La mentira del vecino . Блейк Пирс
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Читать онлайн книгу La mentira del vecino - Блейк Пирс страница 4

СКАЧАТЬ de silencio entre ellas, uno que afortunadamente terminó cuando Danielle dijo algo que era bastante fuera de lo común para ella. —Cuídate, Chloe. De tu trabajo… de todo.

      —Lo haré —dijo Chloe, el comentario tomándola por sorpresa.

      Danielle finalizó la llamada. Chloe se puso a mirar alrededor de su apartamento. Ya se estaba sintiendo en casa.

      «No hay nada como una conversación incómoda con Danielle para hacer que un lugar se sienta como en casa», pensó distraídamente.

      Chloe estiró la espalda, se bajó del sillón y se dirigió a la caja más cercana a ella. Comenzó a desempacarla y se puso a pensar qué sería de su vida si no descubría cómo reconciliar relaciones. Su hermana, su padre, su ex prometido… no tenía el mejor historial de mantener personas en su vida.

      Mientras pensaba en su ex prometido, encontró varias fotografías enmarcadas en el fondo de su primera caja. Había tres fotos en total, fotos de ella y Steven. Dos eran de los inicios de su relación. Pero la tercera era una foto que se habían tomado justo después de su compromiso… después de que le dijo que sí entre lágrimas.

      Sacó las fotos de la caja y las colocó sobre el mostrador de la cocina. Encontró su bote de basura en su habitación, al lado de su colchón. Tiró las fotos dentro del bote de basura. El sonido del vidrio rompiéndose fue demasiado agradable.

      «Qué fácil fue eso —pensó—. Ya quiero pasar página. Ahora, ¿por qué no puedes pasar página con todo el asunto de tu padre?»

      No tenía respuesta para eso. Y lo que la asustaba era que sentía que tenía que hablar con él para poder darle sentido a todo.

      Con ese pensamiento, el apartamento le pareció mucho más vacío que antes y Chloe se sintió muy sola. Eso la hizo ir al refrigerador y abrir la primera cerveza del paquete de seis que había comprado. Ella abrió la botella de cerveza, un poco alarmada por lo bien que se sintió el primer trago.

      Hizo todo lo posible para mantenerse ocupada hasta bien entrada la noche, no desempacando, sino abriendo cada una de las cajas, sacando las cosas y decidiendo si de verdad necesitaba cada cosa o no. Tiró el trofeo de debate que había ganado en la escuela secundaria en el bote de basura. Guardó el CD de Fiona Apple que había estado escuchando cuando perdió su virginidad en su segundo año en la escuela secundaria.

      No tiró ninguna de las fotos de su padre. Le dolió tirar sus cosas, pero se sintió mejor al respecto cuando llegó a su segunda botella de cerveza.

      Logró terminar solo dos cajas… y probablemente habría terminado al menos una más si no hubiera ido a la nevera y descubierto que se había tomado toda la cerveza. Miró el reloj de la cocina y jadeó ante lo que vio. Eran las 12:45 de la madrugada.

      «Y eso que iba a dormir bien esta noche antes de mi primer día», pensó.

      Pero aún más alarmante era el hecho de que estaba más molesta por el paquete vacío de cervezas que por tener una mañana potencialmente atontada en su primer día en el FBI. Se desplomó en la cama después de cepillarse los dientes, su habitación dando vueltas. Se dio cuenta de que lo que realmente había estado tratando de hacer esa noche era distraerse para no pensar en su padre.

      CAPÍTULO DOS

      Chloe no había estado segura de qué esperar cuando entró en la oficina central del FBI a la mañana siguiente. Pero lo que definitivamente no había esperado era ser recibida por un agente de más edad en el vestíbulo. Él la miró cuando entró y Chloe no supo qué hacer cuando se dio cuenta de que estaba caminando directamente hacia ella. Por un momento, pensó que era el agente Greene, el hombre que había servido como su instructor y compañero en el caso que la había llevado a descubrir la verdad sobre su padre.

      Pero cuando le echó un mejor vistazo, vio que era otro hombre. Parecía endurecido y hecho de piedra.

      —¿Chloe Fine? —preguntó el agente.

      —¿Sí?

      —El director Johnson quiere hablar contigo antes de la orientación.

      Eso la emocionó y la asustó. El director Johnson había hecho excepciones para ella cuando había estado trabajando con Greene. ¿Estaba teniendo dudas ahora? ¿Lo que ella había hecho en el caso lo había metido en problemas? No podría creer que había llegado tan lejos para que se le acabaran los sueños tan pronto.

      —¿Para qué? —preguntó Chloe.

      El agente se encogió de hombros, como si realmente no le importara. —Por aquí —dijo.

      La condujo a los ascensores y, por un momento, Chloe se sintió como si hubiera retrocedido en el tiempo. Podía verse a sí misma entrando en estos mismos ascensores hace poco más de dos meses con este mismo nudo de preocupación en su estómago, sabiendo que iba a reunirse con el director Johnson. Y al igual que la última vez, ese nudo de preocupación comenzó a extenderse al resto de su cuerpo mientras el ascensor subió.

      El agente cara de piedra la condujo por un pasillo. Pasaron varias oficinas y salas y el agente se detuvo en el ala de Johnson. La secretaria en su escritorio asintió con la cabeza y dijo: —Puedes pasar. Está esperándote.

      El agente cara de piedra asintió con la cabeza hacia la puerta de la oficina. Era evidente que no iba a entrar con ella.

      Haciendo todo lo posible para mantener la calma, Chloe se acercó a la puerta del director Johnson.

      «¿Qué es lo que temo? —se preguntó—. La última vez que fui llamada a su oficina, me fueron concedidas responsabilidades y deberes con los que la mayoría de los nuevos agentes ni sueñan.»

      Sin embargo, ese pensamiento no la ayudó a sentirse menos nerviosa.

      El director Johnson estaba sentado en su escritorio, leyendo algo en su ordenador portátil con atención cuando entró. Cuando levantó la mirada, toda su atención se fue a ella. Hasta cerró la computadora portátil.

      —Agente Fine —dijo—. Gracias por venir. Esto solo tomará un segundo. No quiero que te pierdas nada de tu orientación, la cual, para que sepas, será bastante rápida y fácil.

      A lo que oyó «agente Fine» se sintió muy emocionada, pero trató de no demostrarlo. Se sentó en la silla frente a su escritorio y sonrió.

      —No hay problema —dijo Chloe—. ¿Pasa algo?

      —No, no te preocupes —dijo Johnson—. Quería hablarte de algo. Tengo entendido que estarás trabajando con el Equipo de Evidencias. ¿Eso es algo que siempre has querido?

      —Sí, señor. Tengo un muy buen ojo para los detalles.

      —Sí, eso es lo que me han dicho. El agente Greene habló muy bien de ti. Y a pesar de los contratiempos, tengo que admitir que también estoy bastante impresionado. Tienes una confianza y certeza inquebrantable que es poco común en agentes nuevos. Y es por eso, y por los comentarios que recibí del agente Greene y de algunos de tus instructores de la academia, que quiero pedirte que reconsideres tu departamento de interés.

      —¿Tiene un departamento en particular en mente? —preguntó Chloe.

      —¿Estás СКАЧАТЬ