Universidades, colegios, poderes. AAVV
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Название: Universidades, colegios, poderes

Автор: AAVV

Издательство: Bookwire

Жанр: Учебная литература

Серия: CINC SEGLES

isbn: 9788491348160

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СКАЧАТЬ recibió una serie de cartas con un tono elevado que evidenciaban tanto el pulso ante el cual se encontraban como sus múltiples repercusiones.

      Aparentemente no existían razones para que actuase nuevamente la Universidad contra la Compañía de Jesús, pero tan solo se trata de apariencias. Si nos trasladamos a la capital del Reino encontramos cómo la emperatriz doña María de Austria, en sus últimas voluntades, mandó la creación del Colegio Imperial.55 El empeño de otorgar grados haría que Salamanca y Alcalá se aliasen frente a los jesuitas56 con las siguientes palabras:

      […] la Vniversidad de Salamanca y la de Alcalá acuden a los pies de Vuestra Magestad, suplicándole, humildemente, se sirua de fauorecerlas en la pretensión que los padres de la Compañía han mouido agora, de fundar en esta corte vna Vniuersidad o Estudios Generales, o como ellos la quisieren llamar, de que al Reyno y a todas las dichas vniuersidades y a esta República se le sigue tantos y tan notables perjuyzios, que la dicha fundación no puede ser en seruicio de Vuestra Magestad, como dueño y señor soberano de todo […].57

      Una de las formas que encontró la Compañía de mostrar su autoridad y poderío fue, en Salamanca, este cambio de generales; y el apoyo a Jansenio y a la Universidad de Lovaina, en la disputa que internacionalmente se mantenía contra la Societatis Iesu, fue la solución tomada por la facción castellana.

      El padre Alonso del Caño, rector del Colegio Real, no vaciló ante esta situación. Fue consciente del simbolismo que comportaban los acontecimientos contra los que se enfrentaba. La inseguridad quedaba demostrada en los gestos y, por ende, actuar con decisión era fundamental. Por tanto, cuando a comienzos del curso 1627-1628 solicitaron las lecciones, lo hicieron de materia, pero no de general, puesto que, tal y como dijeron en su alegato: «[…] ya que le teníamos nosotros señalado».58

      La tradición de tan solo algo más de dos décadas se anteponía a la obediencia y respeto de la autoridad. Una situación que se agravaba por momentos, aún más si cabe, como consecuencia de las lecciones que se tenían de forma exclusiva en el domicilio de la Orden59 hasta que se les restituyese el general de escuelas menores.

      La Universidad respondió con «[…] un decreto contra los Estatutos que mandaba no se prescribiese en la posesión de los generales aunque ubiese [sic] leído en ellos quince días para podérnoslo siempre quitar».60 A pesar de todos estos intentos, la Compañía demostró por segunda vez, pero no la última en este trienio, su poderío. El 11 de diciembre de 1627 llegó una sentencia de Madrid, en la que se mandaba que no se cambiase nada con respecto a las lecciones universitarias de los jesuitas, ni de aula ni tampoco de materia.61

      Lograban imponerse ante el poder del claustro. El 3 de enero de 1628 volvieron a tener lugar las lecciones jesuíticas en Escuelas; por la mañana leyó el padre Hurtado y por la tarde el padre Pimentel. A dichas clases asistió un gran número de oyentes,62 lo cual fue una demostración de las «redes clientelares» establecidas.

      Posiblemente, cuando la Universidad fue consciente de que nuevamente perdía el intento de subyugar a la orden religiosa intentó una nueva posibilidad, que tampoco tuvo mejor resultado. Mientras se esperaba una respuesta desde Madrid en relación con la decisión del general de la Compañía, se propusieron insertar un nuevo estatuto que obligase a defender las doctrinas de Santo Tomás.63

      Recordemos que los jesuitas podían ser tachados de cualquier asunto, pero acerca de la duda sobre el conocimiento de Tomás de Aquino, máxima en Salamanca, no. Desde los inicios se encargaron de ostentar, incluso ante el maestro fray Pedro de Sotomayor, catedrático de Vísperas, el perfecto conocimiento del fraile dominico.64

      El claustro pleno aprobó la propuesta del doctor Pedro de Vega y, rápidamente, actuó la Compañía entrecruzándose los memoriales puesto que, más allá del respeto a Santo Tomás, se pretendía actuar contra la innovación teológica propuesta por los iñiguistas. Esta vez el consejo regio y el pontífice dieron la espalda al Estudio General.

      A partir de este momento la situación no pasó por mayores dificultades, pero las heridas abiertas tampoco cicatrizaron y supurarían con el mínimo roce. Los jesuitas continuaron disfrutando de su general en Escuelas, así como de las lecciones impartidas tras la normal solicitud del evangelista Lucas,65 primando siempre para la Orden la asistencia y aprendizaje de estudiantes seglares.

      Miércoles [11 de febrero de 1648]. No fueron a Escuelas los hermanos estudiantes por los gastos. Por consulta se determinó leyesen los maestros en casa, y tubieron sus quatro liçiones. Los maestros que leen en Escuelas, leyeron diferente liçión, por no haçer mala obra a los estudiantes seglares, y tubieron liçión asta sábado, víspera de domingo gordo.66

      La Compañía continuaba entendiendo las lecciones colegiales como un repaso o ampliación de lo presentado en el general de Teología de la Universidad. Se trata de una situación que ya se daba en diciembre de 1647, tras los incidentes acaecidos por los enfrentamientos entre las naciones de estudiantes,67 o la víspera de la celebración de Corpus en San Isidro que, por estar corriendo novillos a la hora que debían salir a Escuelas, se tuvieron las lecciones en el general del colegio.68

      El Colegio Real logró demostrar a todo el gremio universitario que podía defender sus intereses frente a cualquier dificultad. En el siglo XVII supo asentarse notablemente y con autoridad institucional, la cual no pudo ser puesta en entredicho. Logró permanecer y perseverar hasta llegar a la creación de las cátedras de Prima y Vísperas de la Compañía de Jesús en la Universidad de Salamanca en 1668 y posteriormente la de Francisco Suárez en 1721.

      CULMINACIÓN DE UNA TRAYECTORIA: LAS CÁTEDRAS DE PROPIEDAD

      [Cruz]

      La Reyna Governadora.

      Venerable rector y Universidad de Salamanca. El licenciado Ioseph González, como protector del Collegio [Real de la Compañía de Jesús], me han suplicado, tenga por bien de interponer mi real autoridad, a fin de que las dos chátedras de Theología, que en el mismo collegio fundó la sereníssima reyna doña Margarita, mi abuela, de gloriosa memoria, y regentan los maesstros de esta sagrada religión en aquella Universidad, sean la una de Prima y la otra de Vísperas y, ambas, de curso, igual en todo a las demás de esta calidad, señaladamente a las dos que poco ha, erigieron y concedieron a mi interposición en la Universidad de Alcalá a esta religión: y estando yo en quenta de que la fundación referida es de patronato real y que, en favorecer y engrandecerla en honores y grados, cooperare al real ánimo, y tanto intento de mi abuela que fue, según consta en su testamento, instituir en ella, uno de los mayores seminarios de la christiandad y, reconociendo que esto mismo redundará en aumento de lustre, crédito, auctoridad y fama de esta Universidad y conveniencia pública de todos estos Reynos, y particular de cada uno de los que acudieren a aprenderla doctrina y enseñanza de aquellas Escuelas, y que será mayor estimación, decoro y adorno de una religión, que tan dignamente está bien recibida, aplaudida y célebre en todo el orbe por sus grandes letras, virtud, prudencia, modestia, obediencia, erudicción y religioso proceder, y que por tantos títulos y méritos tiene grangeado mi cariño y veneración, a exemplo de la que le tubieron mis gloriosos progenitores y, singularmente por lo que en esto desseo gratificar y alentar a Iuan Everardo Nidardo, mi confesor, hijo de la misma religión, en muestras de lo bien servida que me hallo de él; y por el anhelo y fatiga con que se desvela por los intereses del Rey, mi hijo, y desta Monarchía; y últimamente, por considerar que, todo esto se encamma a la mayor honra y gloria de Dios, exaltación y propagación de su santa fee y, por las demás razones que a ello me mueven, he resuelto significaros, como lo hago, que me hallo tan persuadida y satisfecha de vuestras atenciones a darme gusto en todo, que entendiendo le recibiré de que las referidas cáthedras se coloquen en el grado, título y igualdad antes mencionada, no sólo vengais en ello con promptitud СКАЧАТЬ