencarnación de la que habÃa perdido hacÃa mucho tiempo... la que le habÃan quitado sin piedad.
Su puño de mano como los recuerdos trataron de volver a él de otra época. Los empujó con un gruñido y se concentró de nuevo en la sacerdotisa ante él. ¿Cómo podÃa hacer que un corazón inmaculado se enamorara de él cuando era puro mal? TenÃa el poder que habÃa dado a su antepasado hace tanto tiempo. Esto es lo que lo atrajo hacia ella, la idea de corromper esa clase de pureza. Primero, tendrÃa que atraparla.
"Invocaré la magia de Tenshi para lanzar un hechizo sobre la sacerdotisa y ella se enamorará de mÃ". Hyakuhei entonces comenzó a reÃr pero el sonido no sostuvo ningún humor. Cerrando sus ojos oscuros, invocó la figura angelical de uno de los demonios internos que habÃa consumido dentro de su cuerpo y ahora controlado.
Este demonio Tenshi podrÃa tejer un hechizo alrededor de la chica, inconscientemente haciéndola enamorarse de quien la tiene en su poder. También llamando a un demonio de inmensa fuerza y una masa de espÃritus malvados volando para mantener a Toya ya los demás a raya, Hyakuhei los envió a encontrarse con el grupo mientras lo miraba a través del espejo de las almas.
*****
Mientras Toya y el grupo se acercaban al aura siniestra del valle, Kyoko se detuvo. Malevolencia... podÃa sentirlo a su alrededor, pero no podÃa verlo. "Algo está aquà con nosotros," susurró Kyoko mientras daba un paso atrás asustada. Sus amplios ojos esmeraldas se alzaron ante una colina frente a ellos justo cuando un enorme demonio se elevaba desde el suelo como si saliera de alguna tumba sin marcar.
Toya gruñó ante los demonios más pequeños que también venÃan del suelo. ParecÃa que alguien habÃa abierto una puerta del infierno. Las dagas gemelas brillaron rápidamente a la vida como Shinbe y Suki estaba a cada lado de él. Kaen descubrió sus colmillos cuando Kamui se lanzó hacia Kyoko para situarse frente a ella, en caso de que algunos de los demonios lo hicieran más allá de los demás.
Toya saltó hacia delante gritando. Kyoko! ¿Ves un talismán en el demonio principal?
Kyoko miró al demonio con fuerza y vio un suave resplandor saliendo de su frente. "¡Frente!" Gritó de nuevo a Toya mientras Suki empezaba a cortar los espectros que volaban hacia ellos delante del demonio principal.
Kyoko observó a Shinbe comenzar a desenrollar las cuentas de amatista de su mano para abrir el maldito vacÃo que Hyakuhei le habÃa regalado cuando era niño, el mismo vacÃo que podÃa tragarlo todo si sus poderes se ponÃan fuera de control. El vacÃo del vacÃo podrÃa chupar a los demonios en sus profundidades en las olas, por lo que es una de sus mejores y más peligrosas armas en la batalla СКАЧАТЬ