Название: Una universidad humanista
Автор: Milton Molano Camargo
Издательство: Bookwire
Жанр: Документальная литература
Серия: Pensamiento Lasallista
isbn: 9789588844008
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El dinamismo del contexto se acelera cada vez más. Un ejemplo de ello es la velocidad con que se está duplicando la producción de conocimiento en el planeta. Junto con esta aceleración se aumentan las incertidumbres, no solo en cuanto a riesgos y amenazas, como las que proceden del cambio climático, sino de las nuevas maneras de entender al propio ser humano. Ante estas solo queda definir una actitud para enfrentarlas, tal vez, similar a la del jugador de tenis o a la del equipo de fútbol o, todavía mejor, la de quienes cultivan los deportes extremos.
Y todo ello para promover una “apuesta”, hasta donde esta pueda mantenerse. Ahora bien, la mejor manera de acceder a la realidad, enseña Zubiri, es, tal vez, haciendo un rodeo por la “irrealidad”,{5} por los sueños. Este es el sentido de la “apuesta”. Visualizar el estado donde queremos estar.
Contexto del Enfoque Formativo Lasallista
Origen
La Universidad de La Salle ha venido aplicando esta “estrategia de la acción” desde hace tres años aproximadamente (2005). Muestras de su lectura de la situación y de su respuesta ante esta son: el nuevo Estatuto Orgánico (2006), el Proyecto Educativo Universitario Lasallista (PEUL) (2007) y el nuevo EFL (2008).
En el primero, por ejemplo, se asume la nueva visión de la Universidad, tanto con funciones nuevas como la ética, la política y la sistémica, como con los nuevos objetivos y criterios de la educación superior desarrollados a partir de la Constitución Política de 1991.
El PEUL desarrolla la visión sociocultural y educativa de ese nuevo ordenamiento político, y del Perla, igualmente las orientaciones emergentes en cuanto a la nueva forma de producción del conocimiento.
El EFL responde asimismo a esa nueva manera de estar en la realidad. De hecho, es un desarrollo del nuevo PEUL, orientado a dar unidad a las diversas prácticas educativas que se dan dentro de la Universidad. Su denominación propone el sentido de un documento más inspirador que directivo, orientado menos a la uniformidad y más a la unidad en medio de la diversidad de carreras y saberes.
Antecedentes
Reemplaza el anterior Modelo Formativo que respondió a las condiciones del contexto de finales de la década de los ochenta. Contexto conformado, entre otros acontecimientos, por el Decreto 080 de 1980; el Simposio Permanente de Universitología de Ascún; la concepción de la educación y de la religión de la Constitución de 1886; el pensamiento de la Iglesia posconciliar y el magisterio latinoamericano, sobre todo el Documento de Puebla; el pensamiento lasallista consignado en la “Declaración sobre el Hermano en el Mundo Actual”;6 en el caso de América Latina, documentos tales como “El carisma de La Salle en América Latina. Carta a la familia lasalliana”;{7} a una cultura anterior a la cultura virtual; en pedagogía, al intento de superar la tecnología educativa para dar paso a las nuevas corrientes cognitivistas; en lo institucional, al primer PEUL y al inicio de nuestra Maestría en Docencia.
Aquel era, entonces, un contexto que no tenía ni el acumulado de saber sobre la educación, la pedagogía, la Universidad y el lasallismo que hoy, veinte años después, tenemos; ni la visión que hoy se maneja sobre esos temas gracias a la diversidad de investigaciones y programas de posgrado existentes en estos campos del saber. El Modelo tenía una cierta intención de alfabetización pedagógica inicial de los docentes de nuestra Universidad y estaba dirigido básicamente a ellos y a los estudiantes.
Estructura
El Enfoque actual se dirige a toda la comunidad universitaria e invita a los profesionales de la educación a una reflexión e investigación pedagógica sistemática, crítica y abierta. Después de una introducción, en su primera parte, “Origen e intencionalidad”, el EFL propone la filosofía de la educación8 que identifica a la Universidad, esto es, la visión del sujeto, de los fines y de los medios educativos. El siguiente pensamiento de un pedagogo actual resume bastante bien el contenido de esta parte cuando afirma que lo que se tiene que hacer como formador es permitirle a aquel que se forma, encontrar su propia forma, transformarse con su propia dinámica, su propio desarrollo, pero esto no quiere decir que lo haga solo, aunque tampoco desde fuera.{9}
En la segunda sección, “La interacción educativa”, establece la construcción de comunidad educativa por medio de ambientes de fraternidad. Esto significa que la formación integral en nuestra institución compromete a todos los que laboramos en esta, ya sea como sujetos individuales, ya como sujetos sociales (estamentos), y a la vez, en cuanto agentes y destinatarios de esta. El EFL estimula la búsqueda de la calidad en esa formación y destaca la centralidad de la pregunta, antes que de las respuestas o recetas, como condiciones propias de toda relación educativa que se dé dentro de la Universidad, particularmente, claro está, de la relación docente-estudiante, aunque no exclusiva de esta.
En la tercera parte, “Las bases pedagógicas”, da las orientaciones para la construcción del saber pedagógico dentro de la institución, entendido como el saber propio del maestro en cuanto maestro. Propone una manera de hacerlo, congruente con la tradición educativa lasallista.
En la cuarta sección, “Didácticas que privilegia el EFL”, sugiere orientaciones para el ejercicio de la enseñanza, es decir, para la acción de enseñar orientada por la reflexión y el discurso pedagógico.{10}
Es decir, el EFL establece las bases para toda relación que se dé en la “comunidad” universitaria, y es un llamado a un manejo profesional de la pedagogía por parte de los docentes del claustro.
La parte conclusiva invita a los integrantes de la Universidad a un compromiso con el contenido de este nuevo documento como forma de desarrollar la identidad institucional.
El proceso colaborativo de construcción del EFL también respondió a una nueva manera de estar en la realidad,{11} no tanto por el número de personas que participó, sino por el nivel intelectual crítico desde el que lo hicieron, el cual demandó la redacción de cerca de quince versiones sucesivas “de trabajo”. Esta riqueza, sin embargo, también es la razón de la variedad de estilos de redacción que se puede percibir en el texto y, posiblemente, de inconformidades por parte de quienes aportaron al documento y no se sienten adecuadamente representados en este. El texto final, entonces, también traduce tensiones y oposiciones propias de del debate académico.
Perspectivas
Socialización
De conformidad con los destinatarios previstos para este documento, su traducción a la práctica depende de la extensión y profundidad del proceso de socialización, profundidad no solo en cuanto a la comprensión teórica de su contenido, sino, como este mismo lo indica, en cuanto a la confrontación con la experiencia.
Internalización
De tal proceso depende la incorporación del contenido del EFL a las prácticas de cada mediador educativo, sea profesional de la docencia o no. Este proceso puede realizarse por medio de las pedagogías comprensivas, “crítica” o de construcción de sí mismo. A este respecto es oportuno invitar a todos los destinatarios del EFL a que hagan la reflexión que propone un historiador actual de la pedagogía: “Aprendí mucho con mis maestros, más con mis compañeros, y aún más con mis alumnos”.{12}
Proyección sobre los modelos pedagógicos de cada unidad y programa