Curso rápido para hablar en público. La voz, el lenguaje corporal, el control de las emociones, la organización de los contenidos…. Daniela Bregantin
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СКАЧАТЬ preguntas y le agradecemos su colaboración.

      1. El tema del discurso será…

      ¿Posee algún conocimiento acerca del mismo?

      2. ¿Puede ofrecernos indicaciones sobre las características de los participantes?

      a) edad

      b) sexo

      c) número de participantes

      d) ocupación

      e) grado de escolarización

      f) conocimiento del tema y del vocabulario específico

      3. ¿Cuál es, en su opinión, la posición de los participantes respecto al tema propuesto?

      4. ¿Cuál es su posición personal en relación con el tema propuesto y su nivel de conocimiento del mismo?

      5. ¿Podría señalarnos algunos acontecimientos relevantes que hayan caracterizado la vida de su empresa en este último año?

      6. ¿Existe alguna información relativa al público o a su empresa que considera que es importante que el orador conozca?

      7. ¿De qué manera el tema, según usted, podrá resultar útil a los participantes?

      8. ¿Cuáles son sus expectativas personales respecto al encuentro?

      9. ¿Existen aspectos del tema en cuestión que merecerían ser tratados?

      10. ¿Tiene alguna sugerencia que hacernos, con el objetivo de que la presentación se ajuste de la mejor manera posible a las necesidades del público?

      En la novela de James Redfield La profecía de Celestino se dice que los encuentros entre los seres humanos se producen porque se nos debe decir alguna cosa, algo que sólo aquella persona nos puede decir, y no otra («cualquier persona con la que conversamos tiene un mensaje para nosotros»). Entonces la primera pregunta que podemos plantearnos es: ¿qué puedo decirle o aportarle a mi interlocutor? Aquello que puedo decir porque lo he experimentado, es fruto de la experiencia, de la reflexión profunda sobre el tema, es valioso porque se trata de una reflexión viva, vital…

      El mensaje es el «lugar» en el que nuestros conocimientos y competencias, convicciones y opiniones y los valores que nos inspiran tienen la posibilidad de ser expresados.

      El mensaje es aquello que consideramos útil e importante decir para nosotros, e útil e importante escuchar para nuestro público.

      La solidez de los contenidos, la selección, en el marco de un tema amplio, de los aspectos más interesantes para la audiencia, la elección de los materiales de apoyo a las ideas y a los conceptos fundamentales, la organización de los contenidos y la elección del estilo resultan decisivos para la producción de un contenido de calidad.

      El objetivo

      Para construir el mensaje, el orador deberá establecer, en primer lugar, el objetivo, es decir, la finalidad de la intervención.

      «Se debe conocer la meta antes que el recorrido», nos recuerda el escritor alemán Jean Paul.

      Podemos identificar tres objetivos finales para una intervención pública:

      INFORMAR

      PERSUADIR

      ENTRETENER

      Informar. La finalidad de una intervención de carácter informativo es incrementar el conocimiento del público sobre un proyecto, un concepto, un proceso… Para que el objetivo pueda considerarse alcanzado, al finalizar el discurso los presentes deberían saber más sobre el tema o conocerlo mejor.

      Persuadir. Significa actuar de manera que nuestro público modifique sus convicciones respecto a algo o cambie su comportamiento. Políticos durante la campaña electoral, vendedores negociando con clientes, abogados empeñados en convencer a un tribunal…: todos ellos persiguen objetivos de carácter persuasivo.

      Persuadir también puede significar empujar a alguien a pasar a la acción.

      Entretener. Cuando, con nuestras palabras, queremos lograr que el público se relaje o se divierta, la finalidad es entretener. Se trata de un tipo de objetivo menos frecuente si hablamos en público sobre todo por razones profesionales, pero, aunque no sea este el objetivo principal, en muchos casos expresar los contenidos en un registro distendido puede constituir una útil estratagema para llegar mejor a la audiencia y conducirla hacia el objetivo real.

      Especificación del objetivo

      Una vez identificado el objetivo general, entre uno de los tres citados, es necesario definir el específico de acuerdo con el tema sobre el que se quiere informar, persuadir o entretener al público.

      ¿Es usted un técnico informático y debe informar a un grupo de vendedores de las características de un nuevo producto? ¿Es el director comercial de una agencia de publicidad y ha de convencer a su equipo para que se esfuerce en alcanzar el objetivo económico fijado para el semestre?

      Un objetivo bien especificado ayuda a organizar de manera coherente y clara los contenidos del speech. En algunos casos, especialmente en una intervención de carácter informativo, al inicio de la presentación es conveniente comunicar el objetivo específico que se quiere alcanzar: el público desea tener información precisa sobre lo que le espera.

      El contexto

      Una vez establecida la finalidad de la intervención, para construir un mensaje auténticamente eficaz es necesario efectuar un análisis del contexto, es decir, preguntarse cuál es la ocasión en que debe hablarse.

      «Cada lugar requiere una forma particular de hablar y un estilo apropiado» (Quintiliano).

      Contexto es también el lugar físico en que la intervención se realiza, pero, por encima de todo, corresponde a la situación o circunstancia en la que nos encontramos en el momento de hablar.

      La definición del contexto tiene gran importancia para decidir el estilo que se aplicará al discurso. El comportamiento, el «signo» comunicativo, adquiere un significado diferente dependiendo del contexto en el que se sitúa. Por este motivo, para una correcta interpretación, debe ser analizado teniendo en cuenta el contexto.

      Además, dado que dicha circunstancia ha reunido al público, también esta influirá en sus expectativas.

      La definición del objetivo comunicativo y el análisis de la audiencia y del contexto son de vital importancia para estructurar un discurso que sea realmente eficaz.

      Comunicación: juego de influencias recíprocas

      ¿Cuál es, si existe, la diferencia entre informar y comunicar? Y, más específicamente, ¿qué significa comunicar?

      Como siempre, partir de la raíz de la palabra ayuda a comprender mejor el significado y el uso. Informar, del latín informare, quiere decir «dar forma», mientras que comunicar tiene su origen en el término latino communis, «común», y significa «poner en común, compartir, entrar en relación con alguien»: el interlocutor, el destinatario del mensaje.

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