Название: Proyecto fotográfico personal
Автор: Rosa Isabel Vázquez
Издательство: Bookwire
Жанр: Сделай Сам
Серия: FotoRuta
isbn: 9788412307306
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La muestra, en la que me acercaba a la naturaleza desde diferentes ángulos emocionales, se articulaba a través de cuatro series temáticas de cuatro imágenes cada una:
•El espacio positivo: la presencia, representaba un punto de fuerza, algo o alguien que se encuentra entre nosotros, nos influye y forma parte de nuestra realidad.
•El espacio negativo: la ausencia, hablaba del vacío, de lo que nos falta, de aquello que no tenemos pero intuimos que ha existido. Es la pérdida, lo que ya no está.
•La senda contaba el viaje, el recorrido personal, el camino marcado por nuestras vivencias a lo largo del tiempo.
•El paisaje velado descubría lo secreto, lo escondido, lo que se nos oculta pero anhelamos conocer.
Todas incluían fotografías de paisajes de cierta espectacularidad, quizá, por este motivo, tuvo buena acogida y viajó por diversas salas durante ese año. La grandilocuencia de la propuesta provocó que no me sintiera muy contenta con ella durante mucho tiempo (de hecho, no aparece en mi página web, aunque algunas de sus imágenes fueron rescatadas y empleadas más adelante en otras series) y es ahora, al revisarla para compartir mis impresiones en este libro, cuando me doy cuenta de su relevancia, pues ya aparecían en ella ideas clave que me seguirían interesando a lo largo de los años.
Con la perspectiva que me ofrece el tiempo, me doy cuenta de que lo que falló fue el proceso. Cuando tomé las fotografías, lo hice de manera sincera, pero no consciente del tema. Cuando escribí los textos sobre los que quería hablar, también, pero ya había realizado las imágenes. El problema era que no había hecho la toma fotográfica pensando en esos textos. Entonces, fui consciente de que si hubiera generado nuevas imágenes después de haber escrito y ordenado mis ideas, hubiera estado más contenta con el resultado.
Lo cierto es que nunca sentí que El laberinto interior. tuviera en realidad la cohesión y profundidad que estaba persiguiendo y esa certeza, unida a la lección que aprendí, me llevó a iniciar esa búsqueda de la autenticidad a la que me sigo manteniendo fiel hasta hoy.
El momento de comenzar con nuestro primer proyecto, por tanto, responde generalmente a la propia necesidad de ir más allá con las fotografías y ser capaces de expresarnos a través de ellas, de compartir nuestra manera de ver y sentir el mundo y nuestra forma de entenderlo. A veces, la dificultad para dar forma a todas esas sensaciones puede producirnos un gran desconcierto. Si esto sucede, no debemos entenderlo como algo negativo pues significa que algo importante se está movilizando dentro de nosotros. En estas situaciones, lo mejor es escuchar con suma atención lo que nuestro interior está tratando de decirnos. Eso marca el camino. Si lo que sientes es la imperiosa necesidad de comunicar con otros a través de tus imágenes, entonces ha sucedido algo extraordinario: te encuentras en el momento perfecto para comenzar tu propio proyecto personal.
Ilusión, implicación y mucho trabajo
Si nuestro proyecto fuese una mesa, tendría tres patas: la ilusión, la implicación y el trabajo. Si falta alguna de ellas, la mesa cae; por tanto, los tres conceptos son imprescindibles. La ilusión es el motor que todo lo mueve, es la que nos empuja a trabajar y, sin ella, la mayoría de los proyectos no se llevarían a cabo. La implicación es la que nos hace partícipes del proceso, la que permite que nos convirtamos en expertos en la materia, la que provoca que cada detalle nos importe y, por tanto, que resulte auténtico. El último ingrediente secreto para el éxito no es otro que el trabajo. Invertir nuestro tiempo, empeño, recursos y todo lo que tengamos es algo que, sin duda, a la larga, dará su fruto.
Cuando un proyecto es improvisado y se ha realizado de manera pobre, se percibe. Las prisas, la falta de cuidado o de atención pueden ofrecer una imagen nada deseable de nosotros y de nuestra propuesta. Sin embargo, cuando un artista trabaja en serio en su proyecto, se nota. Se aprecia y se valora la inversión personal que ha realizado en él y cuán intensa es la apuesta que está haciendo. Es muy importante que, antes de iniciar nuestro proyecto, tomemos conciencia de sus implicaciones y de la entrega que va a requerir por nuestra parte; debemos tener claro que estamos dispuestos —y que realmente deseamos— asumir todo ello. Es cierto que también existe la posibilidad de que nos apliquemos a fondo y, por un error de planteamiento, no obtengamos el resultado esperado. Este libro quiere ayudarte, precisamente, a que tu empeño llegue al mejor puerto.
Richard Misrach lleva desarrollando desde 1979 Cantos del desierto, un trabajo realizado en gran formato y en color sobre el desierto americano que se ha convertido en uno de los proyectos más extensos de la fotografía contemporánea. La implicación con la temática, derivada de la intensa fascinación que siente Misrach por el desierto, ha convertido su trabajo en uno de los ensayos más valorados e importantes sobre este tipo de paisaje.
Stephen Shore, precursor de la Nueva Topografía y del Nuevo Documentalismo, así como uno de los pioneros de la fotografía artística en color, se ha convertido en una enorme influencia que ha inspirado a varias generaciones de fotógrafos. Shore, que también desarrolla una importante faceta docente, reflexiona sobre el talento y lo que él llama ambición, que podría entenderse como implicación:
“Yo veo el trabajo de mis estudiantes, algunos se esfuerzan y acaban consiguiendo algo pero otros tienen algo desde el principio. Uno de los indicadores del éxito es la ambición. Con ciertos estudiantes yo sé que tienen más talento del que ellos creen tener pero son poco ambiciosos. Y sé que pronto recibirán muchas otras influencias (las exigencias de la vida, tener un trabajo, una vida amorosa) y dejarán la fotografía. Es muy fácil descubrir que no tienes tiempo para tu arte.”
Existen infinitas maneras de hacer las cosas pero lo que no puede faltar a la hora de abordar nuestro proyecto son grandes dosis de ilusión, un enorme interés y una gran implicación. Sin ellos, es difícil que el proyecto salga adelante. Tomárnoslo verdaderamente en serio es la única forma de que culmine satisfactoriamente, pues seremos capaces de superar todas las dificultades que nos vayamos encontrando a lo largo del camino.
El efecto abanico
A María le encanta pasear con su cámara de fotos e ir tomando imágenes de todo aquello que le llama la atención. Lo que más le gusta es ir a un pequeño lago situado a las afueras de su pueblo. Fotografía los árboles que crecen en la orilla, los pequeños insectos que se va encontrando y las coloridas puestas de sol reflejadas en el agua. También toma imágenes de los pescadores, se hace autorretratos en ciertos rincones que son especiales para ella, fotografía los restos de basura que algunos individuos dejan cerca del merendero y retrata a personas que se quedan dormidas. Un día, María reflexiona sobre la razón que le lleva a ir a ese lago y, de alguna manera, llega a la conclusión de que siente una gran paz y comunión con la naturaleza. Después de dar vueltas a esta idea, decide focalizar sus fotografías a esta sensación y se decanta por concentrarse en realizar autorretratos en situaciones de extrema comunión con el lago y su entorno, como si formara parte del paisaje. Un día, se fotografía enterrada, dejando al descubierto únicamente su rostro; otro día, se unta el cuerpo con barro y se fotografía abrazada a los árboles; otro, lo hace sumergiéndose desnuda en el lago y, así, cada sesión fotográfica va dirigida a la consecución de su proyecto.
Lo increíble de trabajar en un proyecto es que, sólo por el mero hecho de planteárnoslo, nuestro trabajo se catapulta. El motivo es que centramos СКАЧАТЬ