Название: Irresistible
Автор: Andy Stanley
Издательство: Bookwire
Жанр: Религия: прочее
isbn: 9781646910854
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Y después llegó el gran anuncio:
…y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y las puertas del reino de la muerte no prevalecerán contra ella.4
Esta es mi profecía bíblica favorita.
Jesús nos predijo a nosotros.
Más específicamente, Jesús predijo algo nuevo. El habló en tiempo futuro. “Edificaré…”, refiriéndose a que no había sucedido aún. Algo nuevo estaba por llegar.
¿Qué era esto nuevo que nadie sabía que estaba en camino?
Su “iglesia”.
PRIMERA VEZ
Esta es la primera vez que la palabra iglesia aparece en el Nuevo Testamento. Pero resulta que no debió haber siquiera aparecido. Mientras que la mayor parte del Nuevo Testamento en español es una traducción literal del latín, el término iglesia es una excepción. El término iglesia no es una traducción. Es más bien una sustitución, bastante engañosa, por cierto.
El término “iglesia” se deriva del latín ecclesía y esta del griego, ekklesía (έκκλησία) que significa: asamblea. El término “church” (iglesia en inglés), es un derivado del término alemán “kirche”, que significa: casa del Señor o templo. En vez de traducir la palabra “reunión” o “asamblea” a lo largo del Nuevo Testamento, decidieron crear la palabra “iglesia”. Bueno, no siempre sustituyeron la palabra iglesia. Hay notorias e importantes excepciones. Notorias e importantes porque nos aclaran, a los lectores de hoy en día, el punto que Jesús estaba enfatizando esa tarde, Jesús no estaba prediciendo un nuevo templo para el Señor. Por el contrario, como ya hemos visto, Dios ya estaba cansado de templos para ese entonces.
Una mirada rápida a una de estas excepciones notorias de la traducción de ekklesía, nos permite despejar cualquier confusión relacionada con lo que Jesús estaba y no estaba prediciendo esa tarde en Cesárea de Filipo. La excepción que elegí se encuentra en el contexto de uno de los viajes misioneros de Pablo.
EL GREMIO DE LOS ÍDOLOS
Mientras estaba de visita en la ciudad de Éfeso, el apóstol Pablo se encontró en medio de una controversia local ocasionada principalmente por el éxito que había tenido al convertir a un gran número de personas que adoraban ídolos. Había tanta gente abandonando sus tradiciones idólatras, que el negocio de la fabricación de ídolos se veía amenazado. Como respuesta a esto, un platero llamado Demetrio convocó una reunión del gremio de los fabricantes de ídolos y de otras actividades relacionadas, y les compartió su preocupación. ¿Qué ocurrió después? ¡Un disturbio!
Lucas, quien estuvo ahí, afirma que hubo un tumulto en toda la ciudad.5 A continuación verás la descripción de lo que sucedió. El término griego ekklesía, traducido como iglesia más de cien veces en nuestra versión del Nuevo Testamento en español, está traducido de una forma diferente en este pasaje. Veamos si puedes encontrarlo:
Así que unos gritaban una cosa y otros otra, porque había confusión en la asamblea, y la mayoría no sabía por qué razón se habían reunido.6
¿La encontraste? Así se leería este pasaje si ekklesía hubiese sido traducida como iglesia.
Así que unos gritaban una cosa y otros otra, porque había confusión en la iglesia, y la mayoría no sabía por qué razón se habían reunido.7
Bueno, la verdad eso sí que me recuerda bastante a una “reunión de negocios” en la iglesia a la que yo iba cuando estaba en la secundaria. Durante esa reunión, ¡alguien golpeó a mi papá! Pero bueno, esa es una historia que te cuento otro día.
Como probablemente te diste cuenta, ekklesía se tradujo en este pasaje como asamblea. ¿Por qué? Porque eso es lo que significa esa palabra. Ekklesía no era, y no es un término religioso. No significa iglesia o casa del Señor. Ciertamente no debería asociarse con un templo. El término se usaba ampliamente para describir una reunión o una asamblea, una reunión cívica o incluso una asamblea de soldados. O como se menciona antes, una reunión de fabricantes de ídolos ocasionando un disturbio. Una ekklesía era una reunión de personas con un propósito específico. Cualquier propósito específico.8 El punto es este…
COMO NINGÚN OTRO
Esta mala traducción de lo que Jesús dijo le resta valor a lo que Jesús quiso decir.9 Jesús anunció la creación de una nueva asamblea en su nombre: “mi ekklesía”. Lo cual era blasfemia. Jesús se estaba colocando asimismo en contra del templo y de lo que representaba, y lo hizo de una manera ofensivamente clara. Él no era simplemente otro rabí con un grupo común de seguidores que eventualmente se dispersarían cuando su maestro se fuera, se muriera, o algo peor.
Jesús no era simplemente uno más dentro de una larga lista de profetas que habían llegado para castigar y corregir a la nación. Ciertamente no era un zelote. El gobierno romano parecía no preocuparle en lo más mínimo… lo cual molestaba a sus seguidores… y mucho. Jesús no era nada de esto. Él pertenecía a una categoría única. Pedro estuvo en lo cierto, él era el Cristo, el hijo del Dios viviente. Él era distinto a todos los que lo antecedieron, y nada, ni siquiera su propia muerte detendría lo nuevo que él estaba por iniciar en el mundo.
EL CAMINO
Estando de pie bajo el sofocante sol de Galilea, Jesús no predijo un lugar. Él predijo un grupo de personas, una nueva asamblea que representaría un nuevo movimiento. Lucas habría de documentarlo tiempo después. La promesa de Jesús eventualmente se materializó. Semanas después de la resurrección, sus seguidores tomaron las calles de Jerusalén y el movimiento empezó a moverse. Llenos del Espíritu móvil de Dios, comenzaron a movilizarse. No necesitaron ningún tipo de instalaciones sagradas. No había edificio alguno que pudiera contenerlos. El movimiento de Jesús había despegado.
No pasó mucho tiempo para que el movimiento tuviera un nombre, pero no fue la iglesia. Después de la resurrección, los seguidores de Jesús no se llamaban cristianos. Eso pasaría tiempo después. Al inicio, el movimiento de Jesús tenía un nombre dinámico. Un hombre que indicaba dirección, intención y pasión. Al inicio, el movimiento de Jesús fue llamado El Camino.
Antes de su conversión, el apóstol Pablo se refería a los seguidores de Jesús como los que pertenecían al Camino. Después de su conversión, él admitió delante del gobernador Félix que él también era un seguidor del Camino.10 La palabra en griego que se tradujo como camino, también puede traducirse como vía, sendero o calle. Los seguidores de Jesús se veían a sí mismos como los encargados de guiar el camino hacia un futuro para toda la humanidad. A diferencia del judaísmo antiguo o de distintas religiones paganas, el camino no era algo regional, tampoco era nacional. No estaba atado geográficamente a un lugar sagrado. Éste era un movimiento que ofrecía una forma de avanzar para todas las personas sin importar a qué grupo, tribu o lengua pertenecieran. Este apelativo enfatizaba una vez más la novedad inherente al movimiento de Jesús. No era la continuación de algo viejo, sino el comienzo de algo nuevo. Jesús había llegado para establecer algo, СКАЧАТЬ