Название: El Baile De La Luna: Libro Uno Dela Serie ”Lazos De Sangre”
Автор: Amy Blankenship
Издательство: Tektime S.r.l.s.
Жанр: Ужасы и Мистика
isbn: 9788873041337
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Tenía que admitir que el tema era único, pero funcionaba. Sus ojos siguieron el movimiento de las luces por las paredes y se dio cuenta de que unas cadenas colgaban entre las pinturas, algunas de ellas con collares de pinchos y látigos de cuero negro.
Volvió de nuevo la mirada hacia la jaula y estaba a punto de ir en busca de Jason cuando vio a Trevor en la pista de baile cerca de uno de los focos. El muy idiota estaba bailando entre dos chicas y parecía que se lo estaba pasando de maravilla. Miró hacia Envy, pero Chad supo que no tenía que decirle ni una palabra ya que ella estaba observando directamente al trío.
Envy ladeó la cabeza intentando estudiar a Trevor como si no lo conociera lo suficiente. Para empezar, aquello le hizo replantearse por qué había empezado a salir con él.
Tenía que reconocer que él era agradable a la vista. Asquerosamente guapo sería una frase más adecuada. Parecía el típico surfista californiano de pelo rubio y liso, moreno dorado y ojos azules. Estaba para chuparse los dedos, lo que resultaría bastante divertido.
Pero si quitabas esa belleza, no tenía mucho más para atraer a una chica. Lo único que quedaba era el típico niño rico de alguna fraternidad universitaria. Cuando estaba cerca, era muy atento con los demás, pero también desaparecía de repente, a veces durante días.
La única otra cosa buena que ella podría decir de él era que se movía bastante bien en la cama y, gracias a eso, ella había pasado algunos de los mejores momentos de su vida.
En realidad, ella había llegado a creer que a él le gustaba mucho... puede que incluso algo más que eso. Eso demuestra lo poco que sabía ella de los hombres. A decir verdad, se estaba empezando a cansar de estar sola... pero entonces, eso no era razón suficiente como para empezar a quedar con otro tío.
Suspiró con nostalgia mientras observaba como agarraba el culo de la chica que tenía pegada a él. De repente se dio cuenta de que no estaba celosa. Si realmente hubiera estado enamorada de él, ¿no debería estar totalmente cabreada en lugar de sentirse herida? Lo que más le molestaba era que él había mentido sobre quererla a ella con exclusividad.
Jason había estado esperando que Envy entrara por la puerta de la discoteca desde el taburete más cercano a la puerta. Él sabía que ella aparecería por allí y no se sorprendió de verla con Chad. Tras concederles algunos minutos para observar el lugar, esbozó una mueca de satisfacción cuando se dio cuenta de la tensión que se acumulaba en los hombros de Envy. Sabía que había visto a su novio morreándose con otra en la pista de baile.
Él había intentado esconder sus celos durante el último par de meses y no quería hacerle daño a ella, pero si era algo así lo que hacía falta para alejarla de Trevor, por lo menos sería por su bien.
Girándose hacia Kat, la guapa camarera con la que había estado hablando, Jason sonrió.
–Te dije que vendrían –él asintió mirando hacia Envy y Chad.
Había estado allí durante más de una hora, pero después de ver a Trevor engañando a Envy, no tenía ganas de unirse a la multitud. Se había acabado aburriendo y empezó a hablar con Kat para pasar el rato. Incluso le había hablado del novio infiel de Envy.
–Entonces, ¿esos son tu mejor amigo y su hermana? –Kat echó un vistazo a la pareja, pero su principal interés estaba en el policía. Si Jason no le hubiera dicho que era policía, ella no lo habría adivinado jamás. Estaba más bueno que el pan.
Medía más o menos un metro ochenta y cinco, de piel morena y pelo castaño con reflejos dorados. Lo llevaba algo más largo que el típico policía y parecía como si el viento se lo hubiera colocado hacia un lado, lo que le daba un aire algo salvaje. Se encontró a sí misma comparándolo con Quinn, parpadeó y se dio cuenta de que lo había vuelto a hacer. Miró de nuevo a Jason sabiendo que ambos necesitaban apagar de una vez aquellos fuegos o corrían el riesgo de quemarse constantemente.
–No parece un poli –dijo Kat, observando a Chad y preguntándose si saldría con alguien. Jason no había dicho si sí o si no.
–Bueno –Jason casi se enfurruñó cuando se dio cuenta de cómo estaba mirando a Chad. Agitó la cabeza, –Vuelvo en unos minutos.
Acabándose la bebida se levantó del taburete y comenzó a andar hacia sus amigos. Cuando salvó la distancia que les separaba puso una mano sobre el hombro de Envy. Acercó los labios a su oreja y susurró, –¿Quieres bailar?
Envy sonrió sin girarse. –Oh, ¡vaya que sí! –exclamó ella, y de un salto bajó el tramo de escaleras que tenía delante, dejando a Jason junto a Chad con la mano todavía sosteniendo un hombro imaginario. Parpadeó cuando oyó a Chad riéndose.
–Joder –Jason suspiró mientras la veía bajar las escaleras.
Chad le dio unas palmaditas en el hombro con lástima mientras lo dirigía de vuelta a la barra y se apoyaba en ella –No dejes que te moleste. Creo que Envy solo tiene una cosa en la cabeza y tiene que ver con la venganza.
Echó un vistazo a la chica detrás de la barra y, por un momento, incluso se olvidó de que Jason estaba allí. Ella estaba increíble con su bronceado y el pelo tan largo y moreno que le caía con ondulaciones por la espalda y hacia los labios. Sus ojos eran todo lo contrario, de un color azul claro con un profundo anillo negro alrededor del color más claro.
Fueron sus labios carnosos los que llamaron su atención después de decir: –Solo un refresco, por favor.
–¿No bebes esta noche? –preguntó Jason, e intentó no mirar a su amiga mientras los ojos de Chad seguían en Kat. ¿Por qué todas las chicas se fijaban en los policías?
–No, tengo la sensación de que tengo que estar sobrio por ahora. No me gusta Trevor, así que le di a Envy mi pistola paralizante para que se divirtiera.
–Chad apartó su mirada de la chica lo suficiente como para hacerle un amago de sonrisa a Jason–. Y he venido conduciendo el coche patrulla.
Sabía que Jason leería entre líneas.
repentinamente, Jason se apartó de la barra de un empujón perdonando a su amigo por ser un imán para las mujeres. –Oh vaya, ¡entonces esto no me lo pierdo! –
Él volvió a la barandilla seguido por la risa de Chad.
–Bueno, ya he hecho felices a dos personas esta noche –Chad le guiñó un ojo a Kat, sabía que ella le estaba escuchando, y después pagó su bebida. debía ir a ver lo que Envy era capaz de hacer.
Kat Asintió cuando Chad le deslizó un billete de veinte y le dijo que se quedara el cambio antes de alejarse de allí y unirse a Jason. Estos dos podían ser muy peligrosos para las hormonas de una chica. Jason tenía el pelo largo y castaño claro, con la cara y el cuerpo de un vigilante de la playa.
Ella había pillado a la mayoría de las chicas tratando de llamar su atención mientras pasaban. Jason parecía no enterarse de ello y parecía perdido en sus propios pensamientos... hasta que empezó a hablarle sobre su mejor amigo, Chad, y la chica que tanto trataban de proteger ambos.
Ella echaba de menos algo así, alguien aparte de sus hermanos que la protegiera. Parpadeó lentamente forzándose a borrar la imagen de Quinn de su mente y centrándose en el problema que tenía entre manos.
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