España Verde. País Vasco, Cantabria, Asturias y Galicia. Dominique Sellier
Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу España Verde. País Vasco, Cantabria, Asturias y Galicia - Dominique Sellier страница 26

СКАЧАТЬ el artista local Francisco Leiro: en Vigo, su Sireno se ha convertido en el símbolo de la ciudad; en Santiago de Compostela, en el parque de la Alameda, debe ver su Homenaje a Castelao; en Ferrol, el Guerreiro; y también su obra en la isla de las Esculturas, en Pontevedra, sobre una casa flotante. Situada en la ría de Pontevedra, sobre el río Lérez, esta isla acoge una exposición de Art land compartida por doce artistas. Aparte de la obra de Leiro, allí verá, por ejemplo, una fascinante creación de Ulrich Ruckriem: un menhir de granito rosa de cinco metros de altura.

      En otro registro, su paseo por Oviedo le permitirá conocer toda una serie de personajes, entre ellos un Woody Allen realizado por Vicente Martínez-Santarúa, pero también La Regenta, casi de espaldas a la catedral, y otros personajes de la vida cotidiana: el pescadero... los encontrará por todas partes. En Gijón hay que subir a lo alto del barrio de Cimadevilla, en el parque, para admirar el Elogio del Horizonte, realizado por Eduardo Chillida y que se ha convertido en una de las imágenes que conforman la silueta de la ciudad. En Santander llamará especialmente su atención otra obra emblemática, la estatua de Pedro Velarde, héroe del levantamiento del 2 de mayo, durante la Guerra de la Independencia. Dice: «Santander, para la gloria del Héroe, 1880».

      Capítulo aparte merecen dos artistas vascos cuya obra ha trascendido más allá de las fronteras de nuestro país, Eduardo Chillida y Jorge Oteiza. Pero antes de conocerlos, no debemos dejar de visitar un lugar mágico, el Bosque pintado de Oma, un enclave singular en Kortezubi, cerca de las cuevas de Santimamiñe. Fue creado en 1984 por Agustín Ibarrola.

       Eduardo Chillida. La escultura del País Vasco es inseparable del nombre de Eduardo Chillida (1924-2002), un artista prolífico cuyas obras embellecen multitud de espacios públicos en todo el País Vasco, especialmente en su San Sebastián natal, donde su obra más famosa, el Peine del Viento, puede ser admirada al final de la bahía de La Concha. Tras años cerrado por falta de financiación, el museo Chillida Leku, en Hernani, vuelve a ser visitable. Imprescindible.

       Jorge Oteiza. Otro gran escultor contemporáneo, Jorge Oteiza (1908-2003) es un artista de origen vasco, aunque gran parte de sus obras pueden verse en Navarra. Considerado el pionero de la escultura abstracta en el País Vasco, fue también un importante teórico del espacio. Entre sus obras más emblemáticas está la fachada principal del santuario de Arantzazu, en Gipuzkoa, decorada con catorce apóstoles alineados a lo largo de doce metros.

      Tradiciones

      En toda esta franja septentrional de la Península abundan los mitos y las leyendas. A veces de origen pagano, otras veces narraciones tradicionales, todas son importantes para comprender mejor la España Verde. Así, en la mitología popular gallega, la Santa Compaña es una procesión de almas muertas o tristes que caminan por los senderos a partir de la medianoche, vestidas con túnicas y capuchas blancas, con la misión de visitar todas las casas que estarán de luto en un futuro próximo. Diversas variantes pueden encontrarse en todo el mundo cultural astur-gallego, con otros nombres: güestia, güéspeda, estadea, hoste, genti de muerti o simplemente Compaña, que incluso inspiran grafitis en Pontevedra o la película El bosque animado, de José Luis Cuerda, imprescindible para conocer el alma de los gallegos y sus supersticiones o creencias. Estas historias también han derivado en formas para protegerse de ellas: puede elegir ignorarlas, realizar un círculo en forma de cruz y entrar en él, comer algo, rezar y no escucharlas, o salir corriendo.

      Otros personajes mitológicos de la cultura gallega son:

       Las mouras. Similares a las hadas, moran en pequeñas lagunas, ríos... a los que acuden a peinar sus largos cabellos. Solicitan el favor de niñas pequeñas para que las peinen a cambio de pequeños regalos.

       Lavandeiras da noite. Estas mujeres viven en los bosques junto a cascadas o fuentes. Se las puede ver lavando trapos ensangrentados que pertenecen a sus hijos fallecidos por descuido o tras un aborto.

       Mouros. Son los antiguos habitantes de Galicia encantados, constructores de pazos, castros o monumentos megalíticos. De vida licenciosa, son los conocedores de los escondites de todos los tesoros.

       Trasnos. Son pequeños duendes nocturnos que se dedican a desordenar las casas por las noches, mientras duerme la familia. Si queremos mantenerlos entretenidos, no tenemos más que derramar semillas por el suelo. Se pasarán toda la noche tratando de recogerlas y ordenarlas. Cada familia tiene su trasno, que le acompañará allá donde vaya. Los trasnos son los trasgus de la tradición asturiana.

      Galicia, además, está llena de lugares mágicos, muchos de origen celta que la tradición cristiana ha tratado de asimilar. Así, en las ciudades asolagadas (sumergidas) suelen sonar las campanas y cantar los gallos algunas noches concretas del año; las islas Cíes se dice que son las islas de los Dioses, y en el monte Pindo (junto a la playa de Carnota), se halla el olimpo sagrado de los celtas. (www.galicia-meiga.com).

      En Asturias hay que desconfiar de las xanas, hermosas hadas de pelo rubio que viven cerca de los ríos. Son caprichosas y, con su voz, atraen a los hombres para ahogarlos.

       La guaxa. Es una anciana que se cuela por los agujeros de las cerraduras y rendijas de las casas para chupar la sangre de sus moradores, principalmente mujeres, niños y jóvenes. Durante el día se oculta en cuevas o en los troncos huecos de los árboles.

       Busgosu. Mitad hombre y mitad cabra o carnero, es el señor de todos los animales y bosques, y su defensor. De carácter burlón, solo hace daño a quien pretende atacar la naturaleza. Es el enemigo de los leñadores.

       Nuberu. Seres malignos capaces de controlar el tiempo, especialmente las nubes, están presentes también en la mitología cántabra y galaica. Se trata de hombres viejos, muy feos, con grandes orejas y boca, y un gran sombrero. Viaja en un carro tirado por lobos. Son temidos porque carga su carro de lluvias, truenas,rayos y nieve que deja caer donde le apetece.

      En Cantabria se puede notar la presencia del esteru, un personaje benéfico que se mueve a lo largo de toda la costa cántabra. Desde tiempos inmemoriales, estas tierras han sido habitadas por infinidad de seres fantásticos amados u odiados por la gente.

       Ojáncanu y su esposa, Ojáncana. Él es un gigante de gran fuerza, con un solo ojo, y ella se caracteriza por sus colmillos de jabalí y sus alas y pechos enormes. Son muy malos y devoradores de niños.

       La anjana. Hada buena y generosa de pequeño tamaño, enemiga de los anteriores. Protege a la gente buena y ayuda a quien se extravía en el bosque.

       СКАЧАТЬ