La comunidad sublevada. José Bengoa
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Название: La comunidad sublevada

Автор: José Bengoa

Издательство: Bookwire

Жанр: Социология

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isbn: 9789563249156

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СКАЧАТЬ en que en el Valle Central a lo menos la población indígena fue aniquilada. Es ciertamente una comunidad de desiguales12. Los inquilinos y sus familias se emparentaban, se autorreconocían en un territorio determinado, comúnmente hacendal, se jerarquizaban de acuerdo a las diversas estratificaciones de la hacienda y, al mismo tiempo, comían de la misma olla de porotos con riendas y picante de grasa y color (la ración como origen de la olla común), rezaban a los mismos santos en las interminables novenas, solidarizaban frente a las desgracias y, sobre todo, no hacían grandes diferencias entre los “de adentro” de la hacienda y los de “afuera” que muchas veces eran sus parientes que se habían transformado en bandidos (“Canto por un bandido”) o que se habían ido a torreantear con sus linyeras al hombro. Los que no soportaron la “subordinación ascética” exigida a los inquilinos se fueron e inauguraron ya en ese tiempo las culturas de frontera. Miles de miles de carrilanos, miles de miles de campesinos viajaron al norte, primero a Perú con Enrique Meiggs, y luego a las salitreras, y así se fueron despoblando los campos de los más audaces, de los más atrevidos, de los más rebeldes.13

      La sociedad chilena del siglo XXI, podemos afirmar, es mucho más parecida en sus fundamentos culturales a la del siglo XIX que a la sociedad semiindustrial y de clase media dominante de la mitad del siglo XX.

      Bases culturales

      Chile, su sociedad y Estado, al igual que todas las naciones, se ha construido sobre un conjunto de pilares o bases culturales que hoy día son profundamente cuestionadas; de su crítica podría surgir una sociedad mucho menos conservadora y más democrática, generosa y amable. Sería posible renovar la confianza en el Estado y que se lo sienta como expresión legítima de la nación y los pueblos que habitan en su territorio. Es el sueño que hace un año irrumpió.

      Frente a un discurso entendido como tradicional por parte de la nación, en que lo nacional se refugia en lo territorial, entendido como fronteras, en la pura soberanía, en la sola alteridad, y no en la convivencia…, la nostalgia por esta última y el sentido dado por la acción política democrática conducen y van a conducir a cuestionar los discursos llamados tradicionales de unidad nacional y sus símbolos; en fin, las deshilvanadas proclamas republicanas. Estos símbolos patrios han pasado a ser criticados ácidamente por las masas populares y sobre todo juveniles. Es muy notable lo que ha ocurrido con las estatuas de personeros históricos como el general Baquedano, Pedro de Valdivia en una plaza de ese nombre en la ciudad de Temuco y en muchos otros espacios públicos. Se ha desatado una “guerra por la memoria”, lo que ha sido evidente en el caso de la central Plaza Baquedano o Plaza Italia, la que ha sido renombrada como Plaza de la Dignidad. El Ejército ha protestado por el uso de la estatua del general que se encontraba en el centro de ese céntrico lugar. Y la ha retirado de allí sin claro destino.14

      Las culturas se construyen en largos períodos y las crisis culturales son momentos decisivos. Nadie dice que es fácil, ni menos nadie afirmaría que no son momentos de violencia y dolor. Pero también de esperanzas. Tenemos la obligación de ejercitar la crítica.

      A. El tiempo de la alienación del trabajo

      La alienación del trabajo o también el concepto de trabajo alienado constituyeron la piedra de contradicción central del período de crecimiento y expansión del capitalismo marcado centralmente por la industria. Alienación y abuso son dos conceptos de orígenes diferentes, pero que en este tiempo de capitalismo tardío del siglo XXI, se encuentran y combinan de manera complementaria. Es el desplazamiento no definitivo ni total desde el eje del trabajo como gozne de organización sociocultural al individuo, entendido secularmente como corporeidad, como centro de la acumulación de sensaciones de abuso.

      El concepto de alienación, como es sabido, se hace conocido a través de Marx, quien lo desarrolla en los Manuscritos económico filosóficos de 1844, conocidos también como Manuscritos de París. Es un texto que día a día crece en interés en la medida en que aparece el Marx humanista, el que, como es sabido, fue duramente criticado por el sovietismo y también por el afamado filósofo Louis Althusser.15

      Señala Marx en los Manuscritos:16

      Nuestra tarea es ahora, por tanto, la de comprender la conexión esencial entre la propiedad privada, la codicia, la separación de trabajo, capital y tierra, la de intercambio y competencia, valor y desvalorización del hombre; monopolio y competencia; tenemos que comprender la conexión de toda esta enajenación con el sistema monetario.

      Menuda y actual tarea se autoasigna Marx hace 177 años. Y concluye que el trabajo, siguiendo por cierto a Hegel, es lo que hace que el ser humano se realice como tal, pero,

      ...el objeto que el trabajo produce, su producto, se enfrenta a él como un ser extraño, como un poder independiente del productor. El producto del trabajo es el trabajo que se ha fijado en un objeto, que se ha hecho cosa; el producto es la objetivación del trabajo. La realización del trabajo es su objetivación. Esta realización del trabajo aparece en el estadio de la Economía Política como desrealización del trabajador, la objetivación como pérdida del objeto y servidumbre a él, la apropiación como extrañamiento, como enajenación...

      Alienación puede ser traducido también como enajenación, extrañamiento o desposesión (que es el término que utiliza David Harvey). Es un concepto que está ligado centralmente al trabajo y a la esfera de la producción. Tiene una connotación de emoción, de sentimiento de ausencia de sí mismo, de que “te han sacado algo propio”.17 Por ello que en la tradición marxista humanista, la Escuela de Frankfurt, en especial Herbert Marcuse y Eric Fromm, por ejemplo, será un concepto central.18 Al quitar parte de lo trabajado el trabajador se siente disminuido, arrebatado, violentado; se inicia el proceso de enajenación en todas las dimensiones que uno pueda imaginar. Este concepto fuertemente humanista fue clave en el inicio de los movimientos obreros, la organización de los trabajadores y la acción social y directa. Es lo que en definitiva caracterizó la acción social —la praxis— de los inicios de los movimientos obreros en todas partes del mundo: la sensación de vulneración de derechos, de humillación, de desposesión y robo por parte del capital y los capitalistas.

      La tesis marxista central, de la pauperización creciente del proletariado y la concentración del poder económico (y por tanto político) en pocas manos, se centra en esta percepción determinante. El trabajo es expropiado. Alguna vez hubo quienes señalaron que esta tesis estaba equivocada, ya que ese proceso de empobrecimiento y concentración no se daba en los países centrales. Por cierto que Rosa Luxemburgo y numerosos dirigentes tempranos señalaron que existían transferencias y que el proceso se daba cada vez más a nivel global. Hoy no hay nadie que pueda objetar esta tesis cuando se observa, por una parte, la riqueza acumulada y crecientemente concentrada en pocas manos globales y, por otra, la miseria generalizada en los continentes africano, latinoamericano y asiático. Así, el impuesto a los grandes ricos es parte del debate actual. Los miles de ahogados y migrantes que sobrepasan todo lo imaginario es un espectáculo brutal que trae todos los días las pantallas de televisión.

      Alienación es diferente al concepto equivalente de plusvalía19 o plusvalor, como traducen algunos nuevos traductores, que es un concepto de tipo estructural y no necesariamente subjetivo y que será desarrollado por Marx en sus obras de madurez, en particular en El Capital. La plusvalía no es necesariamente sentida por el trabajador, no así la alienación, por lo que la persona siente que se le expropia el fruto de su trabajo.

      Las diferencias son muchas y no es necesario en este artículo señalarlas todas. Pero es evidente que el movimiento que produce el concepto de alienación es mucho más anárquico, СКАЧАТЬ