Desafíos pastorales. Anthea Harrison
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Название: Desafíos pastorales

Автор: Anthea Harrison

Издательство: Bookwire

Жанр: Религия: прочее

Серия:

isbn: 9786124252655

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СКАЧАТЬ una pareja madura podría acercarse a una pareja joven para animarla y ayudarla como sus “padrinos espirituales”.

      2. En la iglesia, siempre es necesaria la enseñanza bíblica y profunda sobre el matrimonio y la reconciliación. Esta es responsabilidad del pastor en sus sermones, las clases de la escuela dominical, las conferencias sobre el matrimonio, “días para parejas”, etc. Siempre es mejor que una pareja con problemas se acerque a una pareja madura y preparada para ayudar con consejos y con capacidad para escuchar con empatía. Cuando se trata de consejería, los pasos a seguir son:

      * Investigar el problema.

      * Enfocar el problema y sus raíces.

      * Examinar sus acciones y pensamientos equivocados.

      * Presentar soluciones bíblicas.

      * Hacer un seguimiento del caso.

      3. Debe haber un ministerio desde el punto de vista bíblico y pastoral, enfocado en personas divorciadas y separadas que impartan enseñanza acerca de la reconciliación y el perdón:

      * La enseñanza del poder sanador del arrepentimiento. Cada pecado es perdonable, pero se requiere la confesión del pecado con honestidad y humildad. La historia de David y Betsabé nos muestra que Dios perdona el pecado cuando hay un reconocimiento de este, un deseo de recibir el perdón de Dios y un cambio de vida (Sal 51).

      * La necesidad de tener comunión con otros hermanos que no los van a juzgar. Si Dios los ha perdonado, nosotros no debemos condenarlos. Muchos se encuentran muy solitarios tratando de ser padre y madre para sus hijos, y necesitan la ayuda práctica y la amistad que no los condena. El pecado y la culpabilidad son obstáculos para la comunión con Dios y los demás creyentes. Así, el pastor debe trabajar a favor de la reconciliación, pidiendo la ayuda de Dios en esto.

      4. El nuevo casamiento. Este debe ocurrir en el marco del permiso que la Biblia establece y después de que se haya hecho todo lo posible para lograr una reconciliación. Se trata solamente de una posibilidad cuando la reconciliación es imposible. En tal situación, que es muy complicada, siempre es necesario tomar en cuenta las circunstancias de la pareja y los principios bíblicos. Unas preguntas podrían aclarar la situación:

      * ¿Son ambos creyentes o solamente uno de ellos?

      * ¿Quién quiere el divorcio? ¿Por qué?

      * ¿Se ha tomado en cuenta 1 Corintios 7 y Mateo 19.3–9?

      * ¿Hay arrepentimiento verdadero y un deseo de pedir perdón a Dios y a la pareja?

      * ¿Quiere la pareja reconciliarse el uno con el otro?

      * ¿Qué dice la iglesia acerca de la situación de la pareja?

      * ¿Está el creyente en condición para que la iglesia le declare a él o ella libre de todas las obligaciones para poder casarse de nuevo?

      Si la pareja está lista a aceptar las bases bíblicas para su matrimonio y así unirse el uno al otro, tenemos que pedir la sabiduría de Dios y reconocer los principios bíblicos para entender la respuesta cristiana en situaciones tan complicadas en nuestro mundo de hoy.

      Conclusión

      Preguntas para discusión en grupo

      1. ¿Qué se aconsejaría a las parejas de los dos casos citados?

      2. ¿Qué podríamos aprender acerca del perdón en el caso de David y Betsabé en 2 Samuel 12 y el Salmo 51?

      3. ¿En qué situaciones permite Dios el divorcio?

      4. ¿Qué consejos podríamos dar a los que quieren casarse de nuevo (“nuevo matrimonio”)?

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      Capítulo 2

      ¿Cuándo empieza la vida?

      El aborto

      » Joel y Ana son novios. Como cristianos, los dos creen que Dios los ha unido primeramente en amistad y luego en una relación más íntima de amor y comprensión. Ellos muestran siempre su cariño en forma física y algunas veces han llegado a tener relaciones sexuales. Ana se dio cuenta de que se encontraba embarazada y lo compartió con Joel y sus padres. De inmediato, estos hicieron una cita en una clínica para que Ana pudiera tener un aborto. De esta manera, ella podría perder su bebé y continuar normalmente con su vida.

      » José y Marta son creyentes y tienen una linda familia de seis hijos. Eran muy activos en su iglesia. Sin embargo, su situación económica era muy difícil para proveer todo lo necesario para sus seis hijos. Luego, José perdió su trabajo y, al mismo tiempo, Marta se dio cuenta de que estaba embarazada. En consecuencia José piensa que solamente hay una solución: que ella se someta a un aborto.

      Base bíblica

      Desde el inicio, es importante definir el tema. El aborto es la pérdida o la expulsión del vientre del feto vivo antes de que éste alcance un estado de viabilidad independiente. Muchos abortos ocurren espontáneamente por razones biológicas (algunos lo llaman “mal parto”), mientras que otros se inducen deliberadamente, Estos últimos son el foco del debate en que surgen implicaciones médicas, legales, sociales, personales, éticas y teológicas. Para nosotros los cristianos, es un problema creciente frente a la posible liberalización de las leyes referente a la despenalización del aborto en ciertos casos. ¿Cuál debe ser nuestra postura teológica y ética en esta situación? ¿Qué nos dice la Palabra de Dios al respecto?

      La santidad de la vida humana

      La base teológica principal en contra del aborto inducido es que cada ser humano se ha hecho a la imagen de Dios desde el momento de la concepción. La vida humana es un don de Dios (Gn 2.7; Hch 17.25). El dar la vida y el quitarla son prerrogativas de Dios solamente y, según sus leyes, todos los hombres debemos respetar y buscar la conservación de la vida (Gn 9.5–6; Éx 20.13). Somos responsables también de la vida de nuestros semejantes (Gn 4.9; véase también el caso descrito en Deuteronomio 21.1–9). La conservación de la vida incluye la provisión de alimento, ropa, abrigo (Lv 19.16b; Dt 24.6, 12–13) y el cuidado de los menos válidos y los que se encuentran en desventaja (Lv 19.14, 33–34).

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