Название: ¿Y tú qué miras?
Автор: Gabourey Sidibe
Издательство: Bookwire
Жанр: Документальная литература
Серия: El origen del mundo
isbn: 9788416205912
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Entonces fue cuando me di cuenta de que, en realidad, no era vidente. Era imposible. Yo era incapaz de ser una «buena esposa musulmana», como tampoco lo había sido mi madre cuando se había casado con papá.
Le expliqué a mamá lo de mis vaticinios y nos reímos juntas. ¿Gemelas? ¿Fama? ¿Yo una «buena esposa musulmana»? Supuse que la gente iba a videntes para poder reírse luego de sus predicciones. Tres años después, Tola dio a luz a gemelas. Dos niñas. Y aquella fue la última confirmación que necesitaba: Tola podía ser vidente, pero no veía bien.
Diría que sí creo en los videntes. Lo confieso. Creo que algunas personas tienen la capacidad de ver las cosas con más claridad que la mayoría. Y creo que todos tenemos un sentido de la intuición, pero que algunos de nosotros tenemos una capacidad innata de ver algo que aún no ha sucedido. Y si esa habilidad es tan potente que puedes cobrarles a los demás por ponerla en práctica, me parece bien. Mi madre asegura que su madre era vidente, que si MaDear (así es como mi familia llama a mi abuela) decía que iba a ocurrir algo, acababa ocurriendo. Mi madre también dice que, cuando era niña, descubrió que también era vidente. Dice que soñó con una familia en África que era igual que la suya en Georgia y que más que un sueño le pareció un recuerdo. Pero aquello la asustó, de manera que rezó a Dios para que le quitara ese poder y, según mi madre, lo hizo. Acabo de telefonear a mi madre para confirmar todo esto y dice que no se acuerda de pedirle a Dios que le quitara ese poder y que, desde luego, ella nunca diría que su madre o ella eran videntes. Aun así, yo sigo creyendo que somos una familia intuitiva y que esa intuición es solo parte de ser mujer. Las mujeres son las que dan a luz y también son las que saben que vas a echar tu vida a perder si te haces un tatuaje en el cuello. Quizá lo de ser vidente nos venga de familia. O quizá lo que me venga de familia sea pensar que eres mucho más especial y tienes mucho más talento que nadie.
Si me dejo llevar por la sospecha, podría pensar que Tola me dijo lo que creía que yo quería escuchar. A fin de cuentas, yo no era más que una niña. Si realmente podía leer aquellas conchas, ¿por qué no le revelaban cuánto los odiaba a papá y a ella? ¿Dónde estaban aquellas conchas cuando tuve que compartir mi habitación y mi cama con la amante de mi padre que fingía ser solo su prima? ¿Fueron esas conchas las que le revelaron a Tola que yo era infeliz y sufría en aquel apartamento con ellos? Lo más probable es que se compadeciera de mí y decidiera decirme que sería rica y famosa para que me sintiera mejor. (No lo digo como algo malo, pero eso no convierte a Tola en vidente). Si de verdad hubiera sido vidente, me habría dicho que me pusiera ropa interior aquel día de séptimo en el que me rompí el tobillo y tuvieron que enyesarme el pie mientras me intentaba tapar la vagina con una libreta. ¡Muchas gracias, Tola! El hecho de que yo haya acabado siendo famosa no demuestra nada. Es pura coincidencia.
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