Название: El sistema financiero a finales de la Edad Media: instrumentos y métodos
Автор: AAVV
Издательство: Bookwire
Жанр: Документальная литература
isbn: 9788491333173
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El primero de ellos pone de manifiesto la importancia que también cobraron las relaciones de dependencia en el mundo de las fianzas. En torno al año 1500, el mercader Francisco de Cueto vendió diversas mercaderías al conde de Salvatierra que, como muestra de su compromiso, dio y nombró como sus fiadores a cinco vecinos de la localidad de Ampudia, de la que era señor: Alonso de Corcos, Alonso Pérez, Juan Rodríguez, Pedro Silla y Juan de Castro.73 Es difícil pensar que la fianza de 60.000 mrs. otorgada por estos hombres no tuviese que ver con la relación establecida con su señor, y así lo hicieron saber los propios fiadores cuando se negaron a hacer frente al pago de la deuda. El acreedor, Francisco de Cueto, logró el favor de los oidores de la Real Chancillería de Valladolid en su pleito contra el conde y sus fiadores, lo que le permitió reclamar a estos los 60.000 mrs. Al ser requeridos por el acreedor y por la justicia, los fiadores podían aceptar realizar el pago o, por el contrario, podían resistirse a ello. En el primero de los casos, cuando el fiador hacía frente a la deuda recibía del acreedor una carta de lasto, el documento que acreditaba el paso de su condición de fiador a la de nuevo acreedor.74 Es lo que le sucedió a Alonso de Corcos, quien hizo frente a toda la fianza, recibiendo de Francisco de Cueto el derecho de cobro contra el deudor. Aunque el comportamiento normal del nuevo acreedor hubiera sido reclamar los 60.000 mrs. al conde, prueba de su dependencia, Alonso de Corcos acabó denunciando a sus compañeros de fianza ante la Audiencia, con el fin de recuperar parte de los maravedís entregados al mercader Francisco de Cueto.
Por otro lado, la negativa de un fiador a hacer frente al pago de una deuda complicaba la resolución del conflicto. Las razones para negarse al pago eran diversas –falta de medios, negación del contrato y de la fianza, etc. Una de las estrategias más comunes era poner en duda la veracidad del instrumento, momento en el que la justicia ejercía como garante entre las partes, dirimiendo el litigio a partir de otras probanzas. Así se aprecia en el pleito que enfrentó a Diego de Villasuida y a Juan Rodríguez.75 Diego, un calcetero vallisoletano, acudió a la justicia en su nombre y en el de Sancha Gutiérrez, mujer del difunto Juan de Guinea, con el fin de requerir el pago de 1.700 mrs. a Juan Rodríguez, fiador y cuñado de Juan Gutiérrez de Valladolid. Los demandantes solicitaron al fiador el pago de una obligación, llegando a exigir la ejecución de una serie de bienes –dos colchones, unas sábanas de lino, una manta blanca, una colcha, dos almohadas y otros– que poseía Juan Rodríguez y que, según los demandantes, también pertenecían al deudor ausente. La defensa del fiador pasaba por poner en duda la veracidad del instrumento, exigiendo comprobar ante qué escribano se realizó la obligación y la mencionada fianza. A pesar de todo, la justicia condenó en dos ocasiones al fiador a hacer frente a los 1.700 mrs.
Son cuantiosos los ejemplos de procesos con subasta de bienes que demuestran que el fiador ejerció en numerosas ocasiones como garante. Lo mismo podríamos decir de otros ámbitos como el de la fiscalidad o el del cambio, negocios cuyo riesgo y pérdidas asumieron los fiadores con sus bienes y con sus personas, siempre y cuando no se hubiesen dado antes a la fuga. Otorgar fianzas suponía un riesgo real, por lo que estamos ante una relación económica con un fuerte componente social que resultó ser fundamental en la consolidación del sistema financiero castellano.
CONCLUSIONES
Analizar en profundidad el desarrollo y la consolidación de aquello que podemos entender como sistema financiero, o en palabras de R. Goldsmith,76 premodern financial system, resulta una tarea difícil de abarcar en pocas páginas. A esto hay que sumar una escasez de datos manifiesta que complica aún más el análisis. Sin embargo, en este texto hemos querido tratar de forma sucinta algunos factores que explican el avance del mundo financiero en la Castilla tardomedieval a través del marco privilegiado que ofrecen las instituciones. Si es cierto que las instituciones mercantiles desempeñaron un papel clave en el desarrollo del comercio medieval y, en consecuencia, sobre el crecimiento económico, no es menos cierto que otras instituciones, como las vinculadas al derecho y a la contratación, también influyeron en el desarrollo financiero de las regiones europeas.
En este sentido, hemos intentado mostrar que la aplicación de figuras legales como la fianza resultó fundamental para dotar a los negocios y a las operaciones del nivel de seguridad y de confianza necesario en este tipo de sistemas financieros. Lejos de ser un mero formalismo o de convertirse en una cláusula vacía de contenido que aparece sin cesar en todo tipo de instrumentos (obligaciones, cartas de pago, cartas de arrendamiento, etc.), a fines del siglo XV e inicios del XVI, la fianza constituía una garantía real para el acreedor quien, apoyado sobre otras instituciones como el notariado y la justicia, tuvo la capacidad real de hacer valer sus derechos. Además, la fianza presenta un aspecto de enorme interés que no debemos pasar por alto en este tipo de sistemas financieros en desarrollo. Nos referimos a la importancia que cobraron las relaciones sociales a la hora de establecer vínculos de confianza y de consolidar la operativa financiera a todos los niveles, facilitando desde cuantiosas fianzas otorgadas para el desarrollo del cambio a pequeñas fianzas vinculadas al negocio del arrendamiento de inmuebles.
En definitiva, la cotidianeidad de la fianza y la cercanía del fiador fueron elementos esenciales para entender el desarrollo de un sistema financiero necesitado de confianza y en pleno auge a inicios de la Edad Moderna.
* Este trabajo ha sido elaborado en el marco del proyecto de investigación «Poder, sociedad y fiscalidad en la Meseta norte castellana en el tránsito del Medievo a la Modernidad», financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, Plan Nacional de I+D+i (2008-2011) (HAR2011-27016-C02-02). Dicho proyecto forma parte de un proyecto coordinado entre la Universidad de Valladolid y la Universidad del País Vasco («Poder, sociedad y fiscalidad en la Corona de Castilla: un estudio comparado de la Meseta Norte y de la Cornisa Cantábrica en el tránsito del Medievo a la Modernidad», HAR2011-27016-C02) y está integrado en la red temática Arca Comunis (http://arcacomunis.uma.es). Abreviaturas utilizadas: AHPV = Archivo Histórico Provincial de Valladolid; ARChV = Archivo de la Real Chancillería de Valladolid; leg. = legajo; c. = caja; mrs. = maravedís.
1 Son numerosos los casos que podríamos citar a lo largo y ancho del continente. La literatura sobre esta cuestión es muy abundante, valgan como ejemplos algunos textos relacionados con el mundo bancario italiano como el de Luciano Palermo: La banca e il credito nel Medioevo, Milán, Mondadori, 2008, donde a su vez se recoge un amplio elenco de publicaciones vinculadas a las finanzas italianas en el que se cita a autores fundamentales como A. Sapori, R. de Roover, F. Melis, L. de Rosa, etc. (pp. 101-118), o las más recientes de Francesco Guidi Bruscoli. Por lo recurrente de su bibliografía en este trabajo, muy vinculada a los mercados y a las instituciones, destacamos algunas obras de la historiografía de los Países Bajos, como la de Bas Van Bavel: Manors and Markets. Economy and Society in the Low Countries. 500-1600, Oxford, Oxford University Press, 2010. Un valioso
ejemplo sobre la implicación de los mercaderes en el auge del sistema СКАЧАТЬ