Sin cadenas. Carlos Cuauhtémoc Sánchez
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Название: Sin cadenas

Автор: Carlos Cuauhtémoc Sánchez

Издательство: Bookwire

Жанр: Книги для детей: прочее

Серия: Sangre de campeón

isbn: 9786077627418

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СКАЧАТЬ n... no otra vez.

      —Pasa, por favor. Tus compañeros te van a pedir una disculpa.

      INDIVIDUALIDAD: NO PARTICIPES EN CIRCO DE PULGAS

      REPASO DE CONCEPTOS

      01. Los hombre multiplican seiscientas veces o más su estatura mental cuando realizan obras artísticas, científicas o de investigación.

      02. Todos podemos soñar con altísimos ideales y saltar hacia ellos; imaginar grandes cosas y alcanzarlas, anhelar metas enormes y lograrlas.

      03. La mediocridad se origina en ciertos grupos en los que cada vez que un compañero intenta saltar, los demás lo castigan.

      04. Para que un grupo se convierta en semillero de campeones, los compañeros tienen que ayudarse y motivarse unos a otros.

      PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR

      01. Piensa en alguien a quien hayas insultado. ¿Cómo te sentiste después de hacerlo? Relata.

      02. Piensa en alguien a quien hayas elogiado. ¿Cómo te sentiste después de hacerlo? Relata.

      03. ¿Puedes convertir a tu grupo de trabajo o estudio en un semillero de campeones? ¿Cómo?

      04. ¿Puedes evitar formar parte de los circos de pulgas? ¿De qué forma?

      05. ¿Qué obras artísticas, científicas o de investigación vas a proponerte alcanzar para multiplicar tu estatura mental?

      3 LAS CRÍTICAS AGRESIVAS

      Owin se puso de pie. Avanzó despacio y se paró junto a la nueva maestra.

      —Escúchenme bien —agregó ella—. Este niño es un campeón. Igual que todos ustedes. Crecerá y sorprenderá al mundo con su enorme capacidad. Lo han herido mucho, así que ahora cada uno le dirá algo bueno, para compensar un poco el daño que le han hecho.

      Todos en el salón de clases se quedaron muy quietos. Parecía que no respiraban. Nadie se atrevía a abrir la boca ni a mover un dedo.

      —¡Estoy esperando! —insistió la maestra.

      Owin espió a sus compañeros con timidez. La mayoría eludía la mirada. En efecto, muchos de aquellos chicos tenían como deporte favorito el criticar, calumniar y herir a los demás. Eran verdaderos domadores de pulgas. La maestra había dado el discurso adecuado en el lugar adecuado. Al ver que nadie hablaba, ella insistió:

      —No sé cuánto tiempo voy a ser su profesora suplente, pero mientras esté con ustedes nuestro salón será un semillero de campeones. Para lograr eso tenemos que ayudarnos y motivarnos unos a otros.

      En ese instante sonó el timbre que anunciaba la terminación de clases. Algunos jóvenes comenzaron a recoger sus cosas. La maestra fue hasta la puerta y la cerró con fuerza.

      —¡Alto, muchachos! Nadie se retira hasta que hayan sanado un poco las heridas que le hicieron a su compañero.

      Silencio.

      —¿Quién empieza? —insistió.

      Al fin, alguien levantó una mano. Era Beky. La maestra le dio la palabra.

      —Quiero decirte, hermano, que eres muy valiente y muy bueno. Desde que... —titubeó mirando alrededor, después se animó a seguir—, desde que murió mamá yo he llorado mucho y tú siempre me has dado consuelo. Eres un amigo para mí —la voz se le quebró—, y nadie en este salón sabe del gran corazón que tienes —hizo una pausa—, gracias, Owin, por ser mi hermano y mi amigo en las buenas y en las malas...

      Algunos compañeros ni siquiera sabían que Beky y Owin eran huérfanos de madre. Segundos después, se escuchó una voz a la izquierda.

      —Perdónanos por burlarnos de ti.

      Las frases fueron sonando en uno y otro lado del salón.

      —Eres inteligente. Sigue adelante.

      —No te des por vencido.

      —Puedes llegar muy alto. Alcanzarás todas tus metas.

      —Supe que eres un excelente nadador. Quizá llegues a ser campeón olímpico.

      —Todos te apreciamos...

      —Owin, perdónanos. No te mereces las groserías que te hemos hecho.

      Después de algunos comentarios más, volvió el silencio al salón. No sólo Owin Meneses había recuperado la alegría, todos en el grupo se sentían aliviados. Ese día aprendieron que es más gratificante decir halagos que insultos, dar reconocimiento que criticar. Aquel día se quedó grabado para siempre en el corazón de los muchachos en esa clase, que todas las personas podemos soñar con altísimos ideales y saltar hacia ellos, imaginar grandes cosas y alcanzarlas, anhelar metas enormes y lograrlas, siempre y cuando nos neguemos a ser víctimas de los miles de “domadores de pulgas” que hay a nuestro alrededor.

      —Pueden retirarse, muchachos —dijo la maestra—. Mañana nos vemos.

      Los chicos comenzaron a salir.

      Owin y Beky recogieron sus cosas despacio. Iban a ser los últimos en abandonar el aula, cuando la profesora los detuvo:

      —No se vayan todavía. Quiero hablar con ustedes dos a solas.

      Los gemelos esperaron que todos sus compañeros abandonaran el salón y finalmente se acercaron a la profesora.

      —Hay algo muy importante que debo decirles... —comentó—. Soy maestra suplente y me envían por temporadas a diferentes escuelas de la zona. Este es un plantel conflictivo y nadie quiere trabajar aquí, pero yo revisé la lista de alumnos e identifiqué el nombre de ustedes... Son nombres fuera de lo común... Su madre siempre los mencionaba.

      —¿U... usted conoció a nuestra mamá?

      —Sí. En los cursos de asertividad.

      Owin y Beky quedaron pasmados.

      —Su madre era una gran mujer —continuó la maestra—. Siempre estaba alegre y luchaba por superarse cada día. Deben comportarse como hijos dignos de ella. No se acobarden ante los problemas... recuerden que todos los hombres importantes sufrieron infinidad de ataques. Cada héroe que ahora es admirado recibió cientos de agresiones mientras vivió. Piensen en eso y no se enfurezcan si los molestan o difaman. No crean al pie de la letra a quienes los critiquen. Si consideran que la opinión de los demás es muy importante, terminarán siendo “pulgas amaestradas”. Nunca olviden que los criticones jamás trascienden; ellos no dejan huella; se especializan en buscar los errores de la gente y difundirlos; incapaces de crear algo bueno, se dedican a desacreditar los esfuerzos de otros. Aunque suene alarmante, es una realidad que deben aprender: Hagan lo que hagan, siempre habrá personas en su contra. Digan lo que digan, no faltarán quienes cuestionen sus ideas. Aunque se porten bien, hablarán mal de ustedes. ¡Crean en sus sueños y vayan tras ellos! Pongan tapones a sus oídos y decídanse a hacer lo que anhelan. No finjan una personalidad diferente para que otros los acepten. Sólo СКАЧАТЬ