La mentira del vecino . Блейк Пирс
Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу La mentira del vecino - Блейк Пирс страница 6

СКАЧАТЬ de nuevo al grupo, dejando a las dos mujeres a solas. A lo que vio que su supervisor ya no las estaba mirando, Rhodes se dio la vuelta y se alejó sin decir más.

      Chloe se quedó allí por un momento para calmarse. Había despertado esta mañana emocionada por empezar su carrera como agente del Equipo de Evidencias. Ya había tenido todo su futuro previsible planeado. Y ahora se encontraba en un departamento con el cual no estaba familiarizada, asignada a una compañera maliciosa.

      —No parece muy agradable, ¿cierto? —dijo alguien detrás de ella.

      Se dio la vuelta y vio al hombre que había caminado con ella hasta el escenario, el guapo que le había preguntado si era violenta.

      —No, para nada.

      —Pues estuvo en casi todas mis clases en la academia —le dijo—. Fue miserable. Hablando de eso… no recuerdo haberte visto en ninguna de mis clases.

      —Sí… soy nueva. Fui asignada al departamento esta mañana.

      Se vio muy en shock en ese momento. Luego dijo: —Ah, está bien. Bueno, bienvenida a ViCAP. Soy Kyle Moulton y si tu nueva compañera no quiere almorzar contigo, pues yo sí.

      —Gracias —dijo Chloe, caminando detrás del resto del grupo—. Igual nada está saliendo según lo previsto hoy.

      Moulton se limitó a asentir mientras salían del auditorio. Aunque Moulton era un extraño, fue bueno caminar a su lado para el almuerzo que les esperaba. Temía que el hecho de tener que entrar en este futuro incierto completamente sola podría hacerla replantearse todo.

      —Los planes están sobrevalorados de todos modos —dijo Moulton.

      —No para mí. Los planes significan estructura. Los planes significan previsibilidad.

      —Nuestros trabajos no son nada previsibles —bromeó Moulton.

      Chloe sonrió y asintió con la cabeza, dándose cuenta de que nunca lo había visto de esa forma. Francamente, eso la asustaba un poco, aunque no tenía sentido. Su vida siempre había sido impredecible, así que ¿por qué había esperado que su carrera fuera diferente?

      Afortunadamente, había aprendido a lidiar con los golpes de la vida. Y si la perra de Nikki Rhodes trataba de interponerse en su camino, la pasaría bien mal.

      CAPÍTULO TRES

      A la mañana siguiente, Chloe fue despertada con la desagradable sorpresa de cómo sería su carrera. Uno de los ayudantes que trabajaban bajo la dirección de Johnson la llamó a las 5:45 de la mañana. Apenas había logrado saludar a la persona antes de que el hombre al otro lado de la línea empezó a hablar.

      —Habla el subdirector García. ¿Estoy comunicado con la agente Chloe Fine?

      —Sí. Ella se sentó en la cama, su corazón latiendo con fuerza de la adrenalina.

      —Tienes que encontrarte con la agente Rhodes en Bethesda a las siete de la mañana. Van a trabajar en lo que creemos es un caso bastante claro de violencia pandillera, probablemente de la MS-13. Si tienes alguna pregunta, llámame a este número. Le daré la misma información a la agente Rhodes. A lo que cuelgue, te enviaré la dirección por mensaje de texto. ¿Tienes alguna pregunta, agente Fine?

      Chloe estaba segura de que tenía varias preguntas, pero decidió no hacerlas.

      —No, señor.

      —Excelente. Sé inteligente y mantente a salvo, agente Fine.

      Y eso fue todo. Así fue como obtuvo su primera asignación. Sabía que no sería asignada a otros casos de esa forma en el futuro ya que se lo habían dicho en la orientación. Aun así, fue una excelente forma de empezar su primer día de trabajo.

      Se había duchado y sacado su ropa la noche anterior para asegurarse de no llegar tarde. Se vistió, cogió un bagel con queso crema y ​​se sirvió un termo de café. Durante todo esto le llegó el mensaje de texto del subdirector García, dándole la dirección en Bethesda. Chloe llegó a su auto solo quince minutos después de haber recibido la llamada.

      Ya había estado en Bethesda, Maryland, varias veces, así que sabía que le tomaría menos de media hora en llegar, sobre todo porque saldría temprano y no tendría que lidiar con el tráfico. Una vez que salió de las calles de DC a la autopista, colocó la dirección en su GPS y vio que estaba solo a veintidós minutos.

      Sintió ganas de llamar a Danielle. Este era uno de los momentos más memorables y significativos de su vida y sintió la necesidad de compartirlo con alguien. Pero sabía que Danielle todavía estaría durmiendo y que probablemente no entendería su emoción. Chloe lo entendía. Tenían diferentes intereses y pasiones, y ninguna de las dos era buena para fingir entusiasmo.

      Llegó a la dirección dos minutos antes que la hora que el GPS había indicado. Estaba en un edificio de departamentos deteriorado de un solo piso, del tipo que normalmente era visitado por la policía al menos una docena de veces durante un fin de semana por violencia, drogas, asalto sexual y casi cualquier otra cosa imaginable.

      Había esperado llegar allí antes que Rhodes, pero le desanimó un poco ver que la otra agente no solo estaba allí, sino que ya estaba subiendo los escalones a la escena del crimen.

      Molesta, se estacionó en la calle y caminó rápidamente por la acera. Llegó al porche justo cuando Rhodes terminó de abrir la puerta para entrar.

      —Buenos días —dijo Rhodes con falsedad.

      —Buenos días. Llegaste muy rápido.

      Rhodes se encogió de hombros y dijo: —No me lleva mucho tiempo prepararme por las mañanas. No te preocupes, agente Fine. Esto no es una carrera.

      Cuando entraron, vieron a un hombre parado en el medio de la pequeña sala de estar desordenada. Se volvió hacia ellas y su mirada se fijó en la agente Rhodes por un momento. Ella llevaba pantalones negros muy modestos y un top blanco conservador. Su cabello estaba liso y aunque había dicho que le tomaba muy poco tiempo prepararse por las mañanas, era obvio que se había maquillado antes de venir.

      —¿Ustedes son del FBI? —preguntó el hombre.

      —Sí —dijo Chloe rápidamente, para que el hombre captara que ella también estaba presente, no solo la otra agente rubia, bonita y alta.

      —Agentes Rhodes y Fine —dijo Rhodes—. ¿Y tú eres?

      —Detective Ralph Palace, del Departamento de Homicidios de Maryland. Solo estoy tomando algunas notas finales, ya que tengo entendido que este caso es de ustedes ahora.

      —Háblanos del caso —dijo Chloe.

      —Es bastante básico. Asesinato relacionado con pandillas. La MS-13 tiene una gran presencia en esta zona, así que suponemos que es la culpable. Los cuerpos de un esposo, esposa e hijo de trece años de edad fueron retirados ayer en la tarde, después de siete horas de la policía haber recibido la llamada. Algunos vecinos llamaron y reportaron que escucharon disparos, y el lugar terminó así. —Agitó los brazos por el apartamento para indicar el desorden—. La policía descubrió que el padre de familia estuvo involucrado con la pandilla rival, los Binzos.

      —¿Si СКАЧАТЬ