El Arte de Amar a Tres Yo, Tú y Nosotros. Maria del Mar Cegarra Cervantes
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Название: El Arte de Amar a Tres Yo, Tú y Nosotros

Автор: Maria del Mar Cegarra Cervantes

Издательство: Bookwire

Жанр: Зарубежная психология

Серия:

isbn: 9788494500169

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СКАЧАТЬ hay demasiadas emociones y son muchas ideas las que surgen.

      Luís explotó una vez más. Dominado por la ira, y con lágrimas de dolor y rabia dijo:

      – Ella no sabe lo que le espera. ¡Todo esto fue una pérdida de tiempo! La única cosa que queda son los niños y ellos se quedan conmigo, no con esta. Jamás le perdonaré. Yo, que estaba dispuesto a perdonarle la traición, a tragarme mi orgullo, incluso sabiendo lo que piensa la gente. esta mujer se ha ganado un enemigo.

      Se instaló en la sala un silencio que cortaba la respiración. Matilde quería hablar, pero Laura le hizo una señal para contrariar esa intención. Luís tenía que “organizarse”. Todo esto era muy duro para él también.

      Fue el turno de Laura para hablar:

      – Estáis sufriendo mucho los dos. Es importante que aceptéis esto. La separación es una opción, y no tiene por qué ser necesariamente la peor. Antes de eso, me gustaría pediros algo muy importante. ¿Puedo tener vuestra atención? ¡Levantaos por favor!

      Matilde mira a Luís y haz conmigo, un viaje en el tiempo. Todo forma parte. Hubo una época en la que sentías mucho amor por este hombre. ¿Te acuerdas?

      – Si, por supuesto que me acuerdo. En ese momento, él lo era todo para mí. Él era cariñoso, divertido, seguro de sí mismo.

      – Quiero que recuerdes lo que más te agradaba de él en ese momento.

      – ¡Su seguridad! Parecía capaz de todo en la vida. ¡No había imposibles! Yo sentía mucha admiración por él, porque él hacía las cosas de corazón. Sentía que quizás yo misma pudiese encontrar la forma de hacerlo también. El me decía que lo íbamos a conseguir por nosotros, y que íbamos a construir una vida lejos de todo aquello.

      Antes que Matilde siguiese, Laura la interrumpió:

      – Muy bien, quédate con esos recuerdos.

      Girándose hacía él, continuó:

      – ¿Y tú, Luís? ¿De qué te acuerdas de esa época? ¿Qué es lo que te atraía de esta mujer?

      Para Luís era más difícil, pero tras un silencio, consiguió hablar:

      – Su mirada cristalina, su inocencia, su risa, su femineidad, su olor, su voz que siempre me calmaba. Yo siempre iba con ansiedad y prisa. Ella me hacía parar, pensar mejor, quizás nunca le he dicho esto. Quizás, sólo me esté dando cuenta ahora, pero en esa época, sólo el hecho de estar a su lado, me era suficiente para no sentirme perdido. En aquella época hacia de todo para encontrar una manera de estar con ella y tumbarme en su regazo.

      – Me acuerdo de eso. Nunca pensé que fuese tan bueno para ti-dijo Matilde.

      – Yo nunca lo dije. No he dicho muchas cosas. Quizás ese sea uno de los motivos por los cuales hemos llegado aquí.

      – Me gustaría pediros que os miraseis a los ojos y dijerais el uno al otro: “No sé lo que va a pasar, pero sé que esto es muy difícil, no solo para mí, sino también para ti. ¡Te amé mucho!

      En ese momento, Matilde abrazó a Luís, y él se desmoronó. Y lloró desesperadamente. Ella no se lo creía. Nunca lo había visto así. Ella lo abrazó con fuerza y él “se cayó” al suelo literalmente, con su cabeza en el regazo de Matilde. En silencio. Hacía años que esto no pasaba. Ambos habían hecho un viaje en el tiempo. Tras algunos minutos así, se sumieron en la realidad que los había traído allí. Laura también estaba con ellos a una distancia suficiente para que sintiesen que había un “setting” sólo de ellos, y un “setting” de ellos con ella. Fue Laura quien empezó a hablar:

      – Llegados a este punto, quiero deciros que todo está abierto, que todo es posible, pero que hace falta mucho trabajo de las dos partes. Lo que estáis sintiendo ahora, si apareció, si emergió, es porque también es una realidad, aunque muy frágil. La libertad y el espacio que quiere Matilde no era para estar sin ti, pero en realidad tampoco está siendo posible contigo, Luís. ¿Entiendes esto?

      – Entiendo, pero...

      – Espera, ahora hablo yo, ¿vale?

      – Luís busca Paz dentro de él, y tu Matilde, puedes ayudarle a encontrarla. Por otro lado, lo has visto con super poderes de un héroe, como él, no fue ese súper héroe, en algún lugar, también tú le abandonaste. ¿Entiendes eso?

      – Entiendo! Entiendo perfectamente! Duele tanto..

      – Cuando depositamos en el otro nuestra eventual salvación, la relación está condenada al fracaso. Os pido que cada uno asuma su parte, y que hoy, si es posible, vayáis a cenar solos, sólo para hablar de tonterías, de aquella época. ¿Teníais alguna bromita o apodo especial?

      Ellos rieron:

      – Yo la llamaba de Afro-Afrodite.

      – Yo le llamaba el

      – Mosquetero.

      – Entonces esas son vuestras cosas. Lleváoslas para recordar y disfrutar. El TPC (trabajo para casa) esta noche pasa por sólo hablar de aquella época. Daos este respiro. No habléis del futuro ahora. ¿Estamos de acuerdo?

      – Vale, de acuerdo.

      – Entonces por hoy, la sesión se termina aquí – añadió Laura. La pareja sale, y el aire que se respira es ahora totalmente diferente. Lo que ha ocurrido se va a unir a todo lo que están viviendo. Va a ser una experiencia más.

      Laura conoce la importancia de estos puentes. La importancia que hay en sentirlos, en respirarlos. Y sabe también que son de naturaleza frágil y volátil.

      Recibe un mensaje: su próxima clienta se encuentra enferma y no puede acudir a la cita. No es grave. Laura aprovecha ese tiempo para pasear por un jardín cerca del consultorio, donde va a veces para meditar un poco.

      Laura nunca se molesta cuando un cliente avisa que no va a ir a la hora de la cita. Cree que si eso pasa, se debe a cualquier imprevisto.

      Crea fuertes lazos y vínculos de compromiso con cada uno de sus clientes, y por eso no utiliza la típica norma de: “si no viene, o avisa justo a la hora que no viene, paga igualmente, o paga la mitad”. Siente que no necesita aplicarla.

      Sin embargo, si el cliente “falla” la cita recurrentemente, Laura negocia con él, diciéndole que quizás sea mejor volver cuando esté más decidido a hacer psicoterapia. Casi nunca tiene problemas con esta cuestión.

      Cuando un cliente falla, Laura quiere saber si pasó algo grave, porque se preocupa verdaderamente de esa persona, y le envía de corazón sus deseos de que, sea lo que sea que haya pasado, se resuelva pronto.

      Aprovecha el tiempo disponible e incluso lo agradece, porque tiene muy poco. Intenta transformar todo lo que pasa en buenos momentos. Sea lo que sea.

      Claro que esto no siempre funciona en todas las ocasiones, pero todo fluye mejor cuando acogemos lo que nos pasa como parte de nosotros, y no como algo que está contra nosotros.

      Laura pasea. A diario se siente agradecida por haber elegido la profesión de psicoterapeuta. El estudio, su constante búsqueda, la dedicación a los casos que le surgen en el consultorio, las lecturas, la meditación, todo esto СКАЧАТЬ