Salto de tigre blanco. Gustavo Sainz
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Название: Salto de tigre blanco

Автор: Gustavo Sainz

Издательство: Bookwire

Жанр: Языкознание

Серия: Biblioteca Gustavo Sainz

isbn: 9786078312030

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СКАЧАТЬ todo esto sucede gracias a Alguno. Querer vivir, sentir el sol, la lluvia, el viento, la noche… Todo ello porque te tengo a ti, porque existes tú. Tú: Alguno. Por primera vez no temeré dejar salir a la superficie mis sentimientos. Por primera vez intentaré con todas mis fuerzas amar… Amarte… Y eso me hace sentir maravillosamente viva…

      Yo creo que todos los profetas de la vida erótica son falsos profetas porque cada pareja tiene que reinventar el sexo. Más que hacer el amor, inventarlo. En nuestra vida erótica la incertidumbre es delicia; la torpeza, pasión. Sólo el cínico conoce el futuro porque lo ha visto antes. Para el omnisciente, el sexo siempre es un problema (Adam Phillips: Monogamy 95)…

      Yo cuando tengo la sensación de que nada tiene sentido, me cuelgo de Dios…

      Yo fui al cine después del dentista. The Night Porter. Qué flaca está Charlotte Rampling y cómo me gusta Dick Bogard. Luego pasamos a cenar tamales a La flor de Lis. Mi ex me habló, como frecuentemente lo hace, de su hermana, que piensa o cree o está segura de que todos los jefes y todas las compañías tienen un solo propósito en la vida: explotarla a ella, a las secretarias en general, a los empleados en general y a ella en particular. Me cansa hablar de mi cuñada. No encuentro ningún punto de identificación con sus problemas.

      Yo y mi compañero hablamos anoche durante largo rato del ámbito mítico y mágico religioso que vincula la vista, la sexualidad femenina y la compulsión de penetrar, digo descifrar, su enigma. Desde la antigüedad la mujer devoradora, llamada diosa y bruja, ha practicado el “mal de ojo”. La gorgona, un ser nocturno, vivía en cuevas. Su mirada era paralizante y tenía cualidades ofidias. Soledad tenía los mismos atributos. Los ojos verdes siempre han tenido fama por sus poderes hipnotizantes. Aura, la de Fuentes, tenía hermosos ojos verdes que ofrecían un paisaje que sólo el hombre podía adivinar y desear en la búsqueda de su ánima. Los hindúes han desarrollado danzas exquisitas, en las cuales la mujer baila con ojos elaboradamente pintados, dibujados en negro y rojo, colores traducidos como rose et noire en Histoire de l’oeil al referirse al pubis de Simone. La mirada cautivante, de rímel experto, es importantísima durante la danza. Mientras que los brazos de la bailarina y las manos tatuadas de negro hasta las uñas pintadas de rojo, simulan el movimiento de las serpientes. Los ritos copulativos entre Sabato, Soledad y Simone, sus amigos y el cura son parecidos a la cópula ritual en el tantrismo y el budismo antiguo. Un clásico ejemplo del Maharutti, el Rito Mayor Tántrico, es el Yab-Yum, tantas veces representado en el arte hindú, adonde el hombre y su Shakti, la Diosa, el principio femenino activo de la representación, se encuentran abrazados indisolublemente en una sagrada figura coital. La mujer, de características numinosas y sobrehumanas, es comparada a la serpiente. Entre las diosas tántricas, las terroríficas se manifestaban al devoto llevando cadáveres y partes anatómicas, en especial cráneos, a manera de ofrendas. Para adquirir la videncia mágica, el devoto se entregaba a la diosa desnuda que realizaba el acto sexual encima de un cadáver (Lojo de Bauer 557). En el misticismo cristiano ¿no eran los carmelitas, tanto como los jesuitas, los que practicaban ritos en los cuales blandían el cráneo como un memento mori? No es de extrañar que Simone y sus amigos se ataviaran con vestimentas clericales en su ronda española… Que el ojo se halle en la genitalia femenina, conocida como vesica piscis o sencillamente como el yoni, la antigua matriz del mundo y la puerta a la vida y al cielo, implica una inversión del simbolismo tradicional metafísico del órgano óptico. El ojo representa allí el reemplazo de lo intelectual por lo instintivo. El desplazamiento hacia abajo, del ojo a la genitalia, se basa en una arcaica ecuación metafórica y metonímica entre los dos. Jung consideraba el ojo como el modelo por excelencia del Mandala, símbolo del centro y la totalidad. El ojo, reflejo de la genitalia femenina en sí por su forma oval y sus atributos, ubicado en el sexo femenino, simboliza su reintegración a la fuente original… En fin, más tarde mi marido empezó a dibujar. Si escribo sobre esto me gustaría incluir sus dibujos…

      Yo entiendo por desnudez un estado que predispone a la emoción sexual. Fenómeno histórico relativamente reciente, ya que hace quinientos años la desnudez, mucho más habitual que ahora, no era sinónimo de sexualidad…

      Yo creo que el amor exige la entrega de la más íntima vulnerabilidad. Equipamos a alguien con los cuchillos más afilados, y nos desnudamos por completo. Luego lo invitamos a acercarse. ¿Qué hay de aterrador en ello? (Ackerman 18)…

      Yo quería montar en bicicleta estática en rehabilitación… Necesito hacer ejercicio… Fui al Palenque a terminar de leer los reglamentos y se acercó Gorgonzola… Me habló de mi marido como si lo conociera… Me pareció amable… ¿Por qué?… Todos preguntan por qué… Le recité a O’Shaughnessy: I am tired of tears and laughter, of men who laugh and weep, of what may come hereafter for those who sow to reap… I am tired of days and hours, blown buds of barren flowers, desires and dreams and powers, and everything but sleep… Y dijo que sería mejor leer a Browning y ofreció traerme mañana una antología… Hablamos de cómo se le daría publicidad a un hospital como éste… Ofrecí ayudar más adelante, cuando me sienta mejor, si decido seguir viviendo… Debes vivir por tu marido y por tus hijos… No, sólo vivo por mí misma… Egoísta, me dijo… Tanta banalidad… Cuántas veces en mi vida he tenido este tipo de conversación banal… Mi mamá surge en todas mis conversaciones… En casi todas… Por favor mami, drop dead… Please, drop dead…Otra conversación solemne con otra enfermera gringa, bonita, de ojos verdes… Ya me fastidian las conversaciones solemnes… Hasta el gorro… Lechuga da gimnasia después de la clase de francés… Tengo que demostrarles todo lo fuerte y flexible que soy… A mi edad… Me cansé demasiado… Zanahoria me pregunta si quiero ir a mi cuarto o al Palenque… Prefiero bañarme… Hace días que no me baño… Excepto por los baños de esponjas que me dieron las enfermeras… No he tenido ganas de meterme bajo la regadera… Ahora pienso que debo lavarme el pelo, para por lo menos morirme con el pelo limpio… Pero no tengo ganas… Me vi el cuerpo en el espejo todo lleno de horribles marcas de agujas y moretones… Los hombros lastimados… ¿Agujas?… Los brazos amoratados… Las muñecas doloridas… La espalda llena de no sé qué salpullido… Marcas y cortadas en el cuello y en el pecho por agujas y sondas… En los muslos… Por todos lados… Me horrorizó verme así… En la regadera, con el agua caliente cayéndome en la espalda, me unté shampoo y comencé a llorar… Me bañé en mi propio llanto… Me pareció de pronto tan estúpido volverme a lavar el pelo y el cuerpo… Estaba llorando y quería estar muerta y me enfureció y angustió estar viva, teniendo que hacer de nuevo todas esas estupideces que había jurado ya no hacer nunca más… Langosta y una enfermera se metieron al baño a calmarme… Tenía espasmos de llanto… Me sacaron de la regadera y cerraron las llaves… Pero me sentí muy enojada, estaba furiosa, iracunda, violentamente furiosa y cuando lograron calmarme me sentí deprimida… Más tarde, o antes, sí, fue por la mañana, cuando estaba con Chocolate y Zanahoria y bajamos juntos al Palenque… Ahí conocimos a la mamá y la hermana de otra chica que ingresó hoy… Ah, sí… Resulta que su tía abuela era amiga íntima de mi tía Nopalitos, en Querétaro… Hace siglos que murió mi tía Nopalitos… La tía abuela le platicó a esta señora que les tomaba cincuenta y cinco días venir al Valle de México en diligencia… Me fui a acostar… Finalmente no hice bicicleta fija… Estoy cansada… ¿Qué estoy haciendo aquí costándole dinero y tiempo a la gente?… No vale la pena, de veras, no vale la pena… Para nada… Es una tontería… Si estuviera muerta, no habría tanto desperdicio de atención, de tiempo y dinero… Además ¿qué hay en el futuro?… Sea lo que sea no lo quiero… Que se quite… No me importa… Estoy cansada… Estoy muy cansada…

      Yo le pregunté cuántos psicólogos se necesitan para cambiar un foco fundido. No supo qué contestar. “Sólo uno —le dije—, pero el foco fundido tiene que querer cambiar”…

      Yo leí que hay besos salvajes, hambrientos, y besos divertidos. Y que hay besos emocionantes y suaves como una pluma de cacatúa. Y también que el acto sexual es la intimidad en grado extremo. Como dos protozoos que se engullen jugamos a devorarnos, a digerirnos, a amamantarnos, СКАЧАТЬ