Los misterios del Noisy. Kharla Vera
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Читать онлайн книгу Los misterios del Noisy - Kharla Vera страница 4

Название: Los misterios del Noisy

Автор: Kharla Vera

Издательство: Bookwire

Жанр: Языкознание

Серия: Fantasía

isbn: 9789942898753

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СКАЧАТЬ cosa, por las continuas apariciones y sucesos extraños que sucedían cerca de él. Habían puesto su atención hacia al hombre del castillo que, casi olvidaron castigarnos.

      Llegando a casa ya bien tarde, casi a media noche, fui a mi recámara a dormir, me preguntaba si a Jack lo habían azotado o algo así. Su abuela solía ser muy cruel con él y le golpeaba cuando se portaba mal con látigos, correas o lo que encontrara a la mano, cosa que mi padre siempre intentaba a mala gana evitar y bajo insistencia mía y de mi madre se interponía o intimidaba a la pobre señora advirtiéndole que, podría ser encarcelada por eso. A él le importaba un comino, pero sabía que tenía parte en eso. Pero bueno me dormí de inmediato con mi corazón atormentado de que algo malo le ocurriera. Jack era como mi hermano menor y siempre me acompañaba en mis locas ideas. Cuando él llegó al pueblo era muy pequeño, tenía apenas tres años algo así, su madre le dejó con su abuela porque ella trabajaba en otra ciudad, pero casi nunca venía a verlo o visitarlo.

      Jack sufría mucho su ausencia y yo siempre trababa de hacerle olvidar su tristeza, por eso nunca le dejaba solo, a excepción de cuando ya estábamos en la escuela. De allí siempre pasábamos juntos.

      Esa noche soñé con el castillo.

      En mis sueños lo veo, vacío, oscuro casi como un lugar terrorífico pero esplendoroso, invadido por una soledad inconmovible. Se siente un aura de historia...de antigüedad, como si antes hubiera estado allí. De repente una espesa neblina comienza a cubrirlo trayendo consigo un frío espantoso y sepulcral. Sé que solo es un sueño pero temo entrar a sus entrañas y encontrarme con lo peor. Un fantasma o un alma en pena.

      No entiendo lo que evoca en mi, miedo, admiración, emoción, terror a la vez. Pero en realidad lo único que quiero es admirarlo.

      El habitante ha llegado

      Los desolados pasillos recorren una larga travesía entre las extensas alas del Noisy. Espacios vacíos y hundidos en una recóndita penumbra que, apenas y se ven por el rayo de luz que intenta ingresar por las hendijas. Todo es tan viejo y obsoleto, paredes desmoronadas y habitaciones empolvadas, tuberías oxidadas, y la madera está apolillada, el tiempo no ha sido un aliado para este lugar más bien su camino hacia el final.

      Desde afuera, parece un lugar interesante con la idea de que en él existen múltiples misterios como algún baúl antiguo lleno de cosas, cartas viejas, fotografías, algún mapa o joyas olvidadas por la realeza, en sí mucha historia. Sin embargo, si puedes captar aquella sensación que produce todo a su alrededor, y si puedes atrapar la magia que encierra, descubrirás cosas que el ojo humano, no puede ver. Es lo que ha cautivado a su habitante, la sensación de historia, de haber estado allí hace tanto tiempo y la soledad que lo identifica con el abandonado castillo.

      En aquel momento cuando volvió a verlo de nuevo, sintió su alma agitarse, al fin lo tenía delante suyo. Aquel lugar le recordaba muchos acontecimientos pasados que le marcaron, pero vivía enamorado de este lugar, el castillo se había convertido en un sueño utópico para él. Inhaló la suave brisa que llevaba el viento, la frescura, el alivio, la paz que ahora sentía. Era verdad, se veía terrorífico a simple vista pero, tenías que mirarlo con otros ojos para descubrir lo hermoso que era en realidad.

      Observó cómo se había desgastado en los últimos años, pero su emoción no le hizo concentrarse en eso, mas bien siguió contemplándolo. Entró con solemnidad y admiró sus alrededores, imaginó —cómo es que Adán se habría sentido en el mismísimo paraíso—. Como si hubiera traspasado un portal del tiempo y revivieran vidas pasadas, así se percibía su felicidad, tanto que lloró de alegría. Con un nudo en la garganta se apresuró a secar sus lágrimas.

      Aquella sensación de estar en casa, se preguntaba si aquello que experimentaba era efímero o tendría que lidiar de nuevo con la tristeza que el mundo a veces le presentaba en algún momento. Lo bueno era que hoy sentía que, podía lograr cualquier cosa que quisiera, era su día de “buena suerte”.

      El castillo no solo provocaba ese aire de nostalgia y terror, también evocaba a la mente de Joseph, recuerdos no gratos de su infancia.

      Era una ironía, que el Noisy fuera tan asediado por los pueblerinos y temido por extrañas circunstancias. Tal vez era su espeluznante silencio que lo condenaba y lo sumía a la soledad y el misterio. Rosó con sus manos las polvorientas paredes, y pensó que su siguiente objetivo, sería restaurarlo.

      El estilo gótico—inglés que se resaltaba con su fascinante arquitectura podía hacernos entender que estuviéramos habitando en un castillo del siglo XVIII. El diseño del cielo raso tenía forma de telaraña, en las pilastras se podían distinguir pequeñas estatuas, que por su figura daba la idea de hombrecitos que doblaban sus rodillas y con su mano derecha sostenían una daga. Las gárgolas tenían forma de animales, pero más se podía apreciar al murciélago, eso no le agradó mucho, y pensó en ubicar también míticos elefantes o un furioso león. En las habitaciones había objetos viejos, utensilios dañados, polvo en todas partes, sus escaleras estaban desmoronándose. Se podía decir que el área más segura era la planta baja. Era una pena que todo estuviera así, después de haberlo visto en su gloria, ahora estaba consumiéndose poco a poco.

      Recorrió con cuidado todo el castillo, al final notó que no había visitado su lugar favorito, la vieja Torre del Reloj. Solía subir las escaleras de caracol a toda velocidad y ver los engranajes que formaban el enorme mecanismo, se asomaba por la pequeña ventana de la torre para mirar el bosque que se perdía en el horizonte, y lánguidos rayos de sol en pleno atardecer, que intentaban tocar la tierra.

      En ese mismo momento un aire sepulcral invade la habitación, tras de él siente que alguien le observa, lentamente gira su mirada. No tiene miedo, solo que no sabe si en realidad alguien está allí.

      No hay nadie pero, su piel se ha erizado. Y dentro de sí mismo sabe que va a suceder algo. En ese instante una sombra sinuosa camina por el pasillo. Él sale de inmediato, tratando de alcanzarla, para asegurarse de que, era real lo que veía pero, se dirige a los pasillos pero no hay nadie.

      Su corazón late rápidamente, pues sabe que está solo en ese inmenso castillo y nadie entró con él, solo su perro, al que llamó con un silbido; su mascota bien animada se avienta a él, y éste le recibe contento de tenerlo cerca.

      Nuevamente mientras camina, detrás de él pasa la sombra. Él decidido la persigue por las habitaciones su perro tras de él comienza a alterarse.

      No hay nadie en aquella habitación sin embargo la vio entrar aquí. En el solemne silencio una voz se escucha:

      —Porque has regresado.

      —¿Quién era? —se preguntó. La voz masculina y moza, sonó dimensional algo lejana, pero que sin embargo estaba allí. Algo familiar también. Se volteó y lo vio. Su piel se despelucó y el frío le recorrió el cuerpo.

      — ¿Franceis?

      Era pálido, de aspecto cadavérico. Pero se notaba su forma humana aún, cabello lacio y castaño, rostro perfilado con la punta de su nariz enrojecida como si tuviera algún resfrío. Lozano aún al momento de fenecer. Sobre el umbral de la entrada recostado, y apoyando su peso en su pierna derecha mientras miraba las uñas de sus manos le dijo.

      —Así que… has venido ¿de visita o qué?

      El hombre del castillo miró las ropas antiguas que traía puestas, las mismas de la última vez. Y consciente que era la única persona en el Noisy, entendió que estaba hablando con un fantasma. Sí, un fantasma.

      Ocultó su sorpresa entonando un largo no, mientras СКАЧАТЬ