Название: Los Inuit
Автор: Francesc Bailón
Издательство: Bookwire
Жанр: Путеводители
isbn: 9788416281725
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Gramática y ortografía
El esquimal-aleutiano es una lengua aglutinante, lo que significa que las palabras se forman por el proceso de unidad de combinación significativo (sílabas). Se trata de una lengua polisintética, ya que sintetiza una raíz y varios morfemas gramaticales para crear largas palabras con el significado de oraciones. De esta manera, por ejemplo, un solo sufijo puede representar simultáneamente persona, número, modo y tiempo. Así pues, una palabra puede tener verbo, sujeto y complemento, pero nunca artículos, ya que estos no existen. Asimismo, todas las lenguas inuit son ergativas-absolutivas y no tienen género gramatical.
Por otra parte, esta familia lingüística tiene tres o cuatro vocales que pueden ser cortas o largas. Por ejemplo: la lengua Yup’ik de Alaska Central tiene cuatro vocales: a, i, u, ǝ. La longitud de cada vocal establece la diferencia en el significado de las palabras. Si las vocales son largas, normalmente se escribe con letras dobles. Otro caso es el Kalaallisut, que tiene tres formas vocales con dos variantes: a, i (e), u (o). El acento en estas lenguas distingue el significado de las palabras idénticas, pero nunca lo encontraremos escrito (exceptuando, por ejemplo, la antigua ortografía de Samuel Kleinschmidt que sí los llevaba). Además las lenguas inuit tienen entre quince y veinte consonantes en función del idioma.
1- Alfabeto silábico confeccionado por James Evans para los Cree (1841).
Una característica única es que el lenguaje obliga al hablante a indicar su grado de certeza. Por ejemplo, un orador no puede limitarse a declarar algo que ha ocurrido también sin indicar si fue testigo o simplemente se basa en rumores. Esta característica de la lengua está en concordancia con los valores tradicionales inuit que rechazan las especulaciones o cuestionan las intenciones de los demás.
Los misioneros que llegaron en los siglos XVIII y XIX al territorio de los inuit comprendieron de inmediato que era esencial aprender primero la lengua indígena. Posteriormente, realizaron traducciones bíblicas para cristianizar a la población autóctona, y finalmente, confeccionaron diccionarios bilingües y gramaticales, con el fin de alfabetizar a los nativos. Los misioneros, además, crearon su propia ortografía para los dialectos inuit y en la actualidad existen unas seis que todavía siguen utilizándose para el Inuktitut. Por lo tanto, debido a las rivalidades existentes entre las diferentes ramas religiosas, y al no adoptar ninguna de ellas un sistema único y estandarizado de escritura, se limitó la comunicación escrita entre los inuit de las diferentes regiones árticas.
Los primeros esfuerzos por escribir en Inuktitut vinieron por parte de los misioneros moravos en Groenlandia y Labrador en el siglo XVIII. El primer libro escrito en una lengua inuit fue publicado en 1742 por el misionero dano-noruego Hans Poulsen Egede (1686-1758), usando el alfabeto romano para el groenlandés. Más tarde, en 1750, su hijo Poul Hansen Egede (1708-1789) fue el primero en publicar un diccionario de traducción del groenlandés al danés y latín (1750), y una gramática (1760) y un catecismo (1756), también en Inuktitut. Además, completó la traducción iniciada por su padre en lengua nativa del Nuevo Testamento (1766). Entre 1851 y 1871, un misionero germano-danés, nacido en Groenlandia, Samuel Petrus Kleinschmidt (1814-1886), de los Hermanos Moravos, publicó un libro de gramática groenlandesa, dos diccionarios (groenlandés-alemán y groenlandes-danés) y sistematizó la ortografía del groenlandés occidental. Lo hizo introduciendo una letra especial y tres acentos para representar los sonidos distintivos de la lengua. Esta ortografía, que llevaba vigente desde 1851, fue sustituida, en 1973, por otra basada en el actual alfabeto romano.
En 1856, los misioneros anglicanos John Horden (1828-1893) y Edwin Arthur Watkins (1827-1907) adaptaron el sistema silábico del reverendo canadiense James Evans (1801-1846) al Inuktitut. Evans había desarrollado la taquigrafía de Pitman para transcribir la lengua Ojibwa y posteriormente, en 1840, la adoptó al sistema de los Cree. Sin embargo, la escritura silábica del Inuktitut no se desarrolló por completo hasta la década de 1870, gracias al trabajo realizado por el misionero anglicano Edmund James Peck (1850-1924). Como parte de su ministerio, Peck enseñó la escritura silábica a los inuit de la región de Ungava (Nunavik) y del área de Cumberland Sound (isla de Baffin, Nunavut). No obstante, algunos misioneros y lingüistas posteriores, trabajando para los Gobiernos canadiense y estadounidense, adaptaron el alfabeto romano para los dialectos del delta del río Mackenzie, el archipiélago del Ártico Occidental y Alaska.
Al igual que los Cree, los inuit se interesaron por comunicarse entre ellos, lo que permitió que este tipo de escritura silábica se extendiera muy rápidamente. Los padres enseñaron a los niños inuit ese sistema silábico mucho antes que la mayoría de estos fueran escolarizados. La alfabetización mediante esta escritura permitió a los padres comunicarse con sus hijos cuando estaban en los internados y, asimismo, también contribuyó al desarrollo de una literatura secular en Inuktitut. Actualmente esta escritura silábica, que utiliza los símbolos para los fonemas, es oficial, siendo ya el método preferido para escribir Inuktitut en Nunavik y en la mayor parte de Nunavut.
Por otra parte, Uyaqoq, Uyaquq o Uyakok (¿1870?-1925), un Yup’ik de Akiachak (Alaska), desarrolló el primer sistema de escritura de imágenes, probablemente en la última década del siglo XIX. Se trataba de un sistema silábico en el que los símbolos representaban palabras o sílabas específicas de la lengua Yup’ik. Hacia el 1900, Qutliuraq Ruth Ekaak (1876-1945), una mujer Iñupiaq de la zona de Buckland que se convirtió muy rápidamente al Cristianismo, creó junto a su hija, Lily Savok (1893-1980), otro sistema de escritura ideográfica para la lengua Iñupiaq. A diferencia del sistema creado por Uyaqoq, el de Qutliuraq usaba un solo símbolo para expresar una idea completa. En la década de 1940, se creó un tercer sistema gracias a Edna Kenick de la isla Nunivak. Esta mujer tradujo 49 pasajes de la Biblia usando una escritura ideográfica. A diferencia del sistema silábico de escritura de los inuit canadienses, introducido por los misioneros, ningún sistema de escritura ideográfica se ha desarrollado como una forma de comunicación entre los inuit.
La única excepción donde no intervinieron los misioneros en la creación de una ortografía para la lengua inuit, ni tampoco los propios nativos, la encontramos en Siberia. El desarrollo de la escritura Yup’ik corrió a cargo de etnógrafos y lingüistas soviéticos que usaron el alfabeto romano con éxito, lo que permitió que en 1930 se extendiera la alfabetización entre los Yupigyt. Sin embargo, cuando unos años después, en 1937, las autoridades soviéticas obligaron el uso del alfabeto cirílico en las lenguas minoritarias existentes en su territorio, se produjo un proceso de aceleración en la pérdida de la lengua Yup’ik en Siberia. Uno de los estudiosos más importantes del idioma de los Yupigyt sería Georgiy Alekseevich Menovschikov o Георгий Алексеевич Меновщиков (1911-1991), lingüista, folklorista y filólogo ruso. Fue profesor y director de una escuela en Chukotka. En 1947, hizo los primeros libros de texto en idioma Chaplinski para la enseñanza primaria. Posteriormente, en 1962, escribió un libro para los profesores de los colegios siberianos «Эскимосский язык» (Lengua esquimal), que además contenía una gran cantidad de cuentos e historias esquimales. Poco después, ya en 1964, escribió «Язык сиреникских эскимосов» (El lenguaje de los esquimales Sireniki). En 1975, publicó «Язык науканских эскимосов» (El lenguaje de los esquimales Naukan) y también, «Грамматика СКАЧАТЬ