Название: El infinito naufragio
Автор: Laura Emilia Pacheco
Издательство: Bookwire
Жанр: Языкознание
Серия: Varia
isbn: 9786075570426
isbn:
su áspero prójimo,
su semejante rechazante.
¶ Bajo el mar que no vuelve avanza el erizo
con temerosos pies invisibles.
Se dirige sin pausa hacia la arena
en donde está la fuente del silencio.
EL SILENCIO DE LA LUNA:
TEMA Y VARIACIONES
… et iam Argiva phalanx instructis navibus ibata Tenedo, tacitae per amica silentia lunae…
Eneida II, 254-255
… ya la falange de las griegas naves
de Ténedos venía, bajo el velo
del silencio amistoso de la luna…
AURELLO ESPINOSA PÓLIT,
Virgilio en verso castellano
1
El aire está en tiempo presente.
La luna por definición en pasado.
Tenues conjugaciones de la noche.
El porvenir ya se urde
en los fuegos que hacen el alba.
Invisible para nosotros, porvenir nuestro,
como otro sol en la maleza del día.
2
Noviembre, y no me fijo en los troncos desnudos,
sólo en las siemprevivas y en las plantas perennes.
Ignoro la respuesta: su verdor,
enmedio del desierto de la grisura,
¿es permanencia, obcecación, desafío?
O quizá por indiferentes
desconocen la noche de los muertos.
Al prescindir del viaje renunciaron al goce
de la resurrección
que habrán de disfrutar sus semejantes:
siemprevivas porque antes ya se han muerto,
perennes porque saben renacer como nadie.
3
Cuánto ocaso en el día que ya se va
y parece el primero en estar muriendo.
Son las últimas horas del gran ayer.
De mañana ignoramos todo.
4
Después de tanto hablar
guardemos un minuto de silencio
para oír esta lluvia que disuelve la noche.
La arena errante
LAS FLORES DEL MAR
Danza sobre las olas, vuelo flotante,
ductilidad, perfección, acorde absoluto
con el ritmo de la marea,
la insondable música
que nace allá en el fondo
y es retenida
en el santuario de las caracolas.
La medusa no oculta nada,
más bien despliega
su dicha de estar viva por un instante.
Parece la disponible, la acogedora
que sólo busca la fecundación
no el placer ni el famoso amor
para sentir: “Ya cumplí.
Ya ha pasado todo.
Puedo morir tranquila en la arena
donde me arrojarán las olas que no perdonan.”
Medusa, flor del mar. La comparan
con la que petrifica a quien se atreve a mirarla.
Medusa blanca como la Xtabay de los mayas
y la Desconocida que sale al paso y acecha,
desde el Eclesiastés, al pobre deseo.
¶ Flores del mar y el mal las medusas.
Cuando eres niño te advierten:
“Limítate a contemplarlas.
No las toques. Las espectrales
te dejarán su quemadura,
la marca a fuego que estigmatiza
a quien codicia lo prohibido.”
Y uno responde en silencio:
“Pretendo asir la marea,
acariciar lo imposible.”
Pero no: las medusas
no son de nadie celestial o terrestre.
Son de la mar que nunca será ni mujer ni prójimo.
Son peces de la nada, plantas del viento,
gasas de espuma ponzoñosa
(sífilis, sida).
En Veracruz las llaman aguas malas.
LA ARENA ERRANTE
[Otro poema de Veracruz]
Los misteriosos médanos cambiaban
de forma con el viento.
Me parecían las nubes que al derrumbarse por tierra
se transformaban en arena errante.
De mañana jugaba en esas dunas sin forma.
Al regresar por la tarde
ya eran diferentes y no me hablaban.
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