Herramientas para controlar los delitos contra la fauna y flora en Colombia. Leonardo Güiza-Suárez
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Название: Herramientas para controlar los delitos contra la fauna y flora en Colombia

Автор: Leonardo Güiza-Suárez

Издательство: Bookwire

Жанр:

Серия: Jurisprudencia

isbn: 9789587844702

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      Por 100.000 pesos un cazador extrae un flamenco rosado (Phoenicopterus ruber ruber), lo traslada al interior del país —sedado, atado y escondido en cajas de flores— y es el vendedor, el último eslabón de la cadena, el que lo comercializa a 2 millones de pesos. (Zimmermann, 2016)

      En 2016, se desarticuló la red de tráfico de fauna silvestre más importante de Colombia, denominada “Los Pajareros”, integrada por ocho personas cuyas ganancias se estiman entre $80.000.000 y $140.000.000 (El Espectador, 2016). La mayor parte de ganancias eran generadas por el comercio de aves, como las guacamayas, los loros y los tucanes (El Espectador, 2016). Esta banda comercializaba en promedio 500 ejemplares de fauna cada mes (Zimmermann, 2016). El 90 % de las especies traficadas por esta banda ilegal están en riesgo de extinción (El Espectador, 2016). Entre estas, se encuentran “loros, cotorras, pericos, tortugas, guacamayas, flamencos, pavos, tucanes, venados, gaviotas, cigüeñas, chigüiros, canarios y cascabelitos” (El Espectador, 2016).

      Para el 2015, el Instituto Humboldt había generado información genética para 152 especies de aves objeto de tráfico ilegal (Gómez, Moreno, Andrade & Rueda, 2016). Los grupos más afectados por el tráfico ilegal de fauna en Colombia actualmente son los reptiles, las aves y los mamíferos (Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, 2019). Las especies animales más traficadas fueron la hicotea, el terecay y la charapa (Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, 2019). Además, las ranas endémicas del Pacífico colombiano son una de las principales especies de fauna traficadas actualmente en Colombia (El Tiempo, 2018).

      Para ayudar a combatir estas dinámicas, se han creado herramientas como el Registro Único de Infractores Ambientales (RUIA) o el Portal de Información sobre Fauna Silvestre (PIFS).

      Sin embargo, su bajo nivel de ejecución es un obstáculo para la gobernanza ambiental. La creación del Registro Único de Infractores Ambientales (RUIA) fue introducida por medio de la Ley 1333 de 2009 (Congreso de la República de Colombia, 2009, art. 57). Este último debe publicar los actos administrativos y nombres de infractores ambientales con el fin de hacer monitoreo a la normativa ambiental (Pulido & Echeverri, 2014). Ahora bien, en el último informe preventivo publicado por la Procuraduría para Asuntos Ambientales y Agrarios (Pulido & Echeverri, 2014), se evidenció que de 32 autoridades ambientales encuestadas solo dos terceras partes (el 68 %) inscribieron en el RUIA los procesos sancionatorios ya culminados sobre infracciones ambientales (Pulido & Echeverri, 2014).

      Esta misma ley (Congreso de la República de Colombia, 2009) estableció en su artículo 60 la creación del Portal de Información sobre Fauna Silvestre (PIFS), cuyo objetivo es almacenar información sobre los decomisos de fauna: el número de individuos, su estado, lugar de ubicación, fecha y destino de disposición final, entre otros aspectos. Ahora bien, de las 32 autoridades ambientales encuestadas por la Procuraduría (Pulido & Echeverri, 2014), la mayoría manifestó que no había recibido instrucciones por parte del Ministerio de Ambiente para el diligenciamiento de este portal. Más aún, a la fecha, el PIFS no ha entrado en funcionamiento.

      5. Documentación y difusión de herramientas tecnológicas

      Uno de los desafíos para el seguimiento y monitoreo de la legislación ambiental consiste en la carencia de información sobre la condición de los recursos naturales (Blaser, 2010). Si bien Colombia ha venido implementando mecanismos para mejorar el acceso público a la información sobre asuntos ambientales, tales como el Sistema de Monitoreo de Bosques y Carbono para Colombia (SMByC) y el Sistema Nacional de Información Forestal (SNIF) (Barragán & Muñoz, 2018; FAO, Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible & IDEAM, 2018), varios entrevistados plantearon que es muy difícil estimar cuáles especies se han extinguido debido a los procesos de deforestación debido, en buena medida, a la carencia de un censo forestal. Otras investigaciones (Orozco et al., 2014) ya han determinado que la carencia de inventarios forestales contribuye a la ilegalidad forestal.

      Hay un subregistro de estadísticas sobre tala ilegal y sobre volúmenes de madera por lo cual la Procuraduría General de la Nación recientemente inició investigaciones a diversos funcionarios entre los que se incluyen el director de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), 19 directores de corporaciones autónomas regionales y la directora del Departamento Administrativo del Medio Ambiente de Cali (Dagma) (Semana, 2019b).

      Debido a que las dificultades en términos de transparencia de diversas autoridades ambientales en Colombia (según se señaló en la sección 3.1.), una forma de fomentar la transparencia en el Sistema de Salvoconducto Único Nacional en Línea (SUNL) consistiría en coordinar acciones para mejorar el acceso público a la información sobre los permisos de aprovechamiento y comercio de madera (Environmental Investigation Agency [EIA], 2019) (p. 12).

      La carencia de documentación también afecta a los registros sobre el cumplimiento de las metas planteadas. Por ejemplo, en noviembre de 2019, en una etapa de audiencias públicas en torno al avance de cumplimiento de la Sentencia 4360 de 2018 que declaró a la Amazonía colombiana como sujeto de derechos (Corte Suprema de Justicia, 2018, Sala de Casación Civil, STC-4360), el Tribunal Superior de Bogotá dictaminó que el Ministerio de Educación no ha venido evaluando, como es su deber, “el impacto de la educación ambiental en los jóvenes de la amazonía colombiana” (El Espectador, 2019).

      A la carencia de información debe sumarse la poca difusión de la misma y de las herramientas tecnológicas disponibles. Esto es particularmente claro en relación con el reconocimiento de especies. Existe una aplicación de telefonía móvil denominada Especies Maderables, cuyo propósito es facilitar el reconocimiento de las especies a través de sus características organolépticas y macroscópicas. Según su descripción en la tienda virtual de Android, esta aplicación permite la consulta interactiva de entre 75 y 100 especies maderables en Colombia y contiene información como: nombre común y científico, imágenes en las que se detallan los cortes longitudinales y transversales de las especies maderables, el tipo de bosque, distribución geográfica, usos, entre otros. Esta aplicación cuenta con una segunda versión y ha sido descargada en más de mil dispositivos desde la tienda virtual de aplicaciones del sistema operativo Android.

      Herramientas como esta son claves para el control a la movilización de especies, pues a los funcionarios públicos no les resulta fácil probar la rareza de determinadas especies (lo cual tiene implicaciones en el ámbito jurídico-penal para imputación de delitos contra el medio ambiente) si estos no cuentan con herramientas para la adecuada identificación de las especies incautadas. Ahora bien, aun cuando el Ministerio de Ambiente reportó en 2018 que alrededor del 80 % de las autoridades ambientales del país hacen uso de instrumentos de gobernanza forestal tales como las aplicaciones para celular (Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, 2018), una fuente entrevistada mencionó que muchos funcionarios públicos desconocen la existencia de la aplicación o no saben cómo usarla. Además, según la tienda virtual de aplicaciones del sistema operativo Android, la última actualización de esta aplicación móvil se llevó a cabo hace más de tres años (mayo de 2016).

      Cabe señalar que, si bien la implementación del salvoconducto en línea ha sido un avance en términos de monitoreo y transparencia respecto de su versión impresa, una de las desventajas de la puesta en marcha del salvoconducto en línea desde enero de 2018 es que, durante las acciones de monitoreo, la información consignada en este documento se debe cotejar con una base de datos en línea en tiempo real; sin embargo, en muchas regiones apartadas de Colombia la conexión a Internet es precaria o nula (Environmental Investigation Agency [EIA], 2019, p. 48).

      6. Normativa ambiental y cooperación internacional

      El análisis de los resultados de nuestra investigación permitió determinar que hay dos desafíos en términos de la normatividad ambiental vigente en Colombia en torno a la gobernanza ambiental. El primero se refiere a vacíos СКАЧАТЬ