El Baile De La Luna: Libro Uno Dela Serie ”Lazos De Sangre”. Amy Blankenship
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Название: El Baile De La Luna: Libro Uno Dela Serie ”Lazos De Sangre”

Автор: Amy Blankenship

Издательство: Tektime S.r.l.s.

Жанр: Ужасы и Мистика

Серия:

isbn: 9788873041337

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СКАЧАТЬ problemas últimamente enfrentándose a la serie de asesinatos que rodeaban la discoteca. Lo último que necesitaban era seguir atrayendo una atención negativa.

      Chad se apoyó un poco en la barandilla buscando a Envy. Gracias a Dios los bailarines de la jaula seguían allí y prestaban parte de la luz del foco que los iluminaba para que fuera más fácil localizarla. Escuchó un débil gruñido que venía de Jason, siguió su línea de visión y entonces la divisó bailando en medio de un grupo de chicos, cerca del brillo del foco de la jaula. Frunció el ceño, aguzó su mirada y se preguntó qué estaría a punto de hacer.

      –Por lo menos está observando a Trevor. Por cierto, gracias por llamarme –dijo con voz seria–. He esperado mucho para que algo así ocurriera.

      Jason se encogió de hombros, –No por mí. Por ella. Se merece algo mejor que él. –Intentó sonreír, mientras observaba, sabiendo que ella estaría soltera a partir de ese momento. Pero la imagen de todos esos otros tipos intentando llamar su atención hizo que su pequeña sonrisa tuviera un toque de tristeza.

      Capítulo 2

      Envy sintió el calor deslizándose sobre ella como una segunda piel mientras bajaba los escalones. Intentó relajar sus tensos músculos y se acercó a la pista de baile Dio algunos pasos en dirección a Trevor, sentía como si estuviera en medio de un poco de sexo ya que notaba como algunos dedos tocaban suavemente su piel y cuerpos desconocidos se deslizaban contra el suyo.

      La pista de baile era más oscura que las de otras discotecas en las que ella había estado o había trabajado y se dio cuenta de que le gustaba esa privacidad. No había muchas parejas bailando, era más como un grupo de cuerpos calientes mezclándose. Al sentir el cambio de ambiente, ella misma fue levantando lentamente los dedos para acariciar otros cuerpos en la oscuridad. El subidón de adrenalina que vino después la agitó al ritmo de la música sensual.

      No tenía ganas de enfrentarse a Trevor, se tomó un momento para cerrar los ojos y dejarse llevar con una música que solo podía describirse como el sonido de la lujuria.

      Empezó a sentir que los breves toques se volvían más intensos, así que Envy abrió los ojos y se encontró a sí misma mirando hacia varios pechos masculinos, algunos mostrando su piel bajo camisas desabrochadas y otros cubiertos con materiales ceñidos, lo que era igual de seductor. No se atrevió a mirar hacia sus caras por miedo a hacer contacto visual.

      Sintiéndose un poco excitada, empezó a retroceder y no le importaba que ellos la siguieran en ese baile seductor. Al sentir el frío acero de los barrotes de la jaula de baile en su espalda, ella levantó la vista lentamente hacia la plataforma. Sus ojos se quedaron atrapados en el chico que estaba dentro de la jaula mientras hacía que la chica se arrodillara debajo de él en postura sumisa.

      La sala entera pareció desvanecerse mientras mantenían sus miradas. La manera en la que él la estaba mirando hizo que Envy se sintiera como si fuera ella a la que estaba sometiendo. Él tenía los ojos de color azul pálido con un grueso anillo negro alrededor del iris. Ella no había visto ojos así de sorprendentes e intensos en su vida. Podría haber estado observándolos durante horas y aun así querer más, y eso la asustaba.

      Su mirada le dio la impresión a Envy de que él ya sabía cómo era ella desnuda. La manera en la que sus ojos recorrían su cuerpo y se paraban en ciertas partes... hizo que sintiera como si fueran sus manos las que tocaban esos mismos lugares. La urgencia de tirarse hacia los barrotes de la jaula y rogarle que la tomara rápido y fuerte allí mismo fue casi demasiado para poder resistirse.

      Envy intentó recordarse a sí misma que podía irse de la pista de baile cuando quisiera mientras apartaba con dificultad sus ojos de la mirada posesiva del chico.

      Trevor no se estaba divirtiendo incluso aunque trataba de dejarse llevar con el baile y mezclarse todo lo que pudiera. Pero ni las chicas calientes ni el baile eran las verdaderas razones por las que él estaba allí. Él mantenía su mirada en el chico de la jaula porque ese era su verdadero objetivo.

      El nombre del chico era Devon Santos, fue el último en ser visto con Kelly Foster, la veinteañera que fue encontrada la semana anterior en un callejón cercano. Ella estuvo en esa misma jaula con Devon la última noche que fue vista con vida.

      Hasta entonces, él se había enterado de que la chica asesinada había dejado de trabajar en una discoteca calle abajo llamada Night Light. Solamente trabajó en el Moon Dance una noche... la noche que fue asesinada. La suya no era la única muerte que estaba siguiendo, pero era la más importante. Quien fuera que se deshiciera del cuerpo, se aseguró de dejarlo cerca de los pumas y los jaguares como un regalo.

      Devon era socio propietario del local, junto con sus dos hermanos, Nick y Warren, y su única hermana, Kat. Los rumores decían que ambas discotecas tenían una enemistad desde hacía tiempo y que las dos familias habían sido rivales desde que los patriarcas habían desaparecido diez años antes.

      Trevor entornó los ojos, sabiendo la verdadera razón de la enemistad entre las discotecas. No se trataba de discotecas normales, estas estaban dirigidas por cambiantes. La discoteca en la que Kelly había estado trabajando estaba dirigida por hombres puma. Ella lo dejó y vino a trabajar para los hombres jaguar, para acabar muerta al siguiente día. Aquello era demasiado como para ignorarlo.

      Si los humanos supieran que los cambiantes vivían entre ellos, cundiría el pánico... aunque ellos habían sido parte de la sociedad durante muchos años sin que el secreto saliera a la luz. Mientras ellos siguieran cumpliendo las leyes de la raza humana, no había necesidad de descubrirlos. La mentalidad humana volvería a tiempos oscuros si aquello ocurría.

      La teoría tras las operaciones encubiertas del comando paranormal de la CIA los trataba del mismo modo que trataba a los OVNI y los encuentros alienígenas; mentir, esconder y encubrir. Había cosas mucho peores por ahí que los cambiantes que encajaban perfectamente con los humanos... otras criaturas más peligrosas de las que los humanos solo hacían malas películas de miedo y otras de las que los humanos no tenían ni idea.

      Pero, cuando la gente empezó a desaparecer o a aparecer muerta, su equipo se dispersó para intentar averiguar qué estaba pasando.

      Observando cómo Devon abandonaba la chica de la jaula y se acercaba a los barrotes para observar a otra persona, Trevor desvió su mirada. En aquel instante su presión sanguínea se elevó súbitamente cuando divisó a Envy apoyada contra la misma jaula y rodeada por una masa de chicos.

      ¿Qué demonios estaba ella haciendo allí? Dejó a sus compañeros de baile sin pensárselo y avanzó con empujones a través de la multitud hacia ella.

      Devon gruñó suavemente cuando la chica que había llamado su atención levantó las manos para agarrar los barrotes detrás de ella. Él podía oler su calor por encima del de cualquiera de la discoteca, y aquello le atraía. Cubriendo las manos de la chica con las suyas, dejó que sus dedos trazaran un camino de forma seductora por sus brazos a través de la jaula.

      Justo cuando Envy iba a levantar su mirada hacia el erótico bailarín, alguien la agarró del brazo y la apartó de la jaula. Sus labios se separaron cuando vio de quien se trataba. Se había olvidado de Trevor por completo. La atmosfera de seducción desapareció de repente y ella volvía a estar enfadada porque recordó el motivo por el que había ido al Moon Dance en primer lugar... venganza.

      –¿Qué demonios estás haciendo aquí? –le dijo Trevor de manera brusca, intentando alejarla de la jaula y del peligroso alcance de Devon. Si el jaguar era el asesino, entonces aquella manera de mirar a Envy la marcaba como la siguiente víctima.

      Envy СКАЧАТЬ