La Guerra de Guerrillas. Ernesto Che Guevara
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Название: La Guerra de Guerrillas

Автор: Ernesto Che Guevara

Издательство: Ingram

Жанр: Иностранные языки

Серия: Che Guevara Publishing Project

isbn: 9781925019346

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СКАЧАТЬ target="_blank" rel="nofollow" href="#ulink_35f41f27-f475-547a-8455-60f8f3e9247a">1 ESENCIA DE LA LUCHA GUERRILLERA

      La victoria armada del pueblo cubano sobre la dictadura batistiana ha sido, además del triunfo épico recogido por los noticieros del mundo entero, un modificador de viejos dogmas sobre la conducta de las masas populares de la América Latina, demostrando palpablemente la capacidad del pueblo para liberarse de un gobierno que lo atenaza, a través de la lucha guerrillera.

      Consideramos que tres aportaciones fundamentales hizo la Revolución cubana a la mecánica de los movimientos revolucionarios en América. Son ellas:

      1) Las fuerzas populares pueden ganar una guerra contra el ejército.

      2) No siempre hay que esperar a que se den todas las condiciones para la revolución; el foco insurreccional puede desarrollar condiciones subjetivas sobre la base de condiciones objetivas dadas.1

      3) En la América subdesarrollada, el terreno de la lucha armada debe ser fundamentalmente el campo.

      De estas tres aportaciones, las dos primeras luchan contra la actitud quietista de revolucionarios o seudorrevolucionarios que se refugian, y refugian su inactividad, en el pretexto de que contra el ejército profesional nada se puede hacer, y algunos otros que se sientan a esperar a que, en una forma mecánica, se den todas las condiciones objetivas y subjetivas necesarias, sin preocuparse de acelerarlas. Claro como resulta hoy para todo el mundo, estas dos verdades indubitables fueron antes discutidas en Cuba y probablemente hoy sean discutidas también en América.

      Naturalmente, cuando se habla de las condiciones para la revolución no se puede pensar que todas ellas se vayan a crear por el impulso dado a las mismas por el foco guerrillero. Hay que considerar siempre que existe un mínimo de condiciones que hagan factible el establecimiento y consolidación del primer foco. Además, es necesario demostrar claramente ante el pueblo la imposibilidad de mantener la lucha por las reivindicaciones sociales dentro del plano de la contienda cívica. Precisamente, la paz es rota por las fuerzas opresoras que se mantienen en el poder contra el derecho establecido por ellas mismas.2

      En estas condiciones, el descontento popular va tomando formas y proyecciones cada vez más afirmativas y un estado de resistencia que cristaliza, en un momento dado, en el brote de lucha.

      Donde un gobierno haya subido al poder por alguna forma de consulta popular, fraudulenta o no, y se mantenga al menos una apariencia de legalidad constitucional, el brote guerrillero se verá en grandes dificultades, al no haberse agotado las posibilidades de la lucha cívica.

      El tercer aporte es fundamentalmente de índole estratégica y debe ser una llamada de atención a quienes pretenden con criterios dogmáticos centrar la lucha de las masas en los movimientos de las ciudades, olvidando totalmente la inmensa participación de la gente del campo en la vida de todos los países subdesarrollados de América. No es que se desprecie las luchas de masas obreras organizadas, simplemente se analiza con criterio realista las posibilidades, en las condiciones difíciles de la lucha armada, donde las garantías que suelen adornar nuestras constituciones están suspendidas o ignoradas. En estas condiciones, los movimientos obreros deben hacerse clandestinos, sin armas, en la ilegalidad y arrostrando peligros enormes; no es tan difícil la situación en el campo abierto, apoyados los habitantes por la guerrilla armada y en lugares donde las fuerzas represivas no pueden llegar.3

      Independientemente de que después hagamos un cuidadoso análisis, ponemos a la cabeza de este trabajo tres conclusiones que se desprenden de la experiencia revolucionaria cubana por considerarlas nuestro aporte fundamental.

      La guerra de guerrillas, base de la lucha de un pueblo por redimirse, tiene diversas características, facetas distintas, aun cuando exista siempre la misma voluntad esencial de liberación. Es obvio —y los tratadistas sobre el tema lo han dicho sobradamente— que la guerra responde a una determinada serie de leyes,4 y quien quiera las desatienda, irá a la derrota. La guerra de guerrillas, como fase de la misma, debe regirse por ellas; pero, por su aspecto especial, tiene, además, una serie de leyes5 accesorias que es preciso seguir para llevarla hacia delante. Es natural que las condiciones geográficas y sociales de cada país determinen el modo y las formas peculiares que adoptará la guerra de guerrillas, pero sus leyes esenciales tienen vigencia para cualquier lucha de este tipo.

      Encontrar las bases en que se apoya este tipo de lucha, las reglas a seguir por los pueblos que buscan su liberación; teorizar lo hecho, estructurar y generalizar esta experiencia para el aprovechamiento de otros, es nuestra tarea del momento.

      Lo primero que hay que establecer es quiénes son los combatientes en una guerra de guerrillas. De un lado tenemos el núcleo opresor y su agente, el ejército profesional, bien armado y disciplinado, que, en muchos casos, puede contar con el apoyo extranjero y el de pequeños núcleos burocráticos, paniaguados al servicio de ese núcleo opresor. Del otro, la población de la nación o región de que se trate. Es importante destacar que la lucha guerrillera es una lucha de masas, es una lucha de pueblos: la guerrilla, como núcleo armado, es la vanguardia combatiente del mismo, su gran fuerza radica en la masa de la población. No debe considerarse a la guerrilla numéricamente inferior al ejército contra el cual combate, aunque sea inferior su potencia de fuego. Por esto es preciso acudir a la guerra de guerrillas cuando se tiene junto a sí un núcleo mayoritario y para defenderse de la opresión un número infinitamente menor de armas.6

      El guerrillero cuenta, entonces con todo el apoyo de la población del lugar. Es una cualidad sine qua non. Y se ve muy claro, tomando como ejemplo gavillas de bandoleros que operan en una región; tienen muchas características del ejército guerrillero: homogeneidad, respeto al jefe, valentía, conocimiento del terreno, y, muchas veces, hasta cabal apreciación de la táctica a emplear. Falta sólo el apoyo del pueblo; e inevitablemente estas gavillas son detenidas o exterminadas por la fuerza pública.7

      Analizado el modo operacional de la guerrilla, su forma de lucha y comprendiendo su base de masas sólo nos resta preguntar: ¿por qué lucha el guerrillero? Tenemos que llegar a la conclusión inevitable de que el guerrillero es un reformador social, que empuña las armas encarnando a la protesta airada del pueblo contra sus opresores y que lucha por cambiar el régimen social que mantiene a todos sus hermanos desarmados en el oprobio y la miseria. Se lanza contra las condiciones especiales de la institucionalidad de un momento dado y se dedica a romper, con todo el vigor que las circunstancias permitan, los moldes de esa institucionalidad. Cuando analicemos más a fondo la táctica de guerra de guerrillas, veremos que el guerrillero debe tener un conocimiento cabal del terreno que pisa, sus trillos* de acceso y escape, posibilidades de maniobrar con rapidez, apoyo del pueblo, naturalmente, y lugares donde esconderse. Todo esto indica que el guerrillero ejercerá su acción en lugares agrestes y poco poblados, y en estos parajes, la lucha del pueblo por sus reivindicaciones se sitúa preferentemente y, hasta casi exclusivamente, en el plano del cambio de la composición social de la tenencia de la tierra, es decir, el guerrillero es, ante todo un revolucionario agrario. Interpreta los deseos de la gran masa campesina de ser dueña de la tierra, dueña de sus medios de producción, de sus animales, de lo que constituye su vida y constituirá también su cementerio.

      Para la corriente interpretación de la guerra de guerrillas debe establecerse que hay dos tipos diferentes, uno de los cuales, el de ser una forma de lucha complementaria a la de los grandes ejércitos regulares tal como el caso de las guerrillas ucranianas en la Unión Soviética, no interesa para este análisis. Nos interesa el caso de un grupo armado que va progresando en la lucha contra el poder constituido, sea colonial o no, СКАЧАТЬ