Название: Historia de Venezuela, Tomo I
Автор: Aguado Pedro de
Издательство: Public Domain
Жанр: Историческая литература
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Estas lagunas o laguna de Tamalameque es bien grande. Hazense en ella algunas yslas que estaban pobladas. Congreganse aqui estas aguas por ser la tierra baxa y estar en el paraje de la corriente y agua del rrio grande, por lo qual no pueden correr ni escurrirse, vaguarse37, los rrios que a esta laguna vienen a dar. De donde ella prinçipalmente se haze es el rrio de Çaçare, que viene del valle de Vpar, rrio caudaloso y que nabegan por el canoas, y todas las aguas que de la cordillera corren desde el valle de Upar hasta junto vna provinçia que dizen los Carateres o despoblados, sufragana a la civdad de Panplona del Nuebo Rreyno, todas se juntan aqui.
Llegado Miçer Anbrosio a esta provincia y lagunas de Tamalameque hallola, como he dicho, muy poblada de mucha cantidad de naturales y muy abundante de comida y de mucho oro que los yndios poseian. Estaba el prinçipal o señor38 poblado rribera desta laguna, en vn pueblo que la vezindad del tomaba un quarto de legua; y avnque la poblazon era tan grande, y otras muchas que a la rredonda abia y los naturales en mucha cantidad, nunca se atreuio este prinçipal a esperar en su pueblo a los españoles, por las nuebas que antes de ellos tenian y le abian dado otros yndios sus vezinos, y asi se recogio con su hazienda y gentes a una ysla que en la laguna estaba algo apartada de tierra, creyendo que poniendo el en cobro todas las canoas y apartandolas de donde los españoles las pudiesen aber, no tendrian modo como pasar a la ysla adonde el estaba, por ser por alli algo hondable el lago. Mas los españoles y su governador, viendo delante de sus ojos aquellas gentes, y que casi les hazian cocos con las joyas y adereços de oro que sobre si trayan, buscaban y baçilaban sobre que modo podrian tener para pasar seguramente el agua y entrar en la ysla a despojar aquellos miserables de sus tesoros; y podemos deçir questos yndios ellos mesmos se hazian la gerra y se ponian açechanças, pues mostrando o haziendo ostentacion de las joyas y oro que tenian a sus contrarios, les davan abilantez y ponian espuelas a su codiçia, para que con mas calor procurasen de pasar a donde ellos estaban, y al fin, despues de muchos acuerdos que sobre ello el governador abia tenido, fue rresoluto en que todos los mas de a caballo se echasen al agua en sus caballos y fuesen a dar en aquella gente, que teniendose por muy seguros con la fortaleza de que naturalmente estaba cercado aquel sitio, con las aguas que lo fortificaban, no esperaban rrecibir ningun daño de los españoles ni tenian pensamiento de mudarse ni apartarse de alli, antes, como he dicho, casi ponian por señuelo el oro y rriquezas que tenian, entendiendo con la bista de ello atormentar los codiciosos animos de los españoles y su governador.
Determinados ya el governador y sus soldados de seguir la toma de aquel ysleo con esta yndustria, rremitiendo el fin del susceso a lo que su fortuna guiase, pusieron en obra su acuerdo, y cabalgando en sus caballos hasta treinta españoles con sus armas, se arrojaron al agua, y gobernando con los frenos los caballos y animandolos con las espuelas, sin que ninguno dellos peligrase ni pereciese, pasaron nadando a la ysla, donde los yndios, casi atonitos y sin sentido de ver aquella nueba manera de nabegar de los españoles, se hallaban tan confusos entre si que avnque tenian las armas en las manos, no vsaron de ellas con la presteça que era rrazon para defender la entrada a los españoles, lo qual pudieron hazer con façilidad por ser el sitio donde estaban acomodado para ello.
Despues que en la ysla vieron a los españoles començaron a vsar de las armas para ofendellos con el tumulto y alaridos con que todos generalmente lo suelen hazer; mas como los españoles estaban ya en tierra, donde podian aprovecharse de sus caballos y ser señores dellos, començaron a correr y escaramuçear por entre los yndios, hiriendo a todas partes, de suerte que sienpre los yvan ahuyentando y constriñendo a que se rrecogiesen al agua, donde les era a los yndios el daño doblado, porque como la laguna era honda y la gente mucha, cayan vnos sobre otros, y el que no sabia nadar llevaba al hondo al que sabia, y asi perecieron muchos, sin los que en tierra fueron muertos, y sin otras muchas gentes de todo sexo que amedrentadas de ver la ferocidad de los caballos y crueldad de los que los seguian, se arrojaban al agua a guareçer en algunas canoas de las que por alli tenian.
Los españoles quedaron señores de la ysla y obieron preso al caçique o señor de aquellas gentes que, como he dicho, se llamaba Tamalameque, con otros algunos yndios prinçipales y mucha parte de sus riquezas y oro, con que se pasaron muy contentos a donde el Governador estaba con la demas gente mirando el suceso desta guaçabara, a quien entregaron luego todo el despojo y presa que en ella se abia abido, que fue cantidad de oro. Holgaronse todos con el buen suceso que alli abian tenido; pusieron a rrecado el prinçipal Tamalameque, de quien esperaban aber gran suma de oro por su rrescate, y hizieron asiento alli por algunos dias, asi porque la gente descansase, como por la mucha rriqueza que desta provinçia esperaban sacar, segun los buenos prinçipios que abian bisto y despojo que en este primer reencuentro obieron.
CAPITULO SIETE
Como estando los españoles divididos se juntaron mucha cantidad de yndios y binieron a sacar de poder de los españoles a su caçique, y como Miçer Anbrosio enbio a Gascuña a Coro por mas gente y soldados.
Dende39 a pocos dias algunos soldados quisieron pasar adelante, sin haçer en esta provinçia mucho asiento, mas Miçer Ambrosio, biendo la fertilidad de la tierra y las muestras de oro que en aquellas primeras vistas abia abido, considero que podia aber en esta provinçia alguna parte de lo mucho que deseaba, y asi, con acuerdo de los mas, determino entretenerse en esta provinçia algunos meses hasta ber y avn aber toda la rriqueza que en la tierra abia, con la qual rresoluçion enbio luego vn capitan o cavdillo con la mitad de la gente, que serian nobenta honbres, a ber lo que abia en çiertas poblazones que çerca de alli estaban, y el se quedo en su alojamiento con la demas gente y con el caçique y los demas prinçipales.
Los yndios desta provinçia, viendo que mucha parte de la gente española andaba fuera del canpo, pareçioles que era tienpo oportuno y que se les ofreçia ocasion en que pudiesen rrecobrar a su caçique o señor, con lo demas que en la guaçabara perdieron; y no perdiendo tienpo se conbocaron y juntaron, según afirman personas que se hallaron presentes, mas de diez mil yndios de gerra y bien adereçados, conforme a su vso y costumbre de militar. Metidos en la cantidad de canoas que para tanta gente era menester, se vinieron nabegando hazia el rreal de los españoles; y segun pareçio despues, estos yndios, como abian visto yr fuera los españoles que se a dicho, creyeron que en el alojamiento quedaban muy pocos, a los quales façilmente desbaratarian y matarian; y como saltando en tierra y llegando a donde el governador Miçer Ambrosio estaba rrancheado, viesen la gente que con el estaba, se les mudo el animo de tal suerte que jamas ninguno de ellos se atrevio a prinçipiar la guaçabara ni acometer a los españoles, sino como honbres desatinados, començaron a deçir que les diesen su caçique muy porfiadamente y con muchas bozes. El Governador, conoçiendo la pusilanimidad y cobardia que los yndios СКАЧАТЬ
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Rebozo: simulación, pretexto.
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Vaguada es la línea que marca el fondo de un valle, y es el camino por donde van las aguas de las corrientes naturales. En la edición de Caracas, en vez de
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En la edición de Caracas se dice:
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En la edición de Caracas,