Название: La más odiada
Автор: Nico Quindt
Издательство: Bookwire
Жанр: Книги для детей: прочее
Серия: La más odiada
isbn: 9789874253811
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Se quedó un tiempo con ellas siendo admirado por su buen gusto para vestirse (maldito infeliz, todo me lo debe a mí) y luego se retiró contento como un retrasado patético, es decir como un hombre enamorado.
Tenía una decisión imposible de tomar. Estaba enamorado de Jessica, pero no quería traicionarme.
Louis tomó la decisión de llamarme.
—Están planeando algo contra ti, creo que van a ir hasta las últimas consecuencias, así es que cuídate —me advirtió. Su voz al teléfono sonaba melodramática.
—¿Quiénes?
—No puedo decirte más nada… tú me comprendes…
—Ya veo… es Jessica y su grupo de infelices. Pero ¿qué pueden hacer para afectarme? ¿Seguir teniendo ese gusto pésimo para vestirse? ¿Continuar sin actualizar su teléfono celular? ¿Seguir conduciendo un automóvil del año anterior?
—Ok adiós, siempre te tomas todo en broma… —se despidió Louis.
¡Esperen un momento! ¿acaba de colgarme él? Marqué su número.
—Hola? —Contestó.
—¿Cómo te atreves a colgarme tú?
—Perdón, no volverá a suceder…
—Por supuesto que no volverá a suceder. Solo por esta vez, y porque me previenes de lo que planean esa banda de zorras mal acondicionadas. Bye.
*
Al día siguiente volví a clases desperdigando magia por el mundo. Nuevamente ingresé al aula. Sabía que todos sabían del plan para acabarme. No podían disimularlo. Louis me miró desconcertado.
—No puedo escribir más por ti, deberás escribir tú sola en la hora de Della Fontaine —me susurró.
—Shh silencio negrito, ¿Por qué opinas? Si hace cien años eras un animal…
Della Fontaine ingresó al aula mientras yo aún no terminaba de acomodar mi nuevo blazer de corderoy Prada en el respaldar del asiento.
—Una sola hoja de papel sobre el pupitre. Les tomaré una prueba… sorpresa —dijo el infeliz. Viejo amargado.
—Prueba de literatura… bla, bla, bla y vivieron felices para siempre… perdón, las que no vamos a necesitar aprobar esta materia inútil para tener una vida exitosa asegurada ¿nos podemos retirar?
—Retírese si tanto lo desea… tendrá un CERO.
Me retiré de todas formas y me senté sola en la cafetería.
Sonó el timbre del recreo. Todas las mujeres y los hombres más falderos se quedaron.
—No me gusta Louis en realidad, ustedes saben que estoy saliendo con Gastón Rey, pero es el único que tiene acceso a ella… puedo utilizarlo para mi venganza —escuché decir a Jessica por el audífono del teléfono. Había dejado un micrófono oculto en mi blazer Prada.
La muy zorra salía con Gastón Rey y estaba utilizando a Louis para vengarse de mí. Pero eso no era lo que más me enfurecía, sino que había usado todo mi buen gusto y mis conocimientos de tendencias en vestirlo para que pudiera conquistar a esta arpía y todo había sido un engaño. ¡Nadie desprecia a un chico vestido tan elegantemente con el asesoramiento de Sophia Laurent! Esta perra no sabe con quién se metió.
3
¿Desde cuándo el pato le apunta a la escopeta?
Sonó el timbre de mi hermosa mansión ubicada en la parte alta de la ciudad. Obvio ¿dónde más viviría? ¿Con los pobres? Olvídenlo. Austin atendió. No, no tenemos sirvientes, eso es para gente inútil.
—Perdón ya dimos caridad este año —dijo mi padre cerrándole la puerta en la cara a Louis.
El timbre volvió a sonar.
—Ya tocaste en esta casa niño…
—La estoy buscando a Sophia…
—Déjalo pasar papá… yo lo llamé —dije desde el sofá.
Mi padre lo invitó a entrar y me dirigió una mirada, luego miró los zapatos sin marca de Louis y me volvió a mirar con desaprobación.
—“Lo sé” —moví los labios, pero nunca salió el sonido de mi boca.
—Bueno, necesito que te sientes —solicité a mi compañero de escuela—. Tengo algo muy importante que decirte, pero debes prometerme que te comportarás como un hombre.
—Soy un hombre.
Al siguiente momento Louis estaba tirado sobre el sofá pataleando y llorando como un niño…
—¡¡¿Por queeeé?!! ¡¡Buaaaa!! —chillaba desconsolado golpeando mi sofá italiano con el puño.
Mi padre lo tomó de la camisa y le dio varias bofetadas de derecho y de revés hasta que se calmó.
—Yo también tengo algo que decirte: Anna nos vio en el shopping, la oí —sollozó Louis.
—¿Y a qué fue? ¿A mirar a través de las vitrinas y soñar con poder comprar algo de Hermès? Si es una pobre desgraciada…
—Me gusta como elaboras el sarcasmo hija… —chocamos los cinco con mi padre—. Me siento tan orgulloso de ti. Los dejo. Tengo que ir a entrenar, no tengo menos de 8% de grasa corporal por quedarme en casa sentado —avisó mi padre y salió para el gimnasio.
—Te amo. ¡Eres el papá más lindo y genial del mundo!
Miré a Louis de frente.
—Esto no va a quedar así… ahora van a conocer mi sophinialidad… —amenacé—. Esto es lo que haremos...
*
La directora Julianni se presentó en el aula mientras yo estaba con los pies arriba de la mesa limándome delicadamente mis uñas esculpidas.
—Chicos tengo una mala noticia. Este fin de semana ha muerto el profesor Della Fontaine —anunció en un tono melancólico. En su rostro se reflejaba una tristeza demagoga, como si esperara contagiarnos de esa tristeza.
Algunos de los idiotas de mis compañeros se sorprendieron y más de uno, increíblemente, lo tomó con tristeza.
—Yo sé que los toma por sorpresa su muerte, es decir con su edad…
—Lo que me estaba tomando por sorpresa es como demoró tanto, digo, vamos, cuarenta años… —advertí.
—Señorita Laurent, no es momento para sus bromas…
—¿Cuál СКАЧАТЬ