Historia de Venezuela, Tomo I. Aguado Pedro de
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Название: Historia de Venezuela, Tomo I

Автор: Aguado Pedro de

Издательство: Public Domain

Жанр: Историческая литература

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СКАЧАТЬ Benzob, llamada Maria, hija de Lazaro, muger rrica y de noble linaje, hallandose en aquellos dias en Jerusalen, con vn cuchillo, por su propia mano, degollo a su hijo, partiendolo por medio, puso luego la mitad al fuego, y asandola, se la comio, y despues vino a comer la otra mitad, cosa por cierto de grande admiracion y que parece escandalizar solo el oyrlo. Yo, a lo menos, por tan castigo de Dios tengo la hanbre y calamidad destos soldados, por los rrobos, fuerças y muertes y otras crueldades e yncomodidades de que con los yndios abian vsado, como el que vino sobre Jerusalem en los tiempos rreferidos de suso.

      Viendose ya de todo faltos de rremedio y que las fuerças naturales los desanparavan del todo y que ya no les abia quedado ningun yndio a quien tan rrabiosamente pudiesen sepultar en sus entrañas para conservaçion de ellas, començaron a esparçirse y dividirse por entre aquellas montañas y arcabucos, donde la hanbre los consumio, asi al capitan como a todos los mas de los soldados, de quien no se supo mas nueba, eceto quatro de ellos que, o por ser mas animosos o mas rrobustos, pudieron conservar mas tiempo las fuerças y el animo, los quales, caminando por donde su ynfortunio los guiaba, fueron a dar a vn rrio que casi entra en la laguna de aquella parte donde Merida esta poblada, rriberas del qual se sentaron a descansar, porque les pareçio, por algunas señales que en el vieron, que era rrio poblado y que navegaban yndios por el, con esperança de que Dios encaminaria por alli alguna canoa de yndios, de donde pudiesen aber con que rremediarse y sustentarse.

      CAPITULO NUEBE

      En el qual se escribe el suceso de los quatro españoles que se apartaron de Gascuña.

      Dende a poco tiempo que estos españoles pasaron a descansar rribera del rrio, para soportar mejor el tormento de la hanbre con la esperança dicha, açerto a pasar por alli vna canoa con yndios que yvan de vn pueblo a otro, a los quales llamaron los españoles con señas que les hizieron para que viniesen a donde ellos estaban. Los yndios se acercaron a tierra por ver y conocer que nueba gente era aquella; mas no se llegaron tanto que los españoles los pudiesen asir para matallos y comellos, como despues lo pusieron por la obra, y viendo que los yndios se llegavan rrecatadamente, solo les dieron a entender, con señales que les hizieron, la neçesidad que padeçian, rrogandoles que les truxesen alguna cosa de comer.

      Los yndios, por el senblante o aspeto que en los españoles vieron, entendieron lo que les pedian y abian menester, y asi se fueron el rrio arriba a donde tenian su poblazon, y tomando la comida que les pareçio que era bastante para tan poca gente, bolvieron a donde los españoles estaban, los quales, como los vieron bolver, pareçiendoles que el mantenimiento que podian traer seria poco, determinaron que se tomasen los yndios y se matasen y asasen en barbacoas45 para guardar y tener de respecto para su comida. Los yndios llegaron sinçeramente, sin rreçelo de rreçebir daño ninguno de los españoles, a quien con tan buena voluntad trayan de comer, y saltaron en tierra, sacando el mayz y otras rrayzes y legunbres que trayan. Los españoles, desque los vieron que les pareçia que podian ser señores de ellos, cada vno echo mano de su yndio para poner por obra lo que antes abian tratado, y como su flaqueza era tanta y sus fuerças tan pocas, poca fuga fue menester para que los yndios se soltasen de sus manos; y visto que los yndios se les yvan, juntaronse todos a vno de los yndios, y asiendose del lo mataron y despedaçaron muy liberalmente y asaron en barbacoa para su sustento.

      Esto de asar46 en barbacoa esta carne es vna costumbre casi general en las Indias entre algunos yndios, los quales jamas acostumbran a salar carne ni pescado, avnque tengan bundancia de sal, mas haziendo vnas barbacoas que no sean muy altas del suelo, que son vnas estacas hincadas en tierra, del altor que les pareçe, encima de las quales hazen vn cañizo algo rralo de varas que llaman barbacoa, y alli ponen la carne a asar y mucha candela debaxo, hasta que se consume todo el xugo y vmor y queda del todo seca: y con esto se entretiene mucho tiempo la carne, avnque sea de puerco, y el pescado y todas otras cosas que despues de muertas se pueden corronper y dañar; y a falta de sal, los españoles, en las jornadas y nuevas poblazones se aprovechan deste vso de los naturales, y asi lo hizieron estos de quien al presente vamos hablando; que muerto su yndio y hecho sacrifiçio del a su dios el vientre, lo asaron en barbacoa por sus puestas47, y luego alli comieron el asadura, pies y manos, y el menudo, con tanta alegria como si fuera de otro animal de los acostumbrados a comer entre cristianos.

      Y rrecelandose que los yndios que se escaparon de sus manos no conbocasen gente y viniesen sobre ellos, acordaron de yrse de donde estaban, y asi començaron a caminar rribera arriba de aquel rrio todos ellos, eceto vno llamado Françisco Martin, que por tener vna llaga en vna pierna muy enconosa no pudo caminar y le fue forçoso quedarse alli; y los demas, prosiguiendo su desesperado camino el rrio arriba, padeçieron como todos los otros avian hecho y acabaron sus vidas con bien largas y penosas muertes. Y porque en lo deste capitulo me queda y en el siguiente, he de deçir el subçeso deste Françisco Martin, que por la enfermedad de su pierna no pudo seguir a sus compañeros en la muerte como los abia seguido en la bida, dire lo que este honbre hizo, antes de llegar a este rrio.

      Andaban sus compañeros y el tan acosados de la hanbre que se podia bien dezir por ellos que rrabiaban de hanbre. Cupole a vn yndio que les abia que dado la suerte del sacrifiçio, y asi lo sacrificaron y mataron, dandole por sus propias manos la muerte, porque fuese mas açeto. Estando haziendo puestas o pedaços el cuerpo muerto, para dar a cada vno su parte, quitaron el mienbro genital, como cosa mas ynmunda, y echaronlo a mal, lo qual, como biese este Françisco Martin arremetio a el y alçandolo del suelo, sin esperar a ponello en el fuego se lo comio asi crudo, como se abia quitado del cuerpo; que fue cosa por çierto, no de honbre sino de mas que bruto y carniçero animal; y por esto no quento la diligencia que todos ponian en que no se perdiese cosa ninguna de lo que en vn cuerpo humano ay. La sangre no era menester llegalla al fuego, porque en abriendo el muerto, con las manos la sacaban y se la bebian, y avn como suelen deçir, se quedaban lambiendo las manos; y por no ser molesto no quiero pasar adelante con estos abominables enxemplos de crueldad.

      Este honbre llamado Françisco Martin, permitiendolo Dios, para questos castigos fuesen notorios, vino a escapar con la vida y a bolver a poder y conpañia despañoles de la manera que por el discurso desta Istoria se vera; mas para llegar a este tiempo paso muchos trances que tanbien ire declarando. Viendose el triste solo en aquella playa o rribera donde sus conpañeros lo abian dexado, acordo echarse el rrio abaxo, pareçiendole que pues por alli nabegaban canoas, que no dexaria de aber algunas poblazones donde, o le conservarian la bida o con mas brevedad lo despenarian. Sabia nadar, y ayudandose de vn madero o palo grueso que alli hallo, se hecho por el rrio abaxo, y giandolo sus hados fue a dar a vna poblazon de yndios que en la rribera deste rrio estaba, gente de buena dixistion o condiçion, los quales como lo biesen, admirados de ver vn honbre barbado y tan blanco, cosa que ellos nunca abian hasta entonces visto, lo tomaron y lo llevaron al caçique y señor de aquella prouinçia, el qual, con la misma admiraçion que sus vasallos, lo mando recojer y tener en su casa por cosa de grandeza, sin hazer ningun mal ni consentir que se le hiziese por ninguno de sus subditos.

      CAPITULO DIEZ

      Como prosiguiendo Miçer Ambrosio su jornada, paso por el rrio del Oro y provincia de Guane, y fue a salir a los paramos y tierras donde agora esta poblada la ciudad de Panplona.

      En tanto questas cosas subçedieron al capitan Gascuña y a su gente, el gobernador Miçer Ambrosio, despues de haberse entretenido algunos dias en aquella provinçia de Tamalameque, porque el socorro que de Coro le viniese y Gascuña le truxese, con más façilidad lo alcançase, prosiguieron su viaje y descubrimiento por lo baxo de la cordillera ó sierra48 que confina con las rriberas del rrio grande, avnque algo apartado del; porque se debe notar que por desta parte del rrio grande por do Miçer Anbrosio caminava sienpre ay tierra llana entre el rrio y la sierra que va casi subçesive hasta sus nacimientos, y esta serrania que va sienpre á bista deste rrio grande, toda es rramos y gajes que quiebran de la cordillera que desde Chile viene entera çiñendo СКАЧАТЬ



<p>45</p>

Barbacoa significa aquí conjunto de palos de madera verde puestos sobre un hueco á manera de parrilla, que usan los indios para asar carne.

<p>46</p>

En la edición de Caracas: salar.

<p>47</p>

Como más adelante puede verse, puesta significa aqui pedazo.

<p>48</p>

En la edición de Caracas: tierra en lugar de sierra.