Название: Renunciar a todo
Автор: Christopher M. Hays
Издательство: Bookwire
Жанр: Религия: прочее
isbn: 9786124252488
isbn:
Este libro está dedicado al Barón Griffiths, y no solo por la importante participación del CEME en propiciar la publicación. El Barón Griffiths y su amable esposa, Rachel, han patrocinado no solo mi investigación académica sino también mi vocación como misionero en América del Sur. El entusiasmo de Brian por mi trabajo y su deseo de verme florecer como académico aun después de salir de Oxford han sido un mayor gesto de generosidad para mí de lo que yo puedo expresar. Por todo ello, estoy profundamente agradecido.
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1. Christopher M. Hays, Luke’s Wealth Ethics: A Study of Their Coherence and Character [La ética de Lucas respecto a la riqueza: un estudio de su coherencia y su carácter],Wissenschaftliche Untersuchungen zum Neuen Testament II, vol. 275 (Tubinga: Mohr Siebeck, 2010).
Abreviaturas
1En. | Primera de Enoc |
1QS | Regla de la comunidad |
4Q171 | Salmos Péshera |
4Q427 | Hodayota o Rollo de los Himnos |
Abr. | De Abrahamo |
Aem. | Aemilius Paullus |
Ages. | Agesilao |
A.J. | Antigüedades judías |
b. | Talmud babilonio |
Ben. | De beneficiis |
Ber. | Berakot |
B.J. | La guerra de los judíos |
CD | Documento de Damasco |
Cleom. | Cleómenes |
Demetr. | Demetrio |
Demon. | Demónax |
Dig. | Digesta |
Ep. | Epístola |
Eth. nic. | Ética a Nicómaco |
Evag. | Evágoras (9ª oración) |
Herm. | El pastor de Hermas |
Hist. eccl. | Historia eclesiástica |
Leg. | Leyes |
LWE | Luke’s Wealth Ethics: A Study in Their Coherence and Character, Wissenschaftliche Untersuchungen zum Neuen Testament II, vol. 275 (Tubinga: Mohr Siebeck, 2010). |
m. | Mishná |
Migr. | De migratione Abrahami |
Mar. | Moralia |
Neof. | Neofiti |
Off. | De officiis |
Onq. | Onkelos |
Per. | Pericles |
P.Oxy. | Papiros de Oxirrinco |
Pol. | Politica |
Prob. | Quod omnis probus liber sit |
Ps.-Jon. | Pseudo-Jonatán |
Resp. | Respublica |
Sib. Or. | Oráculos sibilinos |
Sim. | Similitud |
T.Jud. | Testamento de Judá |
Tg. | Targum |
Tim. | Timeo |
Vita Pyth. | Sobre la vida pitagórica |
Capítulo 1
Los problemas
El mundo anda desesperadamente patas arriba. Ello no se discute. La pobreza lleva a los niños a robar, a los jóvenes a matar y a las niñas a vender lo que nunca se debe comprar. El hambre afecta a cientos de millones de personas por todo el mundo; las estadísticas son tan enormes que se pierde el sentido de las proporciones, se hace difícil imaginar a países enteros con gente desnutrida. En Estados Unidos, los veteranos de guerra, barbudos y ojerosos, deambulan como fantasmas por las calles y los hoteles baratos están atiborrados con familias que perdieron sus casas. La crisis financiera de 2008 ya está en nuestro espejo retrovisor, pero no hemos arreglado el sistema que dio lugar a préstamos abusivos, a permutas por incumplimiento crediticio y a créditos hipotecarios impagables. Solo queda esperar la próxima mala noticia.
A menudo estamos abrumados por el sufrimiento, el miedo, la necesidad de echar la culpa a otro y la urgencia de encontrar una respuesta. Tal vez nos apresuremos a Facebook para ventilar nuestra justa indignación, a sabiendas de que esta reacción no resuelve nada. Queremos desesperadamente encontrar un punto fijo en el horizonte, un norte que nos ayude a orientarnos en medio de las voces cacofónicas de los medios de comunicación como CNN, la revista Forbes y las redes sociales.
Algunos se preguntarán si Jesús puede hacernos ese favor. Después de todo, Jesús tiene una manera de ir al grano. Jesús habla muy directamente sobre la pobreza y las riquezas, especialmente en el Evangelio de Lucas. Él nos dice que los pobres son bendecidos (Lc 6.20) y que los ricos están en problemas (6.24). Él nos dice que si lo seguimos y no miramos hacia atrás (9.62), si damos de comer a los hambrientos (14.13-34) y si damos limosna a los pobres (12.33), entonces tendremos tesoros en el cielo (12.34). Nos preguntamos, entonces, si este Jesús que habla tan directamente puede ayudarnos a evitar a los comentaristas y a los que discurren sobre lo divino y lo humano, y finalmente darnos la tranquilidad de saber que estamos haciendo lo correcto.
El Evangelio de Lucas nos dice mucho acerca de la manera como Dios quiere que su pueblo use sus posesiones en un mundo de injusticia. Pero como cualquier lector de los evangelios sabe, cuando uno recurre a Jesús a fin de buscar respuestas, quizás no le gusten las respuestas que recibe.
La ética de Lucas respecto a la riqueza
Lucas escribe ampliamente sobre la moral y el dinero, sobre cómo debemos pensar en la pobreza y qué debemos hacer con nuestras posesiones —lo que podemos llamar «la ética de la riqueza». Pero la ética de Lucas respecto a la riqueza es notoriamente complicada y un estudio cuidadoso de sus muchas enseñanzas sobre el dinero revela dos problemas:
1. Lucas parece contradecirse (Inconsistencia)
2. La ética de Lucas parece absurdamente irrealizable (Impracticabilidad)
La inconsistencia de Lucas
Como se señaló anteriormente, algunas personas que sienten el peso de la inequidad y la injusticia en el siglo XXI buscan respuestas en la Biblia. Pero, ¿qué sucede cuando esas respuestas no son sistemáticas? ¿Qué sucede cuando parece que aun Lucas, tal vez el autor bíblico más interesado en el tema del dinero, no registra un argumento coherente? Tal como lo explica un estudioso del tema, el problema con lo que escribió Lucas parece ser que «aunque Lucas de manera constante aborda el tema de las posesiones, no lo hace de manera consistente».2
Consideremos las tensiones entre los siguientes textos. En ocasiones, el Jesús de Lucas3 anima a la gente a dar limosna (Lc 11.41, cf. Hch 9.36; 10.2). A primera vista, esto puede parecer sencillo, pero luego surge la cuestión sobre cuánto debe dar uno. Hoy en día, podemos concebir la limosna en términos de monedas, o algunos billetes si uno se siente particularmente generoso, pero el Jesús de Lucas les dice a sus seguidores: «Vendan sus bienes y den a los pobres» (Lc 12.33, cursivas del autor).
¿Cuántas posesiones se deben vender para dar limosnas? ¿Una túnica? ¿Un juego de herramientas? ¿Tazones de barro? ¿El burro de la familia? Jesús no anda con rodeos. Le dice a un hombre rico: «Vende todo lo que tienes y repártelo entre los pobres» (Lc 18.22), y cuando el caballero se pone cabizbajo, Jesús aclara que por no hacer lo que él ha ordenado, el hombre no puede entrar en el reino de Dios (18.23-24), es decir, no «heredar[á] la vida eterna» (18.18). Por más severo que esto pueda parecer, encaja naturalmente con la afirmación categórica de Jesús: «Cualquiera de ustedes que no renuncie a todas sus posesiones no puede ser mi discípulo» (14.33, mi traducción). Asimismo, Jesús dice: «Dichosos ustedes los pobres, porque el reino de Dios les pertenece» (6.20). En este contexto, puede que el autoempobrecimiento al pie de la letra no sea una mala idea, si de hecho es un prerrequisito para ser admitido al reino.
Por lo tanto, Jesús exige СКАЧАТЬ