Puntos gatillo. Tratamiento para aliviar el dolor (Color). Valerie DeLaune
Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу Puntos gatillo. Tratamiento para aliviar el dolor (Color) - Valerie DeLaune страница 3

Название: Puntos gatillo. Tratamiento para aliviar el dolor (Color)

Автор: Valerie DeLaune

Издательство: Bookwire

Жанр: Медицина

Серия: Terapia Manual

isbn: 9788499109015

isbn:

СКАЧАТЬ Debido al impacto de la televisión, era importante que los candidatos presidenciales tuvieran un buen aspecto físico, y andar con muletas probablemente le hubiese costado las elecciones al presidente Kennedy. La doctora Travell fue la primera mujer médico en la Casa Blanca, y tras el fallecimiento del presidente Kennedy siguió en el cargo y trató al presidente Johnson. Dejó el puesto un año y medio después para volver a sus pasiones: enseñar, dar conferencias y escribir sobre el dolor miofascial crónico. Seguía trabajando con noventa años y murió a los 95 el 1 de agosto de 1997.

      El doctor Simons conoció a la doctora Travell en una conferencia en la Escuela de Medicina Aeroespacial en la Base Aérea de Brooks en Tejas en la década de 1960. Pronto comenzó a trabajar con ella y a estudiar la literatura internacional para encontrar referencias sobre el tratamiento del dolor. Otras personas también estaban descubriendo los puntos gatillo, aunque usaran una terminología diferente. El doctor Simons estudió y documentó la fisiología de los puntos gatillo en el ámbito clínico y de laboratorio, y trató de obtener explicaciones científicas sobre ellos. Siguió investigando la fisiología de los puntos gatillo, actualizó los dos volúmenes dedicados a este problema escritos con la doctora Travell y revisó los artículos de investigación sobre los puntos gatillo hasta su muerte a los 88 años el 5 de abril de 2010.

      Estoy profundamente agradecida a mi profesora de terapia neuromuscular, Jeanne Aland, quien me enseñó los conocimientos básicos sobre los puntos gatillo y me descubrió los libros de los doctores Travell y Simons. He sabido que Jeanne falleció hace pocos años.

      Echo de menos a los tres, y quienes están familiarizados con los puntos gatillo agradecen enormemente el trabajo duro y la dedicación de estas personas. Su obra vive a través de los cientos de miles de pacientes que han obtenido alivio gracias a sus investigaciones y deseo de enseñar a otros.

       Otros agradecimientos

      Muchos otros investigadores han contribuido al estudio de los puntos gatillo, y muchos médicos y otros profesionales han invertido tiempo en aprender sobre ellos y divulgar esa información entre sus pacientes. Me gustaría dar las gracias a todos ellos por su papel en el alivio del dolor al divulgar dicha información. En concreto, me gustaría dar las gracias al doctor Juhani Partanen, que amablemente me explicó con palabras sencillas la hipótesis sobre los «husos musculares», y dedicó tiempo a revisar el capítulo «Puntos gatillo: ¿qué son y qué los causa?» para asegurarse de que había traducido correctamente el lenguaje científico en términos de más fácil comprensión.

      Y no en último lugar, quiero dar las gracias a mi editor, Jonathan Hutchings, de la editorial Lotus, quien se puso en contacto conmigo, me pidió que escribiera este libro e hizo posible el increíble material gráfico. Sin su ayuda y respaldo, no tendría el lector ahora este libro entre las manos. El corrector de estilo Steve D. Brierley hizo un trabajo excelente con sus sugerencias de organización, la corrección de erratas y la introducción de diversos cambios para mejorar el texto. Amanda Williams hizo un trabajo fantástico con los dibujos anatómicos y los patrones de dolor referido, y dio respuesta a muchas de mis preguntas sobre anatomía. Sarah Olsen de Sarahgraphics ha hecho su habitual trabajo de diseño gráfico para los patrones del dolor referido, al igual que con mis libros anteriores. Wendy Craig supo componer todas las piezas y crear un texto muy atractivo y útil. Es éste un libro del que podemos estar orgullosos; no lo habría conseguido sin todos vosotros.

      Además, quiero dar las gracias a los amigos a los que visité mientras escribía este libro, pues me brindaron su hospitalidad sin límites al estilo de Alaska y me dejaron recargar mi coche eléctrico en sus casas durante mis estancias con ellos: Joan Pardes, Doug Sturm, Eva la niña y Scout el perro, de Alaska; Art, Cecily y Nikki ‘el perro’ Morris, también de Alaska; Judy Lungren y Rick Noll de Washington; Scott Edgerton de Montana; Janet Krivacek, Randy Gage y Bailey el perro también de Montana; Marc Soderquist de Wyoming, y Lisa Horlick de Colorado. Una vez más, a mi perro lobo, Sasha, sin cuya amistad mi vida sería mucho menos interesante y dichosa.

      Introducción

      El dolor no se puede tratar eficazmente sin conocer los puntos gatillo

      Sin conocimientos básicos sobre puntos gatillo y dolor referido, a quienes prestan atención médica no les resulta posible tratar síndromes álgicos. He tratado cientos de casos sencillos de personas a las que se les había dicho que el único recurso era aprender a vivir con el dolor, sólo porque su médico no conocía los puntos gatillo. A pesar de décadas de investigación, el síndrome de dolor miofascial asociado y debido a puntos gatillo sigue siendo uno de los diagnósticos que se pasa por alto más habitualmente. Lo más importante para tratar el dolor es que los puntos gatillo generan dolor referido a otras áreas siguiendo patrones bastante consistentes. El conocimiento de los patrones del dolor referido nos brinda un punto de partida para buscar esos puntos neurálgicos que causan el dolor.

      Con frecuencia, se ponen en contacto conmigo personas que están seguras de que el tratamiento de los puntos gatillo es por lo menos parte de la solución de sus dolores, si bien se sienten totalmente frustradas por no hallar un practicante que conozca dichos puntos neurálgicos. En la actualidad, masoterapeutas, terapeutas físicos y fisioterapeutas son los profesionales que más probablemente tengan experiencia en el tratamiento de los puntos gatillo. Sin embargo, incluso si tienen dichos conocimientos, tal vez no sepan mucho sobre los factores perpetuantes, es decir, los factores que mantienen activados los puntos gatillo y que se tienen que resolver para conseguir alivio a largo plazo.

      Por eso es tan importante conocer los puntos gatillo y practicar los ejercicios de autotratamiento de este libro; con la información de este libro estarás mejor equipado para tratar los puntos gatillo que quien te presta atención médica. Si no encuentras a nadie que ya conozca los puntos gatillo, lleva el libro en tus visitas. Enseña a tu médico sobre los puntos gatillo y tus patrones de dolor referido.

      No esperes a tratar el dolor

      Es importante tratar los puntos gatillo lo antes posible para que sea menos probable que causen problemas crónicos. A menudo oigo a los pacientes decir «pensaba que desaparecerían». Algunos síntomas desaparecerán en unos días y no volverán a dar problemas, pero, con frecuencia, cuanto más esperes a ver si el dolor desaparece, más músculos se verán afectados en una reacción en cadena de dolor crónico y disfunción. Un músculo duele y desarrolla puntos gatillo, entonces el área de dolor referido (donde sientes el dolor y otros síntomas) comienza a doler y se tensa y forma sus propios puntos gatillo satélites, luego esos puntos gatillo refieren el dolor a otros lugares, etc. O el dolor tal vez mejore un poco, pero sólo porque los puntos gatillo atraviesan una fase inactiva y se pueden activar de nuevo y generar dolor u otros síntomas.

      No asumas que tu dolor no tiene tratamiento

      Las personas asumen a menudo que, si uno de los padres tuvo lo mismo, la enfermedad tiene que ser genética y habrá que aprender a vivir con ella. Se aprenden muchas cosas de los padres –hábitos alimentarios, hábitos de ejercicio, cómo afrontar situaciones críticas, incluso las posturas y gestos– y todo ello influye en la salud.

      Nunca he aceptado que una enfermedad, aunque sea genética, no se pueda, cuando menos, mejorar. Si es necesario, derivaré al paciente a otro profesional, como un quiropracticante, naturópata o cirujano que pueda ayudarle. A pesar de que te hayan dicho que hay que aprender a vivir con la enfermedad, acepta que puedes cambiar la situación, al menos hasta que hayas agotado todas las opciones de tratamiento. Tal vez presentes un factor perpetuante general que no se resolverá del todo y requerirá que se trate el dolor a largo plazo; sin embargo, al menos puedes mejorar tu calidad de vida aprendiendo a tratar los síntomas.

      ¿Cuánto durará el tratamiento?

      Cuando las personas comienzan un СКАЧАТЬ