Fe, pobreza y desarrollo. Bryant Myers
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Название: Fe, pobreza y desarrollo

Автор: Bryant Myers

Издательство: Bookwire

Жанр: Религия: прочее

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isbn: 9781951539030

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      Al igual que De Soto, Yunus tiene una visión muy positiva de la disponibilidad de los pobres para trabajar en circunstancias difíciles.

      Una de las contribuciones clave que Yunus hizo para pensar en desarrollo fue su idea de que simplemente transferir dinero de los no pobres a los pobres por medio de un arreglo caritativo no lucrativo podría no siempre ser lo mejor. Tiene dos debilidades. Primero, este enfoque tiende a crear dependencia y no siempre ha ayudado a los pobres a encontrar un rol sustentable dentro de la economía local. Segundo, la escala y la sostenibilidad de ese tipo de enfoque se ven limitadas por cuánto daría el no pobre y por cuánto tiempo. ¿Habrá en algún momento suficiente caridad para ayudar a dos mil millones de personas que viven con menos de US$2 al día? Yunus decidió crear lo que denominó negocios sociales, que tienen la capacidad de recuperar los costos mediante tasas de interés accesibles y con un sistema de precios de dos niveles (un precio subsidiado para los pobres y otro precio más alto para la clase media) por sus servicios. El resultado neto es una familia de veinticinco empresas de Grameen que brindan servicios como microcréditos, servicios de salud y bienestar, ventas y distribución de productos hechos a mano, garantías de préstamo para pequeñas empresas, capacitación de información tecnológica y servicios de teléfonos móviles (Yunus, 2009:78-79).

      La última propuesta de Yunus es lo que él llama negocios sociales. Estos son negocios que crean un bien social y son administrados con principios empresariales al igual que las empresas de orientación lucrativa: sin subsidios y capaces de pagar el costo del crecimiento de capital. Como los modelos de negocios de Grameen, el costo de hacer negocios se recupera mediante cuotas y pagos de intereses, y ahora incluye el costo de capital nuevo para poder financiar el futuro crecimiento. La única diferencia con respecto a un negocio lucrativo es que crear un bien social remplaza la maximización de la rentabilidad. Los inversionistas recuperan su inversión, pero no reciben dividendos. Yunus llama a esto empresas sin pérdidas y sin dividendos y ofrece la idea como el elemento faltante del capitalismo (Yunus, 2009:21-25).

      Al mirar hacia atrás en este relato de la historia y el pensamiento actual sobre desarrollo desde una perspectiva global,vemos que hay profundas contradicciones, una perspectiva común e imperfecta, una ironía y una oportunidad.

      Las contradicciones son evidentes. Las buenas noticias son que el porcentaje de personas que viven con menos de US$2 bajó más del 95% en 1820 a cerca de 43% en el 2008 (Banco Mundial, 2008). En los casi veinticinco años comprendidos entre 1981 y el 2005, el número de personas que viven en absoluta pobreza en el mundo bajó de 1,9 mil millones (52% de la población mundial) a 1,4 mil millones (25%), con los mayores descensos en China, India y, más recientemente, en Brasil e Indonesia (Banco Mundial, 2010).

      Casi mil millones de personas en cincuenta países están inmersas profundamente en la pobreza y no está claro cómo el desarrollo, tal y como lo entendemos, puede ocurrir (Collier, 2007:5-7). Las buenas noticias son que la asistencia de desarrollo está en el nivel más alto de su historia. Las no tan buenas noticias son que no estamos seguros de cómo utilizar de mejor manera la ayuda internacional para facilitar el desarrollo efectivo y sostenible (Easterly, 2006:4;11; Banerjee y Duflo, 2011). Las buenas noticias son que conocemos mucho más sobre políticas económicas, métodos participativos, buena gobernanza y valores culturales útiles que permiten desarrollo. Las no tan buenas noticias son que la meta de desarrollo está “en el servicio de expandir la capacidad humana para producir y tener más —más cosas, más libertad, más años, más control—”(Hoksbergen, Curry y Kuperus, 2009:30). Finalmente, las buenas noticias son que el número de los no pobres está también en el punto más alto de su historia. Las no tan buenas noticias son que ellos están lidiando con obesidad, el consumismo y un ambiente natural en deterioro.

      Si bien las propuestas de desarrollo de Sachs, Easterly, Collier, De Soto y Yunus nos condujeron más allá de simples modelos de crecimiento económico y de la tendencia histórica de tener percepciones negativas de los pobres y su potencial, todos estos contribuyentes y sus variados enfoques comparten una perspectiva común: la cosmovisión moderna. Todos son materialistas, con frecuencia tecnocráticos y reflejan una firme creencia en que el razonamiento humano, la tecnología y el dinero son las claves para resolver el problema de la pobreza. Su brecha común más grande recae en la ausencia de religión y cosas espirituales en su explicación de por qué las personas son pobres y qué se puede hacer para ayudarles.

      La gran ironía en esta historia de la idea emergente de desarrollo es que la conversación de desarrollo ha olvidado sus raíces. Raíces que fueron integradas en la visión cristiana del mundo y de cómo este funciona (Stark, 2005; Gillespie, 2008). La ironía se agudiza más por el hecho de que la misma modernidad que gestó las ideas y los marcos conceptuales que conllevaron al concepto de que los seres humanos pueden cambiar la historia y que el desarrollo o erradicación de la pobreza eran posibles también condujo a problemas presentados por la modernidad a los cristianos que desean hacer desarrollo (descrito en el capítulo uno).

      La oportunidad es que la denominada conversación de desarrollo secular está redescubriendo la religión y su importancia para con cualquier idea de cambio humano y social (Deneulin y Bano, 2009). Este producto del reto posmoderno significa que los cristianos y su perspectiva religiosa sobre desarrollo pueden estar en un lugar adecuado para realizar una contribución importante en el discurso de desarrollo, siempre y cuando estemos dispuestos a llevar nuestras prácticas y pensamientos de desarrollo hacia una comunidad de desarrollo más grande.

      Nosotros los cristianos necesitamos estar anuentes a salir de nuestro exilio autoimpuesto, a dejar de ser tan apologéticos sobre ser cristianos y a empezar a contribuir con el material que nuestra tradición de fe tiene para ofrecer, la cual es considerable.

      1. Sznaider está muy consciente del ministerio de caridad de las órdenes religiosas medievales, pero señala que no se desarrollaron exclusivamente para lo que él llama ayuda organizada. Las instituciones sociales organizadas exclusivamente para una misión de caridad fueron algo nuevo en el siglo XIX.

      2. Disponible en el sitio web de RaD (www.rad.bham.ac.uk)

      3. Corea del Sur, Hong Kong, Singapur y Taiwán.

      4. La frase “maldición de los recursos” fue acuñada para referirse a la paradoja de que los países pobres, ricos en recursos naturales, por lo general no crecen económicamente. La tentación de buscar renta en contraposición a construir una economía moderna, malos manejos, corrupción y explotación es muy alta.

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