Название: Historia de Venezuela, Tomo I
Автор: Aguado Pedro de
Издательство: Public Domain
Жанр: Историческая литература
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Mando Miçer Anbrosio a los yndios que se bolviesen, y que si querian llevar o aber a su caçique, a quien benian a buscar, le traxesen çierta cantidad de oro que el alli les señalo. Los yndios se bolvieron y fueron paçificamente, sin hazer mas acometimiento ni daño en los españoles del que se a dicho, dexando sus armas, que por hartos dias sirvieron de leña para las coçinas de los españoles; y metiendose o enbarcandose en sus canoas se bolvieron a sus poblazones.
La gente que abia ydo a descubrir, bolvio desde a pocos dias con algun oro, que generalmente, en toda esta provinçia, lo tenian los yndios, y oy dia lo tienen.
Estubose Miçer Ambrosio en esta rrancheria o alojamiento haziendo entradas o correrias de vna parte a otra casi vn año, en el qual tiempo, asi de lo que rranchearon y tomaron forçiblemente a los yndios como de lo que les daban de presentes y el caçique dio por su rrescate, obieron el gobernador y sus soldados mas de setenta mil pesos de buen oro. A cabo deste tienpo, ya que estaba arruynado y corrido y esquilmado todo lo que en esta provinçia de Tamalameque abia, acordo Miçer Anbrosio pasar adelante con su descubrimiento y jornada, y pareciendole poca gente la que tenia para tan larga entrada como se le ofrecia, porque de la gente que de la laguna saco se le abian muerto, asi en la gerra como de enfermedades, mucha parte de sus soldados(A), acordo enbiar vn cavdillo con algunos soldados y alguna parte del oro que alli se abia abido a Coro, para que juntase toda la mas gente que pudiese, dandoles todo abio del oro que llevasen y con toda brevedad bolviesen y le siguiesen por el rrastro y vestigio de la derrota que el de alli tomaria. Y para este efecto nombro y señalo a vn capitan Gascunia o Gascuña, natural de Arebalo(B), y le dio veynte y cinco soldados, y asi los sesenta mil pesos, que era parte del oro que se abia abido en esta provincia de Tamalameque, para que con aquella ostentacion y muestra de rriqueza mobiese los animos de los soldados y los atraxese asi, para que con mayor voluntad lo siguiesen.
Partiose Gascuña con la gente que le fue dada, la buelta de Coro y provinçia de Venençuela, de cuyo viaje en el siguiente capitulo trataremos largo, y el gobernador Miçer Ambrosio por entonçes se quedo alli en el alojamiento y rrancheria de Tamalameque, y donde a poco tiempo alço su canpo y siguio su40 viaje y derrota en la forma que adelante se dira.
(A) Según Oviedo y Baños, la falta de gente que obligó á Alfinger á enviar por socorro á Coro, no fué debida exclusivamente á las muertes por la guerra y enfermedades, de que habla el Padre Aguado, sino también á que muchos soldados, descontentos, se habían retirado á Coro fugitivos, «no pudiendo tolerar el áspero natural de Alfinger, ni el modo tan extraño que tenia de gobernar, castigando por leves causas con azotes, horcas y afrentas á muchos hombres de bien por mano de un Francisco del Castillo, que era su maestre de campo, hombre cruel y de malvada intención». (Historia de Venezuela, tomo I, cap. IV.)
(B) Gascunia, Gascuña ó Bascuña, le llama el Padre Aguado. Oviedo y Baños le nombra Iñigo de Bascona; Fernández de Oviedo le apellida Vascuña, y Castellanos, Vasconia.
CAPITULO OCHO
En el qual se escrive como metiendose Gascuña por los despoblados y arcabucos de la culata de la laguna, perecio de hanbre el y todos los demas que con el yvan.
El capitan Gascuña o Bascuña puso en prosecucion el mandamiento del gobernador, y tomando consigo el oro que se le abia dado, que como he dicho, fueron sesenta mil pesos y sus veynte y cinco conpañeros españoles, començo de caminar la buelta de Coro, por muy diferente camino del que abia traydo con su Gobernador, porque como el paraje donde a la sazon estaban era mas arriba de la culata de la laguna de Maracaybo, pareçia por buena conjetura que atravesando o bojando41 por tierra la serrania que por alli abia, yr a salir de la otra vanda de la laguna, sin tener neçesidad de atrabesar aquel ancho lago42 ni desandar el camino andado, que le parecia mas largo del que por donde pensaba yr podia ser.
Estas consideraçiones les salieron muy al rrebes a Gascuña de lo quel abia traçado, porque en apartandose del rreal luego atrabeso la cordillera que entre la laguna de Maracaybo y el rrio grande de la Magdalena esta, que es la que emos dicho llamarse la cordillera del valle de Vpar, y trastornando la sierra a las bertientes de la laguna, camino algunos dias por tierra alta avnque montuosa y mal poblada, y avnque de los altos destas sierras vio Gascuña a toda la tierra que por delante tenia, por la qual abia de atrabesar, era cubierta de muy altas montañas y arcabucos y lo mas della tierra llana que por la mayor parte suele estar anegada y cubierta de aguas, no considero el daño que de seguir por alli su viaje le podia venir, mas entendiendo que todo seria aconpanado de algunas raras poblazones, como en los altos de aquella cordillera las abia, paso adelante con sus conpañeros, y caminando algunos dias por despoblado, siguiendo la trabesia de la culata de la laguna sin que ningun camino le guiase, apartaronse tanto de las poblazones que a las espaldas dexaban, que quando quisieron bolver atras no pudieron por rrespecto de que se le abia acabado la comida que llevaban, y sin ningun reccurso de mantenimiento, con solo la esperança de hallallo adelante, abian caminado çiertos dias con solo comer algunas hojas silvestres que en aquellas montañas cojian. I como mientras mas adelante caminaban mas la hambre los maltrataba, de tal suerte que no solo no podian llevar sus armas mas casi ni avn menear sus personas, consumidas las fuerças de hombre, acordaron poner o dexar el oro escondido o enterrado en vna parte señalada, para que si saliesen a poblazones despañoles o de yndios pudiesen bolver por ello.
Mas a estos soldados, y avn casi a los que con Miçer Ambrosio quedaron, le fue este oro y rriquezas el açote y castigo que al consul Quinto Cipion43 y a sus comilitones les fueron el saco y rrobo que en Françia hicieron, quando tomando y entrando por fuerça de armas a la çiudad de Tolosa, no solo rrobaron lo que los del pueblo tenian, mas entraron en el tenplo de Apolo, a quien aquellos çivdadanos servian con mucho acatamiento, y saqueando el tenplo, como a las demás casas del pueblo, rrobaron del ciento y diez mil libras de oro y çinco millones de libras de plata, y así el consul Quinto Çipion, como todos los que partiçiparon deste rrobo, murieron desastrada y miserablemente, segun que en su Istoria mas largamente se rrefiere este caso.
Gascuña y su gente enterraron estos sesenta mil pesos al pie de vna çeyva, arbol muy grande y señalado en aquella comarca, y casi dexando sus coraçones alli soterrados con aquel metal, començaron á caminar por aquellas montañas, a ver si podian hallar algun genero de comida de qualquier suerte que fuese; y viendo que no lo hallavan y que las naturales fuerças casi del todo les yvan faltando, començaron a matar algunos yndios e yndias de las que consigo llevaban para comer de ellos, ymitando en esto la brutalidad de los animales yrraçionales, que faltandoles el vso de la rrazon, muchas veces muerden y comen los vnos de44 los otros, comian de aquellas carnes humanas tan sin asco ni pabor como si se obieran criado en ello y para ello. Mas no es de marabillar que honbres vsasen deste genero de crueldad por rremedio contra las angustias de la hanbre, pues escriviendo Josepho en sus Istorias, y lo rrefiere Evsebio en el terçero libro de la Istoria eclesiastica, en el capitulo segundo, que tiniendo Tito cercado a Jerusalen, y abiendola ya entrado o tomado, sobrevino tan grande СКАЧАТЬ
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En la edición de Canarias,
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En la edición de Canarias,
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Un borrón cubre la primera silaba de esta palabra.
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En la edición de Caracas:
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En la edición de Caracas