Название: Cosas nuevas y viejas (apuntes sevillanos)
Автор: Manuel Chaves Rey
Издательство: Bookwire
Жанр: Документальная литература
isbn: 4057664160584
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En el mismo año consta también que se abonaron el importe de otros dos toros á Antón Martín, y el de otros á Salvador Díaz, á Lope Ruiz Galego, de Alcalá, y á Juan Fernández, jurado, de la collación de San Juan.
Estas reses es probable que se lidiaran en diversos días de los festejos organizados por el natalicio del hijo del monarca castellano; y aunque son oscuras y escasísimas las noticias que de aquellas lidias existen para poderlas detallar en estos apuntes, he de consignar, sin embargo, que para las tales corridas la ciudad construyó plazas y tablados frente la Catedral y el Alcázar.
Las fiestas de toros celebradas en la capital de Andalucía fueron muchas durante la mayor parte del siglo XV, siendo de las más famosas las que en 1477 y 1478 se verificaron.
En el año primeramente citado visitaron á Sevilla los Reyes Católicos don Fernando y doña Isabel, permaneciendo en esta ciudad hasta después de mediar el de 1478, y en 1.º de Julio de este último, dió á luz la reina un hijo varón (el príncipe don Juan), cuyo nacimiento se celebró en la ciudad con públicos festejos, entre los cuales hubo fiestas de toros, acordando la ciudad lidiar veinte, según consta en los cuadernos sueltos de actas capitulares del Archivo municipal.
Ya anteriormente habíanse celebrado en aquel año otras corridas de toros, como sucedió el 23 de Abril, cumpleaños de la reina, corriéndose ocho cornúpetos en el Alcázar, y con la asistencia de la soberana, aunque es sabido cuánta repugnancia demostró por la lidia de reses bravas.
También el 24 de Junio del citado año de 1477, hubo corrida en la plaza de San Francisco, repitiéndose otra el día de Santiago, y costando las reses quince mil maravedís, según las cuentas que aún se conservan.
En un folleto publicado por D. José Gestoso, con el título de Los Reyes Católicos en Sevilla, en el que se insertan interesantes documentos sobre la permanencia de los monarcas castellanos en nuestra población, se leen los siguientes acuerdos, relativos á fiestas de toros del año 1478 con motivo del bautizo del Príncipe don Juan.
Mandamiento de la Ciudad á su mayordomo 23 de Diciembre de 1878: «Et otrosy vos mandamos que dedes e paquedes al dho. pedro diaz o al que por el los oviere de aver 2.520 mrs. que nos acordamos e ordenamos en el nuestro cabildo debe mandar dar de cierto gasto que por nro. mandado fiso en facer las talanqueras é barreras para los toros que se corrieron por el parto de la Reyna nra. sra. por el batiço del señor principe.» (Lib. Mayordomazgo.)
—«Libramiento de 200000 mrs. por ocho toros que se tomaron para lidiar en el Alcazar Real el dia que se batiço el muy ilustre señor principe de Castilla y dadle mas otros 596 mrs. que monto la costa que fiso facer en las barreras e talanqueras que se ficieron para lidiar los dhos toros» (1.º de Julio de 1478.)
Como la índole de estos apuntes permiten entrar en largos detalles omito el hacer mención de otros festejos á que dieron motivo la permanencia de los Reyes Católicos en Sevilla, á más de las corridas de toros, y de éstas baste con las noticias que dejo apuntadas, que ya más adelante tendré ocasión de tantas otras lidias de reses no menos famosas.
LAS VÍCTIMAS DE LA COMUNIDAD
EN SEVILLA
Historia particular y detallada tiene en los anales de Sevilla el alzamiento de las comunidades en tiempo del Emperador, alzamiento que no dejó de tener importancia en la provincia y que en la ciudad dió origen á sucesos como los desarrollados en Septiembre de 1520.
En el día 17 de aquel mes fué cuando D. Juan de Figueroa, cabeza de la sublevación con quien se entendieron los conspiradores, salió de la casa del Duque de Arcos, y con gente armada tomó el Alcázar, rindiendo al alcaide, que lo era don Jorge de Portugal.
Dos días después los partidarios de la poderosa casa ducal de Medina Sidonia, se alzaban contra los comuneros triunfantes, y el capitán Valencia de Benavides asaltaba el Alcázar, derrotaba á las fuerzas de Figueroa y hacía á éste prisionero después de reñido combate, donde hubo más de siete muertos y cuarenta heridos de gravedad.
Los duques de Medina, que tan abiertos partidarios del Emperador se mostraban, más bien por enemigos de la casa de Arcos, su rival, que por adictos á los flamencos, saborearon su triunfo y exigieron á las autoridades ejemplar castigo de los comuneros.
Mas como la justicia andaba entonces tan menguada, no se crea que el caballero Figueroa, brazo del alzamiento, ni los caballeros conspiradores fueron condenados, sino que vino á descargarse el peso de la ley sobre los que menos habían contribuido al acto, por ser débiles y no poderosos señores.
Así ocurrió que la justicia echó mano á un pobre hombre llamado Francisco López Quesero, hijo del pueblo, el cual había acompañado á las fuerzas de Figueroa que tomaron el Alcázar y estaba preso en la Cárcel Real, sin que por su modesta posición hubiera nadie que de él se interesara.
A López Quesero se le dió muerte en la plaza de San Francisco el 23 de Octubre de 1520, y fué su ejecución cruel y bárbara, pues murió ahogado á la vista de todo el pueblo de Sevilla, como consta en la Historia de las Comunidades.
«Lleváronlo (al reo) por las calles acostumbradas, guardado por gente de á pie y á caballo del duque de Medina Sidonia, hasta la plaza de San Francisco. Allí lo tuvieron encima del almacén del agua, á do desque hubo confesado le ahogó un hombre que alquiló el verdugo, y desnudólo é hízolo cuartos que quedaron allí hasta la mañana siguiente. E luego por la mañana pusieron la cabeza en la picota, un cuarto en la puerta del Arenal, otro en la de Minjoar y el otro en la de la Carne.»
Así pagó el infeliz López Quesero con tan cruento suplicio, mientras los caballeros quedaron salvos, siendo también poco después que él ejecutados otros cuantos obscuros hombres del pueblo, como partidarios de la comunidad en Sevilla, y que sólo habían sido en el alzamiento partes muy insignificantes.
EL PENDÓN VERDE
Con el nombre de motín del Pendón Verde relatan los historiadores de Sevilla el que estalló en el barrio de la Feria el año 1521, y el cual tomó grandes proporciones y llegó á amenazar seriamente á la población, ofreciendo con él no poca semejanza, el que en el mismo barrio se promovió en 1652.
Largo espacio ocuparía relatando con todos los pormenores que se conservan aquel alzamiento popular, que tuvo por origen la gran carestía de víveres que se dejó sentir en las clases pobres, encareciéndose tanto el pan, que el hambre imperó con todos sus horrores en los barrios bajos de la ciudad y la situación de multitud de familias llegó á ser verdaderamente desesperada.
Porque hay que hacer constar que, aunque la riqueza y la opulencia de Sevilla en los siglos XVI á XVII era grande, ésta ha sido con exceso ponderada por los adoradores del pasado; que los documentos y las memorias coetáneas СКАЧАТЬ